Johana Aranda, alcaldesa de Ibagué, se había comprometido en llevar el agua potable al sur de la ciudad. En una trabajo articulado con la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, IBAL, hizo la entrega del esperado segundo acueducto, para cumplir con ese propósito. La megaobra había sido calificada como un ´elefante blanco´ por sus tres décadas de espera. “Hoy, después de 29 años, la deuda ha quedado saldada”, señaló la alcaldesa.
El tubo sin agua, así como los accesorios e infraestructuras abandonadas, quedó en el pasado. Bajo la premisa de trabajar sobre lo construido, se logró recuperar la funcionalidad de un sistema que conecta el río Cocora con el casco urbano de Ibagué. Ahora se garantizan 1.009 litros por segundo de agua.
“Cumplimos el sueño de entregarle al sur agua potable. Aquí el reconocimiento es para todos los trabajadores del IBAL, para mi amigo Andrés Hurtado que dejó los cimientos de este proyecto, a los líderes de los acueductos comunitarios”, señaló la alcaldesa y destacó que el segundo acueducto llegó para generar progreso y llevar agua a cada rincón de la ciudad.
De acuerdo con Érika Palma, gerente de IBAL, el proyecto tuvo varios desafíos. El primero es que se desarrolló en una pendiente de 60 grados, con unas características agrestes en el sector conocido como Morrochusco, área clave en los primeros 20 kilómetros de más de 42 que comprende todo el proyecto. “El trabajo continuo, las horas extensas y el sacrificio profesional, físico y mental de la familia Ibal se puso a prueba y fue exitoso; le entregamos la obra a los ibaguereño”, destacó.
La gerente de Ibal tiene la certeza de que esta obra de ingeniería le devolvió a la gente la confianza en lo público, en las alianzas estratégicas con los privados. “Fuimos pioneros a nivel nacional, pues un tramo se logró con la aprobación del concejo, a través de plusvalía. Como resultado, tenemos ahora en nuestras plantas de Boquerón y la Pola una nueva fuente abastecedora”, resaltó la ingeniera Palma.
Por su parte, Eddy Gómez, una de las líderes del sur que ha luchado por esta obra, ratificó que es una realidad y que hay que seguir avanzando por el bienestar de todos. “En esta lucha llevamos 29 años, hoy celebramos estos logros, es memorable, que alegría hoy contar con el Acueducto Complementario”, afirmó.
La obra de ingeniería más importante de la historia de la Capital Musical abarca 42 kilómetros e incluye una bocatoma, desarenadores, excavaciones sin zanja con tecnología Tunnel Liner, 17 viaductos, válvula de sobre-velocidad y válvula de control. Además, cuenta con más de 400 anclajes, estructuras de disipación, tanques de almacenamiento y la planta de tratamiento de agua potable Boquerón, todo para ofrecer un mejor servicio a los usuarios.
Otras grandes inversiones
Como parte de los proyectos estratégicos e inversiones desarrolladas por la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, se destacan varias iniciativas clave en el marco de su gestión de rendición de cuentas y transparencia. Sobresale la modernización de las plantas de tratamiento de agua potable 1 y 2 en La Pola, la optimización de la planta de tratamiento de agua potable Chembe, y el denominado “Combo 3x1″, que abarca la modernización de redes de acueducto, alcantarillado y pavimentación. Estas acciones reflejan el compromiso de la empresa con el mejoramiento en la prestación de los servicios públicos para la comunidad.
*Contenido elaborado con apoyo de Ibal.