El camino para mitigar la siniestralidad vial en Colombia está cada vez más claro. En el nuevo Plan Nacional de Seguridad Vial (PNSV) 2022-2031, el Gobierno nacional dejó planteados los lineamientos para formular y ejecutar la política pública de seguridad vial en la próxima década.
Precisamente, esta hoja de ruta nace a partir de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas, la experiencia de varios países europeos y un trabajo intenso de más de tres años liderado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) junto a las autoridades de tránsito y movilidad de todo el país, así como con otros sectores públicos del país como salud, comercio y educación, entre otros.
Estos planteamientos involucran, además, a otros sectores: el sector privado, la academia y la ciudadanía, y tuvo en cuenta las particularidades de las diferentes regiones del país, con el fin de buscar estrategias mucho más efectivas en la reducción de los índices de siniestralidad.
El PNSV tiene un nuevo enfoque, conocido como sistema seguro, que parte de que los seres humanos se pueden equivocar (algo diferente a actuar de manera temeraria) y ser corresponsables en las vías. Para este tipo de enfoques se debe contar con elementos que sean perdonadores y que busquen proteger a los actores viales, especialmente los más vulnerables.
“En el caso de la infraestructura vial, por ejemplo, este nuevo enfoque implica esfuerzos adicionales, como el diseño o instalación de barreras que contengan a un vehículo en caso de impacto o infraestructura perdonadora, es decir, que en el caso de que un vehículo pierda el control no colisione con un objeto fijo, pues tendrá suficiente espacio para maniobrar sin colisionar y retornar a la vía”, explica Luis Lota, director de la ANSV.
Así las cosas, esta nueva mirada hizo que la política de seguridad vial ampliara su cobertura a ocho áreas de acción: infraestructura segura, vehículos seguros, comportamientos seguros, atención integral a las víctimas de siniestros viales, cumplimiento de las normas de tránsito, gestión de la velocidad, un enfoque de gobernanza y una adecuada gestión del conocimiento.
Si bien este sistema es la línea para los siguientes diez años, la ANSV y el Gobierno ya han logrado avances en varios frentes. A continuación, algunos.
Vehículos más seguros
En un trabajo articulado, el Ministerio de Transporte y la ANSV presentaron un proyecto de ley, que fue aprobado en el primer debate en la Comisión Segunda de Senado, para que el país se adhiera a los reglamentos técnicos contenidos en el acuerdo de 1958 del Foro Mundial de Armonización Vehicular de las Naciones Unidas.
Paralelamente, la ANSV ha avanzado desde otros frentes en temas de regulación. Por ejemplo, en 2019 se expidió la resolución para adoptar el nuevo Reglamento Técnico de Cascos Seguros, en la que se establecen las condiciones mínimas en el uso de cascos protectores para conductores y acompañantes de motocicletas, motociclos, mototriciclos, motocarros y cuatrimotos. Con esto, se busca “disminuir y evitar lesiones o traumas craneoencefálicos a los usuarios de motocicleta involucrados en un siniestro vial”, se indica en la normatividad.
Asimismo, la ANSV ha trabajado para expedir, antes de que finalice este Gobierno, resoluciones con reglamentos técnicos para que los vehículos que comiencen a comercializarse en el país cuenten, entre otras exigencias, con cinturón de seguridad, acristalamiento, cintas reflectivas, llantas para vehículos de cuatro y más ruedas, y frenos para vehículos de cuatro y más ruedas. Además, también quedan en proceso de firma otras dos resoluciones que buscan actualizar la normatividad nacional de llantas y sistemas de frenado de motocicletas.
Nuevas exigencias para cada tipo de vehículo
Las actualizaciones a las reglamentaciones por parte de la ANSV implican nuevas exigencias para cada tipo de vehículo.
Para automóviles, buses y camiones
- Control electrónico de estabilidad.
- Frenado autónomo de emergencia.
- Llantas con alto desempeño para agarre en condiciones de lluvia.
- Cinturones de seguridad y anclajes de alto desempeño.
- Anclajes para la sujeción de sistemas de retención infantil (Isofix).
- Acristalamientos más seguros
Para motocicletas
- Sistema Antibloqueo de Frenos o Sistema de Frenado Combinado de acuerdo con el cilindraje o la potencia (ABS o CBS, por sus siglas en inglés).
- Llantas que ayudan a disminuir condiciones de alto riesgo.
- La cubierta facial inferior movible para los cascos siempre debe ir cerrada y asegurada.
- No se permiten dispositivos móviles de comunicación o teléfonos que se interpongan entre la cabeza y el casco.
Articulación con las regiones
Por primera vez, el Gobierno Nacional, mediante el Ministerio de Transporte y la ANSV, realizó Consejos Territoriales de Seguridad Vial (CTSV) con los 32 departamentos del país. En estos espacios se analizaron planes y acciones para fortalecer la seguridad vial, se plantearon compromisos y se establecieron metas con autoridades departamentales, locales y de tránsito para lograr disminuciones en la siniestralidad vial.
“Los Consejos Territoriales de Seguridad Vial son un instrumento de coordinación interinstitucional que permiten a los departamentos gestionar las políticas públicas de seguridad vial en sus jurisdicciones”, indicó Ángela María Orozco, ministra de Transporte.
Por su parte, Luis Lota, director de la ANSV, resaltó el trabajo que se ha venido desarrollando con gobernadores y alcaldes del país por medio de esta figura: “Con estos espacios hemos podido articular la política de seguridad vial de la mano de las regiones, entender cada una de sus necesidades y plantear estrategias que nos permitan salvar más vidas”.
Actores viales mejor capacitados
En este punto, la ANSV ha trabajado en dos aspectos: por un lado, fortaleciendo las habilidades de los actuales actores viales mediante acciones de pedagogía, capacitación, refuerzo a la importancia de respeto a las señales de tránsito y, por el otro lado, garantizando que los nuevos actores viales estén mejor preparados para moverse en las vías.
Frente al primer elemento, la entidad desarrolló diferentes campañas pedagógicas y de sensibilización en los 32 departamentos. Es el caso de los 14 Puntos Seguros, ubicados en corredores estratégicos del país, con los que se han sensibilizado 362.085 conductores.
Otra estrategia fue la Ruta Nacional por la Seguridad Vial, enfocada en acciones pedagógicas a motociclistas, que llegaron a 46.957 conductores. Además, con los programas Motodestrezas y Bicidestrezas, iniciados en diciembre del año pasado, se han capacitado a otros 27.960 motociclistas y 25.712 ciclistas.
Para edades más tempranas se implementó la Escuela Virtual de Seguridad Vial, un espacio con más de 200 recursos digitales y que, desde su implementación, cuenta con más de 15.000 usuarios permanentes conectados.
También existe un frente de trabajo para fortalecer el control de la conducción bajo los efectos del alcohol. Por eso, la entidad inició la entrega de la primera fase de 259 alcohosensores y 259 kits de intervención en vía en 116 entidades territoriales del país y la certificación en el uso de los equipos a 1.036 agentes de tránsito.
Actualizaciones en las licencias
Una de las estrategias que la ANSV trabajó a lo largo de estos cuatro años de gobierno fue el mejoramiento del modelo de licencias de conducción. Un modelo técnico apoyado por la academia, actualizado al siglo XXI y que será pionero en Latinoamérica.
Por ello, se realizaron actualizaciones de los contenidos de las mallas curriculares y los requisitos para la habilitación de los Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) en el país. Esta actualización contiene la especialización en la formación por categorías y la inclusión de un enfoque de competencias desde tres perspectivas: teórica, práctica y aptitudinal.
Además, se está preparando la implementación de un examen teórico y práctico de conducción. Este modelo será nuevo en toda Latinoamérica, dado que articula el prototipo de evaluación establecido en la Carta Iberoamericana de Licencias de Conducción con el uso de inteligencia artificial y la industria 4.0, para una evaluación objetiva y transparente.
Por otro lado, también quedaron los cimientos de un modelo de licencias de conducción más incluyente. Trabajando articuladamente con la sociedad civil, junto a los análisis técnicos y científicos brindados por la Federación Nacional de Sordos de Colombia (Fenascol) y la Universidad de los Andes, se logró brindar el acceso a la licencia de conducción de vehículo particular a las personas con sordera profunda.
“Buscamos tener usuarios más preparados, pero también un sistema más protector que nos ayude a reducir las fatalidades. Los invitamos a que nos ayuden a enriquecer el Plan Nacional de Seguridad Vial; los comentarios se recibirán hasta el 24 de junio en la página del Ministerio de Transporte”, concluye el director de la ANSV.
*Contenido elaborado con apoyo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial
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