La Región Pacífica, un vasto territorio que comprende los departamentos del Valle del Cauca, Chocó, Nariño y Cauca, tiene todo el potencial para consolidarse como un referente nacional gracias a su vocación empresarial, riqueza natural y estratégica ubicación. De hecho, hoy es la tercera economía más importante de Colombia, después de Bogotá y Antioquia, con un aporte al PIB nacional de más del 13 por ciento.
Aunque en términos generales los indicadores macroeconómicos son satisfactorios, existen grandes desafíos que deberán asumir los nuevos alcaldes y gobernadores a partir del primero de enero de 2024. Por ejemplo, la pobreza, inseguridad y conectividad. Según la Ocde, la pobreza en el Chocó es cuatro veces mayor que en la capital del país, y está tres veces por encima de la media nacional. La encuesta de percepción de inseguridad por ciudades del Dane reveló que Cali encabeza la lista con 84 puntos, seguida un par de puestos más abajo por Pasto, con 70 puntos. Y en materia de vías, según el Departamento Nacional de Planeación el 40 por ciento de los municipios del Pacífico está como mínimo a dos horas de alguna ciudad principal.
Para superar todas estas dificultades, Didier Tavera, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, afirmó que es vital ordenar el aparato productivo en el territorio y así diversificar y generar mejores ingresos con iniciativas de productos locales. “Un ejemplo ha sido la siembra y comercialización de cafés especiales, que se ha convertido en una forma próspera de sustituir cultivos ilícitos, honrar nuestra cultura y lograr desarrollo y calidad de vida digna para el campesinado”, explicó.
Sin embargo, también precisó que este tipo de acciones deben venir acompañadas de soluciones de fondo. “Es cierto que estamos llamados a la protección de los ecosistemas de la región, pero no podemos descuidar el llamado a garantizar las condiciones de vida digna de los seres humanos que la habitan. Esta zona merece todos los esfuerzos, está priorizada en el Plan Nacional de Desarrollo actual con el fortalecimiento del Fondo Plan PAZcífico, que fue creado en gobiernos anteriores pero que a hoy su ejecución no llega al 50 por ciento”, destacó.
Parte de ese trabajo y de los resultados que se puedan obtener a futuro tiene mucho que ver con las administraciones de las ciudades capitales, que pueden fortalecer su relación con los concejos municipales o distritales, priorizar el trabajo en equipo y mejorar los canales de comunicación con el Ejecutivo. Así lo cree Luz María Zapata, directora ejecutiva de Asocapitales, para quien la articulación local y regional es determinante en el Pacífico. “Diseñar hojas de ruta que definan los procesos y actividades es una práctica que puede ayudar a cumplir las metas”, dijo.
La hoja de ruta
Alejandro Éder, alcalde electo de Cali, aseguró que es prioritario trabajar en seguridad, control institucional y pobreza, “porque en el Pacífico tenemos un clúster de criminalidad que va desde el Ecuador hasta el Pacífico mexicano. Y a eso se suma la lucha contra la pobreza vista desde el saneamiento básico hasta el acceso a servicios como salud, vivienda, educación y la generación de ingresos”.
El mandatario también explicó que uno de los grandes retos es la conectividad vial, porque “no podemos seguir desconectados del resto del país y del mundo. El puerto de Buenaventura, la vía Mulaló-Loboguerrero y el ferrocarril del Pacífico son apuestas inaplazables”.
Con una visión más global, Dilian Francisca Toro, gobernadora electa del Valle del Cauca, aseguró que es urgente desmontar el entramado que existe con la presencia de grupos armados, narcotráfico y delincuencia común. “Es importante recuperar el control del territorio. Pero estas acciones deben ir de la mano de la inversión social en una región que ha estado olvidada. Se necesitan escuelas, hospitales y bienestar. Y, sobre todo, generar más oportunidades para los jóvenes y las mujeres. Fortalecer sectores como el turismo y la infraestructura portuaria, en el marco de un desarrollo sostenible, deben ser las prioridades”, agregó Toro.
Rafael Bolaños, alcalde electo de Quibdó, advirtió que la situación actual en la ciudad es el resultado, entre otros aspectos, del deterioro de la seguridad. “Nuestra gente está pidiendo mayores oportunidades laborales, académicas, deportivas, culturales. Necesitamos una intervención integral para solucionar estos problemas”. En línea con esas necesidades, parte de las propuestas de Bolaños incluyen la construcción de escenarios deportivos y crear programas de turismo sostenible que consoliden a Quibdó como un destino atractivo.
En Chocó, la riqueza natural hace que el departamento tenga un potencial económico enorme, una ventaja a la que Nubia Córdoba, su gobernadora electa, buscará sacarle mayor provecho. “Actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras, así como el etnoturismo están en capacidad de sacar a los habitantes de la pobreza y la inseguridad. Sin embargo, esto no será posible si no se atiende el retraso de la infraestructura vial. No se entiende cómo Chocó aún sigue sin terminar sus dos principales rutas de acceso desde Antioquia y Risaralda, impidiendo así explotar sus ventajas competitivas con sus costas sobre el Pacífico y el Caribe. Somos el único departamento que cuenta con este atributo y no tenemos vías al mar”, recalcó.
Las vías y la conectividad son otra tarea urgente en el Cauca. José Octavio Guzmán, gobernador electo del departamento, mencionó que es clave trabajar en sinergia con el Valle del Cauca y Nariño para atender, por ejemplo, los problemas con la ruta Panamericana. No obstante, en este departamento el foco de las nuevas administraciones será la inversión social para reducir los cultivos ilícitos. “Nuestra mayor apuesta es que, con el acompañamiento del Gobierno nacional, haya avances significativos y de impacto en las mesas de diálogo con los grupos armados que operan en el territorio. Ellos les restan tranquilidad a los habitantes”, puntualizó Guzmán.
La preocupación por la gente también se traslada a Popayán, una ciudad que hoy enfrenta una enorme migración de jóvenes en busca de mejores oportunidades en otras partes del país. Juan Carlos Muñoz, el alcalde electo, afirmó que, aparte de la Semana Santa y el festival gastronómico, “la ciudad no tiene otras vitrinas para atraer visitantes”. Y ese fenómeno tiene una incidencia en el desempeño de las empresas, que también prefieren instalarse en territorios más atractivos. “Queremos que Popayán se convierta en un distrito especial y que podamos aprovechar las generaciones de jóvenes que se forman en nuestras universidades”, concluyó Muñoz.
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