¿Hoy los hombres se preocupan más por su apariencia, por el cuidado de su cuerpo? Si se hace un sondeo en lo que pasa en redes sociales o lo que muestra la publicidad, cualquiera puede concluir que sí, cada vez más los hombres suman a su momento de aseo productos, como cremas de limpieza o bloqueadores solares, y cada vez más se arriesgan con colores no tradicionales y se preocupan por la alopecia o las arrugas.

Todo esto no es un secreto, se puede ver en la calle, en la televisión o en los centros comerciales, es una realidad. Lo prueban las estadísticas. Por ejemplo, en la más reciente feria española de emprendimiento Smart Business Meeting, que puede encontrarse en YouTube, se dedicaron varios espacios al análisis del cuidado masculino, incluso el maquillaje, y se concluyó que uno de cada cuatro hombres usa un producto de belleza, más allá del jabón de baño.

Según el libro 'La masculinidad incomodada', estos hábitos en los hombres no se hubieran dado sin la revolución del feminismo. | Foto: Getty Images

Esto se ajusta a lo que planeta la sicóloga y experta en tendencias Mariela Mociulsky en el artículo “Estética masculina: qué tratamientos de belleza buscan los hombres”, publicado por El Clarín de Argentina: “En un comienzo, los hombres usaban solo jabón para bañares y lavarse el pelo. Tener más de un producto era visto como ‘de poco hombre’. Lentamente fueron sumando champú y crema de enjuague”. Cada día más, incluso tratamientos estéticos no invasivos y cirugías. Aquí es interesante recordar la intervención de rejuvenecimiento facial que se realizó hace poco el actor Miguel Varoni, generando discusiones y preguntas sobre esta cuestión, al punto de que él mismo tuvo que invitar públicamente a otros hombres a ser libres con su apariencia y con lo que desean hacer con ella.

¿Cuál es la respuesta? ¿Los hombres le tienen cada vez menos miedo a la “parte rosa”, a la belleza y el cuidado, tradicionalmente asociados con la mujer o lo femenino? No hay que olvidar algo. Si bien muchas de estas tendencias se anclan a la época (en siglos o décadas anteriores los hombres usaron peluca, maquillaje y zapatos de tacón), y también con el consumismo voraz en el que vivimos, ninguno de estos hábitos en los hombres sería posible sin la revolución del feminismo, tal como lo plantean algunos artículos del libro La masculinidad incomodada, compilado por Luciano Fabbri.

Que hablemos de este tema, que las marcas creen cada vez más productos de belleza para hombres, que se piense qué es ser hombre hoy, que se usen términos como nuevas masculinidades o identidades fluidas, es gracias al necesario golpe sobre los roles de género y lo que se espera de ellos que vienen dando las mujeres sobre la mesa del patriarcado, un “jaque mate del feminismo”, como lo menciona el libro. Una lucha a la que se han sumado las de otras poblaciones oprimidas. Y por estas razones, Bad Bunny puede presumir de su vestido rosa con piernas peludas, y muchos hombres han dejado de estar arrinconados en el papel del proveedor y persona insensible, para ser más libres, y si desean, usar cremas, llorar o preocuparse por sus líneas de expresión.

Lea también: ¡Cuidado con los biopolímeros! Estos son los riesgos según Jaime Pachón, cirujano y experto en la materia