El posicionamiento de los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en una empresa son determinantes en la agenda social y empresarial.
Todos los aspectos de las operaciones comerciales están en el centro de atención hoy en día: cómo se trata a los empleados, las prácticas de la cadena de suministro, las credenciales ambientales y el uso responsable de los datos de los clientes, entre otros. Ser una organización ‘guiada por un propósito’ que se esfuerza por tener un impacto positivo en el planeta y su gente importa hoy más que nunca.
Este concepto se fundamenta en tres pilares: La E de Environmental, que engloba el efecto que la actividad de las empresas tiene en el medioambiente, de forma directa o indirecta.
La S de Social, incluye el impacto que una determinada empresa tiene en su entorno social, en la comunidad, y la G de Governance alude al gobierno corporativo de la empresa, por ejemplo, a la composición y diversidad de su Consejo de Administración, las políticas de transparencia en su información pública o sus códigos de conducta.
De acuerdo con expertos de la Firma KPMG Colombia, la construcción de una estructura de gobierno sólida que alinee la toma de decisiones con las estrategias de sostenibilidad se ha vuelto crucial. Los líderes del mercado mundial en todos los sectores, incluidas las principales aseguradoras de la actualidad, están reconociendo el valor de este enfoque y avanzando a través de sus acciones.
Hacerlo puede ayudar a facilitar la selección de socios y proveedores que compartan la misma mentalidad ética y dar a las aseguradoras una mayor confianza en sus cadenas de valor, siendo responsables por sus clientes, partes interesadas, el público y por el comportamiento de sus proveedores para que garanticen las mejores prácticas de ESG.
Es así como el sector asegurador, debido al impacto que tiene en la vida de las personas y en el futuro de las empresas, se constituye en un escenario determinante para que estas prácticas se conviertan en un factor infaltable en sus actividades.
Según KPMG Colombia, debido a la naturaleza de sus servicios, las aseguradoras suelen ser el primer “puerto de escala” en momentos de dificultad para los clientes que se enfrentan a una pérdida y necesitan apoyo.
“Las aseguradoras podrían considerar el espíritu de una póliza y asegurarse de que sus clientes sean plenamente conscientes de las advertencias y cláusulas dentro de la redacción de la póliza que puedan afectarlos en el futuro durante circunstancias completamente imprevistas, como desastres naturales. Esto apoyaría a la comunidad en general y tendría un impacto positivo en la reputación de la aseguradora. También existe la oportunidad de alimentar los servicios de prevención de pérdidas, para limitar que ocurra el posible evento de reclamación”.
Los equipos de reclamos, en particular, están bien posicionados para relacionarse con los clientes y asumir un papel de liderazgo en el compromiso de sus negocios con los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
De acuerdo con Luis Orlando Lugo, Socio Líder del Sector Asegurador de KPMG Colombia: “En la medida que las aseguradoras enfrentan un mayor escrutinio y expectativas crecientes frente a temas de ESG, las empresas con visión de futuro están haciendo esfuerzos estratégicos para tomar decisiones que consideren los problemas apremiantes de la actualidad y todo lo que implica con relación a las necesidades ambientales, los impactos sociales y los posibles requisitos regulatorios; dada la agenda ESG de hoy, es probable que los informes de sostenibilidad de mayor alcance se vuelvan obligatorios en los próximos años”.
Para la Firma, si bien las aseguradoras, como todas las empresas, tienen la responsabilidad de implementar prácticas sostenibles y responder estratégicamente a los cambios sociales en curso y a las expectativas públicas en evolución, un enfoque en la agenda climática también es un buen negocio en medio del aumento del riesgo actual y los impactos destructivos del cambio climático, lo cual se refleja en los desastres hidrológicos, meteorológicos, climatológicos y geofísicos que se han presentado en los últimos 40 años en el mundo.
Las aseguradoras tienen enormes cantidades de datos que pueden combinarse y aprovecharse para informar las políticas públicas y mejorar la prevención de pérdidas.
Pueden continuar trabajando más de cerca con los gobiernos y los formuladores de políticas para brindar nuevas perspectivas y conocimientos sobre el riesgo y el modelado, por ejemplo, analizando datos relacionados con reclamos de salud, accidentes de tráfico, impactos climáticos, etc.
“Los constantes cambios económicos, políticos, sociales y ambientales, la nueva realidad global post pandemia y las necesidades cambiantes de los clientes están requiriendo que las Aseguradoras demuestren un enfoque verdadero en los problemas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), en esto, las áreas de reclamaciones de seguros y de administración de riesgos pueden desempeñar un papel clave”, afirma Lugo.
Además, en opinión de los expertos, la agenda social continúa ganando protagonismo a medida que la sociedad se pronuncia sobre los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, la igualdad racial y de género; las expectativas públicas de las empresas están creciendo, y, en consecuencia, las prácticas éticas e inclusivas están en el centro de atención y se enfrentan al escrutinio público como nunca.
Bajo este escenario, las asegurados están llamadas a demostrar su enfoque ESG a todos los grupos de interés. La función de reclamos de siniestros puede asumir el liderazgo y contribuir con los clientes para garantizar resultados positivos, lo cual es crucial para la reputación y el éxito de la industria aseguradora.
Áreas de enfoque para incorporar ESG
En las compañías aseguradoras, propone KPMG, las áreas fundamentales para desarrollar políticas ESG son fundamentalmente la de aprendizaje y desarrollo, donde se deberá capacitar al personal para promover la sostenibilidad y trabajar con ellos para garantizar que los esfuerzos y las metas sean coherentes y se incorporen a la cultura del lugar de trabajo.
Los procedimientos y políticas internas deben garantizar que la sostenibilidad ocupe un lugar central y prioritario en la manera en que se administra el negocio. Las políticas deben comunicarse claramente en todas las funciones. Y por último, en el área de proveedores es fundamental garantizar que los valores y las prácticas de los proveedores se alineen con los de la aseguradora.
*Contenido elaborado con apoyo de KPMG Colombia
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