Georgiana Viou, una chef reconocida a nivel mundial por ser la primera mujer afro en ganar una Estrella Michelin, estuvo de visita en Bogotá para compartir con otras tres chefs en un performance de gastronomía y música en el que también participó la Embajada de Francia.
Nacida en Cotonú (Benin), un país al oeste de África, esta cocinera de 45 años es conocida porque sus platos se inspiran en la gastronomía de Benin y el sur de Francia, a donde llegó en 1999 para estudiar literatura y civilizaciones extranjeras en la Universidad París-Sorbona. Pero terminó abandonando la carrera para dedicarse a su pasión por la cocina.
“Todo se lo debo a mi mamá y a las tradiciones propias de mi cultura. Empecé a llamarla para que me explicara cómo hacer las preparaciones de platos que comía cuando era niña. Traté de traer toda la tradición culinaria de la casa a la mesa porque la memoria y el corazón son la base de la preparación de los buenos platos”, afirmó.
Georgiana profundizó su interés por la cocina a través de libros y la gastronomía francesa. Gracias a su llegada a Marsella tuvo la idea de empezar un restaurante similar, Mistral, y poco a poco fue desarrollando un concepto de cocina de autor en el que fusiona la cocina mediterránea con toques de la de su país.
Su primer reconocimiento fue el premio culinario “Le Taittinger des Cordons Bleus” en 2009. Un año después participó en la primera edición de Masterchef Francia y quedó finalista. A esto le siguió una estancia en París, en el restaurante con estrella Michelin de Sarah y Sylvain Sendra, y en Hissa Takeushi.
El pasado 6 de marzo el trabajo de Georgiana Viou ganó su primera estrella en la Guía Michelin. “Nunca soñé con tener ese premio. Sin embargo, la cocina que se hace desde el gusto y el amor siempre se exalta de alguna manera”, mencionó.
Teófila Betancurt, lideresa rural de la Costa Pacífica de Colombia y quien preserva los oficios de la cocina y medicina tradicional, fue otra de las chefs invitadas. Esta mujer licenciada en educación agregó que la fuerza de su empoderamiento ha sido el saber heredado de sus ancestros.
“El trabajo de las mujeres afro en la gastronomía ha sido clave porque desde la cocina tradicional han posicionado un espacio propio. Además, han consolidado la creación de una economía a escala que les permite generar ingresos propios y adquirir autonomía”, destacó.
Georgiana agregó que no es necesario tener muchos productos en una misma preparación, sino que “la diferencia de la buena gastronomía radica en tener pocos pero muy buenos productos que permitan crear platos de autor”.
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