El Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), del Banco de la República, inauguró recientemente Territorios Guardianes, una exposición con las obras de 92 artistas de distintas regiones del país que a partir del cuerpo, la naturaleza o la comida lanzan una crítica a lo que sucede en estos lugares y es ignorado por muchos colombianos, también comparten sus propuestas para preservar la cultura y tradiciones de sus habitantes.
Los trabajos fueron seleccionados de una gran convocatoria en la que participaron 132 artistas. Esta invitación forma parte del programa Imagen Regional, un proyecto del Banco de la República que desde 1995 trabaja por visibilizar el arte en las distintas regiones del país. En esta oportunidad, la exposición está dividida en siete ejes temáticos: Ofrendas - Prácticas Ancestrales, Alimentos, Humano no Humano, Arquitectura, Utopías y Distopías, Cuerpo - Tiempo, Opacidad y Cultura Material.
Luis Fernando Ramírez, curador de arte del Banco de la República, explica que estos trabajos no solo representan a sus regiones, es la visión que los artistas tienen sobre los territorios y la diversidad que hay en ellos. Pero “lo más novedoso de la exposición es la visibilidad que pueden tener los creadores desde lugares apartados”, destaca Ramírez.
Aunque las secciones están compuestas por artistas de todos los departamentos, en Prácticas Ancestrales, por ejemplo, hay un mayor número de creadores indígenas que visibilizan su contexto actual o los temas culturales más relevantes de la Amazonía. En Humano no Humano, se encuentran las obras que retratan el territorio desde las raíces, las plantas o los animales y en la sección de Cuerpo y Tiempo se presentan varias propuestas de artistas afrodescendientes que utilizan el cuerpo como una manera de contar el territorio.
Carmenza Banguera, maestra de artes plásticas del Instituto Bellas Artes en Cali y autora de la obra Morfología de la Inclusión, cuenta que el trabajo que exhibe hace parte de una investigación que ha desarrollado para intentar entender la relación entre las cuestiones afro y la urbanidad. Banguera propone una crítica al uso de los elementos de identidad que son reduccionistas, por eso, en su obra los visitantes podrán observar que el poder del cabello afro también representa cuestiones más profundas para los pueblos negros y otras críticas al racismo que persisten en el país.
Otra de las obras destacadas es la de la artista nariñense Ana Tumal, maestra en artes visuales de la Universidad Antonio Nariño: ‘Siémbrame’. Con ella propone una crítica a la ciudad y a sus muros. Tumal asegura que la visión ancestral de las obras permitió generar una articulación entre los artistas y el territorio. Finalmente, hace una invitación a que las personas se conecten con la naturaleza y abran espacios para sembrar y cultivar su propio alimento. “Mi propósito es entablar un diálogo entre las comunidades indígenas y la gente del común para que se conecten desde el origen y tengan en cuenta la importancia de la vida que nos rodea”, puntualiza Tumal.
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