El departamento de Guainía es una cuna de vida. En sus más de 72 mil kilómetros cuadrados de selva virgen se despliega una de las redes fluviales más importantes de Sudamérica: el río Orinoco y el río Negro, principal afluente del Amazonas. Conocido como “la tierra de muchas aguas”, este territorio alberga a una cultura indígena y campesina pujante y con determinación, además de miles de especies animales y vegetales.
“Guainía se ha hecho a pulso. Nosotros somos gente berraca, pujante, que sabe que saldrá adelante independientemente de la adversidad. Hay mucho por descubrir: turismo ecológico, de naturaleza. Es un turismo que enamora. No he conocido al primer turista que venga y después no tenga ganas de volver”, aseguró Arnulfo Rivera, gobernador del departamento.
En su mayoría, la población de Guainía corresponde a etnias indígenas. Los pueblos curripaco, piapoco, puinave, sikuani, tukano, desano y wanano son solo algunos de ellos. Históricamente, estas comunidades se han enfrentado a grandes desafíos: ausencia de recursos, minería ilegal y sistemas de salud y educación deteriorados.
“Encontré un departamento que no creía en el turismo y con un sistema de salud muy malo. Hemos estado a contrarreloj y hasta el momento se ha hecho una bonita labor. Aparte de trabajar en la salud, hemos encontrado otras necesidades como la minería, que ha afectado mucho al departamento”, explicó el gobernador.
La plantación de asaí, una palma nativa del norte de Sudamérica, ha contribuido a la solución. La Gobernación de Guainía lidera una iniciativa de diálogo con las comunidades indígenas para transformar la minería ilegal en economía agrícola. Esta planta, apreciada por sus múltiples propiedades, ha sido la apuesta de otros departamentos de la región del Amazonas, y ahora Guainía busca utilizarla para fortalecer su economía.
“Queremos que ellos vean y crean que el asaí es un cultivo del que se puede vivir y que es rentable. También queremos potencializar el turismo y la economía con esta planta. Es la salida para que estas comunidades dejen la minería ilegal”, aseguró Rivera.
El turismo ha sido otra de las grandes apuestas. A lo largo de este año, la Gobernación ha participado en encuentros con ANATO (Asociación Colombiana de Agencias de Viaje y Turismo) en ferias de turismo en Medellín. El objetivo es dar a conocer los hermosos paisajes de Guainía a los colombianos y al mundo.
El Cerro de Mavecure, el Parque Nacional Puinawai, La Laguna de la Bruja, La Estrella Fluvial del Oriente (el encuentro de cuatro corrientes fluviales: el río Inírida, el río Guaviare, el río Atabapo y el Orinoco) y los senderos ecoturísticos de la flor de Inírida conforman este paraíso selvático desconocido por muchos.
En cuanto al sistema de salud, la Gobernación de Guainía ha realizado jornadas de promoción en zonas apartadas como Isana y Cuyari, en la frontera con Brasil y el departamento de Vaupés. Asimismo, Rivera anunció que la entidad ya comenzó el tamizaje de pacientes para la construcción de un nuevo hospital.
“Hemos mejorado muchísimo en educación. Logramos dar el Plan Alimentario Escolar en su momento ideal, sin ningún retraso, y hemos mejorado aspectos de buena gobernanza en los territorios. También tenemos proyectos muy grandes como el Colegio Normalista en el Pajuil, donde llegan todas las etnias indígenas del departamento”, comentó el gobernador.
Guainía es el quinto departamento más grande del país y su presupuesto anual corresponde a 200 mil millones de pesos. Sin embargo, para Rivera “es un presupuesto muy limitado. El 80% se va en funcionamiento, salud y educación. Esto nos invita a articularnos con el sector privado”, indicó.
Uno de esos proyectos ha sido el Aeropuerto de Inírida, cuya infraestructura amerita renovaciones y ampliaciones para aumentar la afluencia de viajeros. Aun así, el presupuesto ha sido el talón de aquiles y esperan recibir mayores ayudas del Gobierno nacional.
“Guainía es un mundo que los espera con los brazos abiertos. Nuestro mensaje es que visiten y conozcan esta maravilla, pues es importante para la economía del departamento. El Guainía es la esperanza de Colombia y el mundo”, concluyó el gobernador.