Este 2024 se celebra el centenario de uno de los libros más importantes de Colombia y América Latina en el siglo XX: La vorágine, del escritor, abogado y político huilense José Eustasio Rivera.
La importancia de esta obra en la cultura e historia del país dio origen a una iniciativa turística en la región de la Orinoquía colombiana y a distintas manifestaciones académicas y culturales en gran parte del territorio nacional.
La obra, que cuenta las desventuras de Arturo Cova y su amor prohibido, Alicia, está más vigente que nunca gracias a una innovadora estrategia de turismo literario en los departamentos del Meta y Casanare. Gracias a este proyecto La vorágine ya no solo se lee, también se vive.
Territorio La Vorágine: llano y selva es el nombre de la ruta turística que sigue los pasos de José Eustasio Rivera por estos territorios, para dar a conocer el impacto del autor y de su obra en el desarrollo de la región y contribuir a darle un impulso al turismo local.
“Es un producto turístico de iniciativa privada regional que busca promocionar, posicionar y comercializar el territorio, aprovechando la innovación del turismo literario con la obra más trascendental de llano y la selva que se ha escrito en el continente y que permite que, a través de ella, el visitante realice una inmersión total en la naturaleza, la cultura y las costumbres, haciendo memoria histórica de los conflictos socioeconómicos y llevándose una experiencia de belleza única y la certeza de comprometerse con una paz verdadera que trascienda al país y al mundo”, explicaron desde el Macroclúster Turístico de Oriente (MTO).
La ruta se lanzó a finales del año pasado e incluye siete planes, partiendo desde Villavicencio y recorriendo lugares históricos por donde pasó Rivera, con algunas paradas en sitios que se mencionan en el libro y en escenarios donde se puede apreciar la biodiversidad de la región.
Como parte del plan hay recorridos por las caucheras, siembras de árboles y encuentros con etnias locales para conocer sus tradiciones. El corazón de la ruta es Orocué, un municipio de Casanare ubicado a 4 horas de Yopal, en donde se encuentra el parque La Vorágine y la Casa Museo en la que se hospedó el autor mientras escribió su obra.
La cuna de ‘La vorágine’
“Cuando José Eustasio llegó en 1918 a Orocué, conoció el Llano. Había venido en 1916 a Villavicencio, pero al llegar a Orocué vió lo que era un amanecer llanero, un atardecer, la cultura. Eso le impactó. Además, conoció a Luis Franco Zapata y a su esposa Alicia, quien le contó su verdadera historia de amor y esto inspiró el romance del libro. Luis Franco también le habló de los ríos de la Orinoquía, de las caucheras, aunque José Eustasio ya iba enterado de lo que sucedía con el comercio del caucho. Aquí se gesta la obra, nace La vorágine, y creo que eso le otorga una importancia a Orocué en la génesis del libro”, explicó Carmen Julia Mejía, directora de la Fundación Isana y la Casa Museo La Vorágine.
Quienes visiten Orocué pueden descubrir monumentos y esculturas en honor a la novela en el Parque La Vorágine y visitar la Casa Museo, también conocida como Casa de la Familia Amézquita. Una construcción que data de 1898 y pertenecía a Teodoro Amézquita, amigo y colega de Rivera, quien le permitió hospedarse en ella mientras escribía. Aquí se conserva tal cual la ambientación y los elementos usados por el autor, además de objetos cotidianos de inicios del siglo XX.
“La Casa Museo tiene tres salones expositivos: el salón José Eustasio, el salón Isabel Amézquita y el Salón de la Memoria. Tenemos un guión museográfico aprobado por Cocrea para que el recorrido sea más interactivo y didáctico que académico. Quienes nos visiten se encontrarán con una casa de la época que conserva muy bien sus materiales, y con esa atrapadora historia del por qué somos cuna de La Vorágine”, señaló Mejía Amézquita.
Homenajes en el centenario
Desde diferentes escenarios y regiones, el país le rinde homenaje a esta pieza literaria que sirvió como una denuncia social ante los horrores de la esclavitud y la masacre de indígenas a causa de la explotación del caucho en la selva amazónica.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá se presenta la exposición ‘El árbol que devoró un mundo: los rumbos del caucho en La Vorágine’, organizada por el Ministerio de las Culturas, los Artes y Saberes, y la Biblioteca Nacional.
Además, hasta el 2 de mayo se estarán realizando charlas, conversatorios y espacios dedicados a la historia de La vorágine.
El Ministerio de las Culturas, los Artes y Saberes declaró el 2024 como el año de La vorágine, en el marco del cual se realizarán actividades conmemorativas en todo el país.
Por ejemplo, la presentación de la Biblioteca La Vorágine, una colección de diez títulos alegóricos disponibles en todas las bibliotecas públicas del país. En colaboración con la Universidad de Los Andes, también se dictará la Cátedra Vorágine, con módulos en lugares de la región que se mencionan en la novela.
Igualmente, en Leticia se realizará la primera Feria Itinerante del Libro del Amazonas con La vorágine como protagonista y el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata ofrecerá presentaciones culturales sobre el universo de esta novela y la conexión del Amazonas con el planeta.
También este año será el lanzamiento del Centenario Vorágine en Mocoa, que incluirá eventos artísticos y culturales.
Finalmente, la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios del Ministerio de las Culturas, los Artes y Saberes organizará contenidos audiovisuales relacionados con la novela.