En 1986 el antropólogo Carlos Castaño descubrió uno de los principales tesoros naturales de Colombia: la serranía de Chiribiquete. Un lugar mágico, sagrado, que esconde la mayor cantidad de pinturas rupestres del continente americano, y que muchos chamanes de comunidades indígenas prefieren no visitar físicamente por respeto sino recorrerlo con el pensamiento. El mundo que se conserva en este Parque Nacional Natural, ubicado entre los departamentos de Guaviare y Caquetá, inspiró al escritor José Ardila, quien junto a un grupo de colaboradores, le dio vida a un cuento interactivo que busca acercar a los niños a las maravillas de este pedazo de la selva amazónica colombiana.
Aluna y Chiribiquete es el título de esta aventura que invita a los lectores a conocer la serranía a través de la imaginación. El resultado es fruto de un trabajo de meses en el que participaron ilustradores, diseñadores y desarrolladores, y para el cual fueron claves las entrevistas con antropólogos, biólogos y arqueólogos. “Descubrimos que los chamanes de las comunidades lo visitan con el pensamiento por medio de rituales y plantas sagradas”, comenta Ardila, quien utilizó este hallazgo como eje central de la historia protagonizada por Aluna, una niña que quiere conocer Chiribiquete y a la que su abuela, una antropóloga apasionada por los viajes, le revela que la única manera de hacerlo es a través de la imaginación.
Aunque es una historia de fantasía, advierte Ardila, hubo mucha rigurosidad con los datos. “Trabajamos bajo la metodología que se usa en el cine, definiendo una historia general con intenciones claras”, puntualiza. Luz Helena Oviedo, coautora de la publicación, revela que uno de los retos de este proyecto fue precisamente escribir sobre un lugar sin poder visitarlo. “Parte de conservar Chiribiquete es no ir, así que encontramos nuevas formas de conectarnos”, agrega
La serranía es el centro del mundo para varias comunidades amazónicas que se encuentran aisladas voluntariamente aquí y fueron incluidas en el relato. “Nos centramos mucho en el jaguar y en las pinturas de los tepuyes, pero en el proceso creativo fuimos incluyendo a estos “invisibles” como los llaman, lo cual es algo muy importante”, destaca Ardila.
Oviedo enfatiza en que este cuento refleja la necesidad de relacionarnos con la naturaleza, especialmente en un momento como el que estamos viviendo. “Es increíble como estamos tan desconectados de la naturaleza que nos sorprendemos de conocer todo esto, así que estos productos son esenciales para poder avanzar en esa relación”.
Adicionalmente, recuerda Ardila, publicaciones como estas también son un llamado a reconocer las amenazas que enfrenta este lugar y contribuir a frenarlas. Por ejemplo, precisa Ardila, “que llegue el turismo y la más peligrosa, la deforestación”.
Aluna y Chiribiquete se puede consultar desde cualquier dispositivo en la página web del Parque Explora, otro de los autores de este proyecto que contó con el apoyo de ISA Conexiones, Comfama, Protección y SURA.
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