Lina García tiene una cita ineludible cada martes, jueves y sábado por la noche. Sin importar si está exhausta luego de trabajar todo el día como conductora de aplicación, un ritmo irresistible la atrae hacia el segundo piso de una casa junto a la Autopista Sur. Desde hace más de 20 años, en ese lugar palpita la Agrupación Artística y Cultura Xúa, uno de los grandes colectivos de danza folclórica de Soacha.

Allí se reúnen niños y adultos –en diferentes categorías– para invocar mediante su baile la cultura y los espíritus de las diferentes regiones de Colombia. Viajan a la costa Caribe al ritmo de tamboras y cumbias; luego se transportan a las montañas andinas con las cadencias de los torbellinos y los bambucos. Y también bailan ‘soachitas’, la música tradicional local creada por el maestro Fulgencio García en 1912.

El grupo está dirigido por el soachuno Alexánder Bolaños, quien encontró en la danza folclórica una forma de conectarse con las raíces. “Empezamos en una época, antes de internet, en la que no teníamos una percepción de que había un mundo más allá de Soacha. Entendimos que el folclor nos ayuda a reconocernos como colombianos, a valorar las tradiciones y lo que somos. Y aunque ahora hay muchos modismos extranjeros; nosotros nos sentimos orgullosos de vestir ruanas, cotizas, alpargatas”, señaló el director.

El grupo está dirigido por el soachuno Alexánder Bolaños, quien encontró en la danza folclórica una forma de conectarse con las raíces. | Foto: Jorge Serrato

Esa pasión ha llevado a la agrupación Xúa a coronarse campeona del Festival Sol y Luna en cinco ocasiones y a ganar el festival Macoco de Oro en Baranoa, Atlántico. También han llevado el nombre de Soacha a escenarios internacionales como Ecuador, México y Perú. No son hazañas menores para un grupo de bailarines que equilibran intensos ensayos con su vida laboral. Y es que entre las 36 personas que conforman Xúa hay profesiones como técnico de aire acondicionado, estilista y contador. “Viajar a presentar nuestro trabajo es un esfuerzo económico grande; a todos nos toca ahorrar. Incluso recientemente tuvimos que rechazar una invitación a Argentina por el costo de los pasajes”, señaló Bolaños.

Con o sin viajes, Lina, de origen quindiano, afirmó que la gran diversidad de estos bailes le permite conectarse más fuerte con su identidad colombiana en un municipio que ya de por sí es un gran receptor de migrantes de todo el país. Y es también, añadió Bolaños, un ejercicio que permite llevar en alto el nombre de Soacha: “Hay un gran ecosistema de grupos de danza independientes y entre todos mostramos una perspectiva diferente de lo que es el municipio”, declaró.

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