En el marco de la socialización del Plan de Desarrollo departamental, la gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, anunció nuevas inversiones para el gremio caficultor. Se trata de cuatro mil millones de pesos destinados a la construcción de una Escuela de Café en el municipio del Líbano, y cinco mil millones para dar continuidad al programa de Renovación de Cafetales y Nuevas Siembras.

“Tenemos un reto muy grande con el sector agropecuario y además de la Escuela de Café vamos a apostarle con cinco mil millones de pesos al tema de renovación y nuevas siembras de café en convenio con el Comité de Cafeteros del Tolima; pero, además, vamos a apostarle al tema del cacao, donde ya conseguimos unos recursos de cooperación internacional”, señaló la mandataria.

En cuanto al proyecto de la escuela de café que se desarrollará en la vereda La Trina de Líbano, su ejecución estará a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Tolima y contará con el apoyo de la Universidad del Tolima y del Comité de Cafeteros.

“Aunamos esfuerzos desde la experiencia en formación de cafeteros en todo el departamento, jóvenes y mujeres rurales que tengan la intención de seguir todo el proceso de formación de café, en catación, barismo, buenas prácticas agrícolas en el cultivo, análisis sensorial, fermentación y tostión, para que tengan la oportunidad de participar en la Escuela de Café”, explicó Juan Camilo García, director de Desarrollo Agropecuario y Rural.

En esta nueva escuela se implementarán módulos académicos dirigidos a productores rurales que quieran especializarse en los procesos de café diferencial y especial. De acuerdo con la Gobernación, se espera que este centro de formación inicie a mitad de 2024 y capacite alrededor de mil personas en la región, durante su primer año.

Escuela de Café en Planadas

Además de la escuela de café en el Líbano, el departamento cuenta con el Centro de Formación Regional de Calidad de Café Diferenciado, la primera escuela de café en el sur del Tolima.

Ubicado en el municipio de Planadas, este proyecto fue inaugurado en diciembre de 2022 con una inversión superior a los 2.500 millones de pesos, los cuales fueron financiados por la Alcaldía Municipal, la Asociación de Productores Ecológicos de Planadas (Asopep) y la Agencia de Renovación del Territorio (ART).

“Consideramos que la educación es fundamental para el desarrollo de los territorios. Planadas es el segundo mayor productor de café en el país y recientemente ha habido mucha profesionalización de los jóvenes en el campo, pues con la educación que están obteniendo prefieren quedarse en sus fincas, sacando muy buenos cafés y otros productos altamente valorados”, precisó Camilo Enciso, gerente de Asopep.

El funcionario sostuvo que en esta escuela se forma a los jóvenes en producción, procesamiento y cosecha de café, y que el apoyo de entidades especializadas como la suya ha sido clave en el proceso.

Además del programa Técnico Laboral, la escuela de café de Planadas cuenta con un programa para catar café, dirigido a niños de 7 a 15 años. | Foto: Getty Images

“Los estudiantes están muy contentos porque los hemos acompañado y creen en nuestra experiencia por el resultado que hemos tenido en temas comerciales, en proyectos de impacto, de investigación en cambio climático, o por las certificaciones internacionales. Esas son herramientas que tenemos para apoyar su formación, la cual está a la expectativa de continuar”, aseguró.

Relevo generacional

Andrés Velasco, de 32 años, es uno de los estudiantes de esta escuela. En septiembre del año pasado se inscribió al programa Técnico Laboral en Cultura del Café y Agroecología y ahora se prepara para iniciar su segundo semestre junto a otros 47 alumnos, quienes aspiran ser la primera generación egresada de la Escuela de Café de Planadas para 2025.

En marzo se recibirá una nueva cohorte de estudiantes debido a la alta solicitud de personas interesadas en esta formación. La expectativa es que el programa no solo beneficie a jóvenes del municipio de Planadas, sino de los 18 municipios del sur del Tolima.

Para Velasco, quien proviene de una familia con tradición agrícola, hacer parte de este proceso formativo representa la oportunidad de aplicar los conocimientos técnicos en su unidad productiva y de relevar a sus padres en las labores del campo.

“Es importante que haya un relevo generacional. Mi padre y mi madre son agricultores desde hace muchísimos años, así que esa labor productiva viene de herencia; pero es interesante ver cómo hemos podido complementar esos saberes tradicionales del campo, con nuevos conocimientos tecnificados. En el último semestre, aprendí sobre la nutrición específica de cultivos como el café, la aplicación de análisis del suelo para así aplicar los fertilizantes apropiados y el uso de algunas herramientas tecnológicas para mejorar la producción y calidad de las cosechas para que sean más rentables”, contó Velasco, oriundo de la vereda La Unión.

Inversiones del sector cafetero en Tolima. | Foto: Getty Images

Además, destacó la formación en el manejo financiero y presupuestal de proyectos productivos y el uso de las TIC y nuevas tecnologías para el fortalecimiento del agro.

“Los docentes son personas con vocación que saben lo que hacen, han tenido experiencia en el sector y tienen mucho sentido de pertenencia. Eso nos ha animado a quedarnos acá, en vez de migrar a la ciudad, porque en el campo también hay muchas oportunidades y queremos que siga siendo ese motor de la economía”, afirmó Velasco.

Para finalizar, advirtió que “la escuela es muy importante porque nos brinda la oportunidad de capacitarnos acá en el territorio con más facilidades económicas. Hemos aprendido a tenerle más amor al sector agropecuario y a lo que hacemos en nuestras fincas. Ya no es algo que hay que hacer porque sí, sino que vemos como una opción de negocios teniendo cultivos más productivos y rentables”.