Este baile típico se remonta a los tiempos de la conquista española. Desde entonces, generación tras generación, han transmitido las costumbres e identidad cultural de este baile que representa al departamento del Meta y a la región de la Orinoquia.
“El joropo desempeña un papel muy importante en la vida de los llaneros. Por medio de este baile, tanto jóvenes como adultos se reúnen y comparten experiencias, tradiciones y conforman una comunidad que permite mantener viva esta tradición”, aseguró Ximena Forero, elegida en 2023 como Reina Internacional del Joropo.
La influencia del entorno natural del Meta se refleja en la música y la danza de esta tradición llanera, creando una conexión profunda entre el arte y la naturaleza.
Esta conexión se hace evidente en la representación de las danzas, que tienen sus raíces en las acciones cotidianas de los llaneros de antaño. Por ejemplo, el zapateo de los hombres evoca el galope de un caballo, reproduciendo el sonido característico de este animal. Del mismo modo, el escobillado de las mujeres recrea el sonido de la escoba al barrer la casa, una tarea cotidiana en las labores domésticas de antes.
Además de la música, la danza del joropo está impregnada de referencias a la vida en el Llano. Figuras como la punta de soga y el botalón hacen alusión a las actividades típicas de los llaneros, como el manejo de las sogas para manipular el ganado. Estos elementos no solo añaden autenticidad a la danza, sino que les rinden homenaje a las tradiciones y el estilo de vida de los habitantes del Llano.
“El encanto detrás del joropo está en las emociones y expresiones de nosotros, los llaneros”, mencionó orgulloso Nelson Pérez, doble campeón del Torneo Internacional del Joropo y quien desde muy joven ejecuta esta danza.
Según Alexander Baquero, alcalde de Villavicencio, la cultura, la naturaleza, su idiosincrasia, el joropo, el Llano y el caballo han sido siempre un imán para el turismo en Villavicencio.
Actualmente, se pueden observar grandes iniciativas que promueven el intercambio cultural a nivel internacional en países como México y Estados Unidos. Además, el joropo ha sido aclamado en vitrinas turísticas como Anato, el Festival Vallenato y ferias en las que academias del departamento enseñan a los visitantes la importancia y la belleza de su baile y cultura.
“El departamento del Meta está marcando un gran cambio, ya que donde hemos llevado la bandera hemos puesto la cultura llanera en alto; a través de lo que transmitimos, logramos cautivar al público y convencerlo de que venga a conocer nuestra tierra y sitios turísticos”, aseguró Pérez.
Celebrar al joropo
En el Meta, y en toda la Orinoquia, en general, se celebran importantes festivales y eventos que rinden homenaje al joropo. Uno de los más destacados es el Torneo Internacional del Joropo, considerado uno de los festivales más importantes de la región. También se realiza el concurso Nuevos Valores, que impulsa la participación de niños y jóvenes en el mundo del joropo de manera sana y educativa.
El Joropódromo se celebra a mediados de octubre y es una de las actividades más emblemáticas de Villavicencio. Diversas entidades gubernamentales, privadas, academias, colegios e instituciones educativas realizan coreografías en las que despliegan todo su talento y pasión por el joropo.
“Al final de este recorrido, en donde demostramos la berraquera, la pujanza y la fortaleza que caracteriza a los llaneros, se escogen ciertos grupos y se premian distintas categorías como el baile criollo –la danza de de antaño– y el baile espectáculo, que es el joropo académico mejorado con las faldas altas largas y los vestidos”, concluyó Forero.
Joropo sin fronteras
La música y la danza del joropo son una parte fundamental de la cultura no solo en Colombia, sino en Venezuela, especialmente en la región de la Orinoquia. Esta manifestación artística ha trascendido las fronteras, uniendo a ambos países en una celebración compartida de sus raíces culturales.
La rica tradición del joropo llanero se vive con intensidad a lo largo y ancho de ambos países, demostrando que la música y la danza son un lenguaje universal que trasciende las diferencias políticas y geográficas. La unión del joropo representa no solo una celebración de la cultura llanera, sino también un símbolo de hermandad entre Colombia y Venezuela.