La fiducia mercantil, particularmente inmobiliaria, se ha caracterizado en nuestro país por ser un negocio de servicios financieros de alta innovación. Esa percepción se origina por el particular desarrollo que los encargos fiduciarios y los patrimonios autónomos han tenido en Colombia.

Figuras como la preventa inmobiliaria, la fiducia de proyectos y otras fiducias de administración de recursos, tienen en nuestro país una expresión muy autóctona y así vienen acompañando al sector de la construcción, entre otros, desde hace más de 40 años. Siempre que se habla de estas modalidades y contratos en otras latitudes e incluso en Colombia, se hace referencia a la gran capacidad de innovación que en materia de estos vehículos tiene nuestra industria fiduciaria. Lo cual es, sin duda, acertado.

Sin embargo, en materia tecnológica y procedimental, es decir, en la gestión del día a día, tan importante para los clientes, no pareciera que el negocio fiduciario hubiese tenido un adelanto significativo en su operación a lo largo de esos años. La automatización, el surgimiento de aplicativos digitales, portales de autogestión y la velocidad con la que los servicios deben llegar a los usuarios, no se constituye como un atributo relevante del sector en los últimos años. Al menos en cuanto se refiere a la línea fiducia mercantil propiamente dicha (Encargos y Patrimonios Autónomos).

Es en este punto donde Alianza Fiduciaria tomó la determinación de trabajar para cambiar esa realidad. Como líder de la industria, con más de 36 años de trayectoria, hoy gestiona más de 87 billones de pesos en activos. Con esta relevancia, se tomó la decisión, hace más de cinco años, de darle un vuelco total a la forma como se gestiona la fiducia, modernizando, desde el proceso de vinculación del cliente sin presencialidad y en cuestión de minutos, herramientas especiales para gestionar pagos (Pagos Portal) de los fideicomisos, hasta la operación misma de los negocios y especialmente la interacción de este último con sus fideicomisos y más recientemente la disponibilidad de realizar trámites comunes como modificaciones a contratos, cesiones y desistimientos, con altos niveles de seguridad en la información y con capacidad de gestionar instrucciones que serán ejecutadas por el fiduciario.

Lo hecho por Alianza es un reflejo de su compromiso con la fiducia moderna, que ha surgido de estos avances. Son verdaderas innovaciones que vienen transformando para siempre la manera en que Alianza atiende sus clientes. Ello dará lugar a mayores eficiencias en la operación de los encargos y patrimonios autónomos. Por consiguiente, los hará más productivos, útiles y menos susceptibles a errores operativos. Esta eficiencia conducirá, sin duda, a la democratización de los servicios fiduciarios, para facilitar los negocios de todos y el cumplimiento de sus objetivos personales y empresariales.

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