Cuando se diseñó Santa Marta se contemplaron aspectos como la disposición de las edificaciones de acuerdo con el movimiento del sol y la brisa. Se cuidaron detalles buscando proteger a los habitantes y definiendo normas claras que permitieran su adecuado desarrollo urbano. “Todo esto se hizo siguiendo la herencia del urbanismo islámico y su adaptación bioclimática. Las primeras disposiciones de control urbano se dieron en 1531 cuando el cabildo presidido por el gobernador García de Lerma decidió que a cada calle se le dejasen 24 pies de ancho y que ninguna persona edificase sin su licencia”, recordó Álvaro Ospino, presidente de la Academia de Historia de Magdalena.
El 1725 el testimonio de José Nicolás De la Rosa reveló la existencia de siete calles, que se ubican entre la 11 y la 17: Mamatoco, la Calle de la Mar, la de la iglesia Mayor, la del Cuartel, la de La Acequia, de Santo Domingo y de La Veracruz; cruzadas por otras, entre ellas la Calle de Madrid (actual carrera 2), que era el camino principal utilizado por los samarios para ir al río Manzanares.
La segunda fase está incluida en el Plan Maestro del Quinto Centenario, contemplada en el Eje de Sostenibilidad Económica, Desarrollo Urbano y Turístico, y comprenderá su reactivación incluyente y la renovación del entorno urbano del puerto. Pero, aunque la hoja de ruta está trazada, Ospino lamenta que el proceso esté derivando en la gentrificación del sector y en la pérdida de su vocación tradicional y residencial.
Sin embargo, otros opinan que de ello depende el dinamismo económico de la ciudad y que es propio de las capitales con vocación turística. La Corporación Centro Histórico de Magdalena, un colectivo de 860 empresarios y residentes, trabaja por revitalizar este perímetro para que sea seguro, organizado y que preserve el patrimonio arquitectónico. Diana Giraldo, directora de la Corporación, afirmó que renovaron la carrera 5, que es la zona comercial más importante, y también se activó la junta de acción comunal. En total son 19 proyectos en marcha, todos orientados a darle un carácter histórico y patrimonial al sector, al tiempo que permiten la dinamización económica de la zona.