En los últimos tres años, gobiernos, organismos oficiales y empresas en América Latina pusieron en marcha un proceso irreversible: acelerar la digitalización y, en esa ruta, la pandemia fue determinante para avanzar. Aunque las empresas del mundo, entre ellas algunas de la región, ya habían recorrido un camino importante en la adopción de tecnologías como la nube y la firma digital, solo en el momento más crítico de la crisis sanitaria sus líderes entendieron a fondo la importancia de configurar una nueva infraestructura y de implementar mecanismos de autenticación digital.
Ante este nuevo panorama, la compañía Thomas Signe (que surgió de la unión de dos referentes de la industria de la seguridad documental -Thomas Greg & Sons, en Colombia, Chile y Perú- y Signe, en España) encontró la oportunidad de constituirse como uno de los jugadores más destacados en el ámbito tecnológico, el cual no solo será determinante en la construcción de una nueva cultura empresarial, sino para enfocar los procesos, el trabajo y las relaciones.
En Colombia, donde se ha hecho una fuerte apuesta por la transformación -con servicios como la cédula digital, la facturación electrónica y la carpeta ciudadana-, Thomas Signe comenzó su tránsito para convertirse en un aliado de este cambio. Además de generar soluciones de gran impacto, como la impresión de documentos de seguridad de gran trascendencia social y económica, la compañía ha concentrado parte de sus esfuerzos en dar garantía y confianza a las transacciones online.
Thomas Signe Colombia no es solo una empresa de tecnología. Como lo explica Paula Mariño, su gerente comercial, también se constituye como una Entidad de Certificación Digital (avalada por el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia, ONAC) que trabaja en la creación de identidades digitales y en la aplicación de la tecnología blockchain como un paradigma que está revolucionando la confianza y creando la base de los nuevos negocios. Esto se traduce en transparencia, seguridad y trazabilidad para la industria 4.0, la educación, el sector público y el mercado.
“La tecnología blockchain no solo está relacionada con criptomonedas o con el sector financiero. Es una tecnología que puede utilizarse en cualquier sector económico para generar valores agregados, favorecer la trazabilidad, la seguridad y la descentralización. Gracias a esta, se podrán simplificar e integrar procesos, generar menores costos de transacción y, sobre todo, el blockchain hará de internet un lugar mucho más democrático”, aseguró Mariño.
En su papel como Entidad de Certificación, Thomas Signe adelanta el desarrollo de soluciones tecnológicas basadas en firma digital, electrónica y blockchain para apoyar los procesos de transformación digital de las empresas y hacer posibles gestiones documentales más eficientes, sostenibles y confiables.
Tres plataformas clave
La implementación de soluciones como la firma electrónica y el blockchain tiene como soporte tres plataformas que hoy en día son de gran valor para las organizaciones, pues permiten gestionar y firmar documentos con total confianza para los usuarios.
Una de ellas es Uruk, que proporciona diferentes tipos de firma (electrónica, digital y biométrica) y niveles de seguridad (certificado digital, sello de tiempo y códigos OTP, que son contraseñas de único uso) para hacer realidad operaciones como firma de contratos, compraventas, documentos administrativos, contables, legales, públicos y privados.
“Garantizamos que cualquier mensaje de datos, identidad digital o transacción que se haga en internet tenga total validez legal y probatoria, aportando beneficios al sector real como seguridad, automatización de procesos, sostenibilidad, mejora en la productividad, ahorro de tiempo y la incorruptibilidad”, explicó Mariño.
Por otra parte, Thomas Signe se ha concentrado en soluciones orientadas a evitar la falsificación de documentos académicos, un delito que afecta la reputación de las universidades del país. Una de estas es la plataforma eTítulo, que permite a las instituciones educativas la generación de copias electrónicas firmadas digitalmente de los documentos académicos más trascendentales para sus egresados: diplomas, actas de grado, certificados de estudio, entre otros, con la misma validez legal de los documentos en papel.
La generación de acreditaciones académicas en formato digital protegidas de manera inviolable mediante la firma digital y la seguridad de la tecnología blockchain, cuenta Mariño, garantiza que no se puedan alterar o falsificar los documentos y permite su validación por parte de terceros de manera inmediata.
Hoy, universidades como la EAN, la Universidad Nacional, la Universidad Konrad Lorenz, la Fundación Universitaria Sanitas, la Universidad Autónoma de Occidente y el Colegio Anglo Colombiano son algunas de las instituciones que ya emplean esta tecnología.
Por otra parte, la tecnología blockchain se ha convertido en un valioso aliado para la cadena global de suministros, la cual ha afrontado importantes dificultades logísticas en tiempos recientes.
Para mejorar los procesos, Gouze, una plataforma de trazabilidad que usa blockchain, permite la conexión de los actores involucrados en el proceso productivo de materias y bienes proporcionando transparencia y confiabilidad en cada uno de los procesos de la cadena de valor.
A través de la plataforma se puede establecer el estado de cada producto en un momento determinado. Cada bien es dotado de identidad digital, lo que facilita su seguridad.
“Una de las aplicaciones de trazabilidad blockchain más potentes en Latinoamérica está en el sector agroalimentario, en donde podemos hacer el seguimiento de los productos, desde el origen hasta la mesa, logrando que el cliente final pueda certificar a través de un código QR lo que dice la etiqueta”, concluyó la gerente comercial de Thomas Signe.
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