El año pasado se produjeron en el país 56,4 millones de toneladas de carbón, de las cuales se exportó aproximadamente el 92 por ciento. Turquía es un gran comprador del carbón térmico y del carbón coque, aunque de este último producto Brasil y México lideran como destinos de las ventas internacionales, seguidos por el Reino Unido. En China, por su parte, se comercializa, principalmente, el metalúrgico.

Estas cifras muestran un panorama muy positivo para el sector, si se tiene en cuenta que la demanda internacional sigue creciendo. También representan un gran reto para garantizar el suministro al interior del país y cumplir, al mismo tiempo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de cara a 2030. Según el Ministerio de Minas y Energía, Colombia cuenta con recursos para los próximos 52 años, con el 53 por ciento de las reservas probadas de carbón de América Latina y el 0,6 por ciento de las mundiales.

En 2021 se produjeron 56,4 millones de toneladas de carbón en el país. | Foto: Getty Images

“Estos recursos son de excelentes calidades y volúmenes para garantizar la soberanía y seguridad energética que hoy demanda el mundo”, dice Carlos Cante, presidente de Fenalcarbón, quien destaca los avances del país en la incorporación de fuentes no convencionales de energías renovables, que hoy presentan intermitencia por falta de garantías y podrían cubrirse con la generación térmica de carbón, pues al menos ocho departamentos del país cuentan con reservas importantes.

De acuerdo con el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo, la invasión de Rusia a Ucrania ha representado una gran oportunidad para el carbón de Colombia. “Tenemos que saber monetizar esos recursos en los próximos 5 a 7 años. En Europa la demanda está creciendo: Alemania, Austria e Irlanda ya están comprando carbón nuevamente y esperan bajar la dependencia del gas natural ruso incrementando la generación de energía eléctrica a base de carbón. También hemos visto incrementos de compras desde Países Bajos, siendo Turquía nuestro principal mercado”.

El gran reto del país es generar los incentivos de política pública que permitan promover las inversiones en tecnología, innovación y desarrollo para atender la demanda mundial, con los mínimos impactos sobre el medio ambiente. Avanzar en la agenda del carbón debe ser una prioridad.

La apuesta de Drummond

La carbonífera Drummond adelanta acciones para garantizar la producción, al tiempo que reduce y compensa las emisiones, mediante políticas de descarbonización de la demanda eléctrica y de los combustibles usados en la operación. Por ejemplo, toda la flota de vehículos livianos está en proceso de ser convertida a gas. Adicionalmente, desarrolla proyectos de energías renovables y la implementación de proyectos basados en la naturaleza, incluyendo reforestación y la recuperación de zonas anteriormente intervenidas.

Por otro lado, la organización en cabeza de Drummond Energy adelanta el proceso de licenciamiento ambiental para la construcción de un parque solar de 240 MW en el área de influencia de sus operaciones mineras, bajo un acuerdo de entendimiento con la empresa francesa EDF Renewables, actor mundial en la generación de energía renovable. Este proyecto, que hace parte de la agenda de carbono-neutralidad de la organización, contribuirá al autoabastecimiento de una parte de la demanda de energía requerida para las operaciones en Colombia.

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