Una de las prácticas predilectas de los colombianos es la crítica negativa. Basta con asomarse a Twitter para comprobar esta tesis. La red social en mención es en general un vertedero de odios, de insultos y de críticas despiadadas. Sirve de plataforma política, de vitrina de ventas, de cartelera de frases célebres y por supuesto para difundir noticias, con frecuencia falsas.
Por eso resulta refrescante encontrarse de vez en cuando con alguna buena noticia en esa red; es el caso del lanzamiento del trailer de la película de Disney, Encanto, inspirada en Colombia. La productora ya había estrenado dos películas que transcurren en países latinoamericanos: Coco en México y Río en Brasil y ambas obtuvieron grandes elogios y galardones mundiales.
No conozco a un solo colombiano que haya hablado mal de alguna de las dos; es más, me atrevo a asegurar que no hubo un solo espectador de Coco, que no saliera de la sala de cine con el ojo encharcado, después de haber llorado de emoción durante toda la película. Pero no es sino que Disney escoja a Colombia como escenario para una nueva historia, para que los tuiteros criollos se lancen furibundos a criticar y a destrozar la película antes de su estreno.
Frases como: “Gracias a Encanto ahora parecemos mexicanos”, “Encanto no muestra la realidad del conflicto colombiano”, “Si no aparece un carriel, eso no es Colombia”, que seguramente son escritas por los mismos que durante años han criticado las narco novelas por mostrar una mala imagen de nuestro país, demuestran lo inconformes y negativos que somos.
Vale la pena anotar que Disney no pretende hacer un documental sobre nuestro país en esta ocasión. Encanto es una película infantil y sin embargo, detrás de su producción hay cerca de cinco años de investigación por parte de los realizadores, que viajaron en muchas ocasiones a Colombia para mirar de cerca y documentarse sobre nuestra cultura, geografía y costumbres, así como el continuo trabajo con un grupo de consultores expertos en esos temas, durante la escritura del guión.
Que este país agobiado y doliente inspire a alguien de la talla de Disney para hacer una película ya es una inmensa ganancia. Que alguien de afuera se tome la molestia de venir a indagar con juicio para mostrar lo más bello que tenemos es un gran privilegio.
La película se estrenará en noviembre de 2021, pero en los breves noventa segundos que dura el trailer está retratado lo más maravilloso de nuestro país: su inmensa diversidad. Están las montañas majestuosas y allí enclavada en medio de yarumos y palmas de cera, la casa colonial con sus balcones florecidos a reventar de veraneras.
Cientos de mariposas amarillas que revelan los poderes mágicos de una familia que tiene como mascotas, un jaguar, tucanes, guacamayas, dantas y chigüiros. La familia Madrigal desayuna tinto y arepa en vajilla de Carmen de Viboral. Usan ruana, alpargatas y sombrero vueltiao. Vestidos típicos de Santander, guayaberas, mochilas wayúu y regalan macetas coloridas atiborradas de ringletes, achiras, baleros, dulces y canastos. Y por supuesto está el acordeón y nuestra querida música vallenata y cómo no, Carlos Vives que le canta a la magia de esta inmensa diversidad colombiana.
Me emociona mucho pensar que esta película viajará por el mundo hablando de Colombia; que los niños que la vean van a imaginar que existe un país distinto al de las malas noticias de todos los días. Colorido, mágico, alegre, diverso; encantador. Como dice el dicho: El que pida más, que le piquen caña.
*Actor.