Este sábado los aficionados vuelven al Estadio Metropolitano de Barranquilla para acompañar al Atlético Junior y se espera que su comportamiento sea ejemplar. Para eso la Secretaría de Gobierno de la ciudad lanzó el programa ‘Quilla Goles por la Paz’, que busca establecer acuerdos con los hinchas del equipo para prevenir los conflictos entre aficionados o entre los hinchas y la fuerza pública. Recientemente, a través de esta estrategia se certificaron 31 hinchas como promotores logísticos para el orden público y ciudadanos tolerantes.

Jorge Gastelbondo, abogado y líder de la barra Los Kuervos, un grupo de seguidores del equipo barranquillero que se conformó hace más de 15 años en la ciudad, cuenta que anteriormente los enfrentamientos eran constantes, pues el Estadio Metropolitano es la casa del Junior y de la Selección Colombia.

Sin embargo, esta iniciativa ha logrado poco a poco, desde hace más de una década, que la violencia disminuya dentro y fuera del estadio. Con una articulación entre los hinchas y la administración, se crearon mesas de barrismo social en las que se visibilizan las problemáticas que se presentan antes, durante y después de un partido de fútbol.

“Una mejor articulación contribuye a que se implementen nuestros derechos y a los jóvenes les permite aclarar cuáles son los deberes de los barristas. Ahora, el rol de los promotores, que es el título en el que nos certificamos, consiste en evitar todos los conflictos mediante el diálogo, servir de interlocutores entre la hinchada y las instituciones y manejar el conflicto que se vive dentro del escenario deportivo”, detalla Gastelbondo.

Desde 2009, cuando se creó la Comisión Nacional para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol, en el país nacieron distintas estrategias para combatir los casos de violencia. Aun así, entre 2008 y 2020 se registraron 149 muertos por enfrentamientos entre hinchas. Por eso, estos mecanismos de resolución de conflictos empezaron a caracterizar las problemáticas sociales y personales de los jóvenes que participan del programa: algunos no consiguen empleo, la mayoría son menores de edad que no pudieron terminar el bachillerato y otros, en ocasiones, han crecido en contextos violentos.

En consecuencia, la certificación de un hincha como promotor del orden público en Barranquilla también incluye apoyo en distintos aspectos, como vinculación a sistemas de salud o acceso a empleo a través del Centro de Oportunidades, un espacio en el que se ejecutan distintas actividades alrededor de la formación y búsqueda de oportunidades laborales.

La certificación de un hincha como promotor del orden público en Barranquilla también incluye apoyo en distintos aspectos, como vinculación a sistemas de salud o acceso a empleo a través del Centro de Oportunidades. | Foto: Mauricio Florez

Los hinchas solicitaron este curso para evitar las problemáticas que se presentan dentro del estadio. También pidieron capacitar a personas dentro de las barras para que entiendan mejor los conceptos políticos dentro y fuera del estadio, como resolución de conflictos o aspectos técnicos como la logística y la prevención de emergencias.

Juan Carlos Arteta, joven barrista del Junior, reitera su voluntad de paz y asegura que los aficionados a este deporte han demostrado su disposición para que todos los eventos deportivos en el estadio se lleven de la mejor forma. “Este tipo de iniciativas hacen que se vea al barrista de otra forma”.

Por su parte, la secretaria de Gobierno de la Alcaldía de Barranquilla, Jeniffer Villarreal, aseguró que este proceso cambia la vida de las personas y reiteró la invitación a los asistentes para que cada vez más miembros de las barras hagan parte de esta iniciativa. “El barrismo no debe verse como conflictos, sino como construcción social y de paz. Ustedes, como barristas, apadrinan la ciudad”, concluye.

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