Con el propósito de hacer visibles algunas de las historias de preservación y compromiso con la riqueza natural de Colombia y otros países, el banco de conservación animal Animal Bank, con el apoyo de Portafolio Verde, organiza Biodiversidad 4.0, un espacio de conversación para promover y conocer el trabajo que se realiza desde diferentes sectores para proteger la biodiversidad a través de la tecnología.
Este evento ayudará a conectar a las organizaciones y a generar alianzas y oportunidades para las personas y empresas que quieren aprender y aportar a los ecosistemas desde tres ejes temáticos: finanzas para la conservación, soluciones basadas en la naturaleza y tecnología para la conservación. “Hoy más que nunca tenemos el reto de conectar la biodiversidad con la Cuarta Revolución Industrial, porque la tecnología y la innovación se han convertido en grandes herramientas de conservación”, afirma Carolina Castaño, ejecutiva del Animal Bank.
En total, serán dos días (14 y 15 de julio) de conversaciones en un formato ágil que alterna más de 10 experiencias digitales, con invitados que presentarán los casos más inspiradores sobre biodiversidad, entre esos la Universidad EAN, el Instituto Humboldt, INaturalist, Parques Nacionales Naturales, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), entre otros.
En entrevista con SEMANA, Alejandro Zapata, director ejecutivo de Portafolio Verde y Animal Bank, habló sobre las oportunidades que tiene el país frente a la vinculación de la innovación y la tecnología en los procesos de conservación. También hace un llamado a las personas y empresas que pueden financiarlos.
SEMANA: ¿De qué manera la tecnología se convierte en un aliado de la conservación?
Alejandro Zapata: Al poner la tecnología al servicio de la conservación de los ecosistemas podremos conocerlos mucho mejor, identificar qué tenemos, cómo lo podemos conservar y de esta manera poder hacer un aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, uno de los patrimonios más importante que tenemos. Mientras más la conozcamos con todas estas herramientas, mejor la vamos a poder conservar.
SEMANA: La Cuarta Revolución Industrial se convierte entonces en una herramienta clave para la conservación...
A.Z.: Después de haber estudiado los diferentes frentes de la Cuarta Revolución Industrial nos dimos cuenta de que todos los desarrollos que se vienen generado alrededor de esta se convierten en una gran herramienta para potenciar los procesos de conservación. Nuestro deber es poder llevarla a sectores muy puntuales, así que asumimos el reto de buscar qué actores en Colombia estaban avanzando en proyecto de tecnologías, sistemas de información, big data, internet de las cosas, entre otros, para que al juntar estos profesionales se pueda seguir avanzando en los temas de conservación.
SEMANA: En un país como Colombia, muchos de los procesos de gestión ambiental se realizan con los recursos necesarios o a veces con la ausencia de estos. ¿Cómo lograr la democratización de la tecnología?
A.Z.: Cuando recorrimos el país nos dimos cuenta de que hay muchas necesidades de capital para poder avanzar de manera contundente en los proyectos. Hay organizaciones que realizan un muy buen trabajo y generan un impacto social y ambiental, pero también necesitan ser financieramente sostenibles. Por eso debemos sensibilizar mucho al sector financiero tradicional, las fintech, el sector productivo y los gremios, para identificar cómo podemos llevar recursos adicionales. Es muy importante conectar el capital con las organizaciones que están en nuestra regiones, las cuales son muy valiosas pero tienen pocos recursos financieros.
SEMANA: Otro actor importante en todo este ecosistema es el de la academia, ¿cómo puede este sector ayudar a los procesos de conservación?
A.Z.: El trabajo entre la universidad, la empresa y el Estado es muy importante. La academia siempre tiene un gran trabajo de investigación, desarrollo de tecnologías y herramientas, además cuenta con un capital humano envidiable, por eso es que cuando se articula el sector productivo, el Estado y la academia se da una mezcla muy importante para acelerar los procesos de innovación. En esa sinergia hay una gran cantidad de talentos, muchas posibilidades de desarrollo y todo esto nos beneficia.
SEMANA: ¿De qué manera se pueden proponer soluciones tecnológicas sin afectar los ecosistemas?
A.Z.: La mejor respuesta a esta pregunta está en los casos que ya se han implementado y son todo un éxito. Por ejemplo, hay una aplicación que le permite a cualquier persona tomar una foto o video de una especie, subirla en una comunidad y entre gomosos se encuentran respuestas y se generan conversaciones. Otro ejemplo es el observatorio móvil de biodiversidad para monitorear los atropellamientos de animales en las vías. La idea es que por medio de una comunidad colaborativa las personas puedan reportar dónde hay que tomar medidas para evitar estos accidentes que son muy frecuentes en algunas zonas del país.
SEMANA: ¿Qué podemos aprender de otros países sobre este tema?
A.Z.: En el tema de finanzas y biodiversidad hemos visto cómo han desarrollado en Europa mecanismos para la conservación de especies a partir de algunos instrumentos financieros sofisticados. Con estos, un inversionista puede apoyar a alguien que está haciendo conservación, con un plus si esta persona logra conservar con éxito a la especie. De esta manera se están desarrollando procesos, no solo desde la tecnología, también desde otros sectores que antes no se acercaban a estos temas.
SEMANA: ¿Cómo pueden gozar de sostenibilidad económica todos estos proyectos de innovación y tecnología?
A.Z.: Eso hace parte de los retos que tenemos. Como hemos visto que hacen falta tantos recursos, desde Animal Bank seguimos buscando quiénes pueden hacer pagos por servicios ambientales a los que en este momento están haciendo un ejercicio de conservación. Con seguridad en unos años a esas personas que tienen una reserva y están haciendo un ejercicio valioso para el mundo alguien les va tener que pagar, ahí se va generar sostenibilidad. Lo que debemos es diseñar de dónde van a salir estos recursos, porque aunque ya tenemos un sistema de pago por servicios ambientales en Colombia, deben ser muchas más las fuentes de fondos internacionales y multinacionales.
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