En los últimos años, el Festival de Cine Independiente de Sogamoso y el Festival Villa del Cine se han posicionado como espacios que impulsan la cultura cinematográfica en Boyacá. Adicionalmente, desde la Corporación de Cine y Audiovisuales Laberinto se organizó el primer Festival de Cine Independiente Laberinto, un evento a través del cual se busca mostrar a Tunja como un territorio que incentiva el cine experimental, ficcional y documental en Colombia.

Juan Sebastián Bautista, director de Laberinto, asegura que “el cine colombiano está tendiendo a diversificarse cada vez más. Películas como ‘Memoria’ y ‘Tantas almas’ nos están demostrando que el cine de nuestro país es muy amplio, y por eso es importante generar espacios en los que se pueda mostrar todo lo que se está haciendo”, explica.

Durante el Festival se proyectarán 42 obras y se realizará una Competencia de Cortometraje Nacional, que se divide en cinco programas: Diálogos urgentes, Interrupciones cotidianas, Utopías emergentes, Sombras en latencia y Laberínticos; una Muestra de Cortometrajes de Boyacá y una muestra de Cortometraje Juvenil.

Bautista agrega que este es un espacio que pretende celebrar las propuestas independientes, creativas y arriesgadas que abordan temas profundos sobre fenómenos y problemáticas sociales y políticas en Colombia. Una de las 42 obras independientes que participa es Baudilio, un cortometraje rodado en Ubalá, Cundinamarca, el cual explora la soledad como una de las consecuencias y heridas a las que se ven enfrentadas las víctimas del conflicto luego de vivir hechos de violencia

“Con Baudilio quisimos mostrar lo que dejan los hechos violentos, lo que significa quedar solo, perder a la familia y cómo se sigue adelante después de vivir y sobrevivir a la violencia. Esta es una mirada diferente del conflicto, quisimos tener un abordaje más humano, mostrar las historias que hay detrás de las cifras y ponerle un rostro a la violencia”, agrega Santiago Rodríguez, director de Baudilio.

Rodríguez y María Paula Carvajal, productora del cortometraje, quisieron participar en el Festival de Cine Independiente Laberinto porque les pareció importante dar a conocer este tipo de historias en las regiones. “En Bogotá el acceso a los espacios culturales es muy amplio. Tomamos la decisión de salirnos de estos grandes festivales de la ciudad y llegar a las regiones que no tienen mucha oferta cultural. Insistimos en crear y fomentar espacios de discusión, y en participar en festivales que tuvieran otros enfoques, como los derechos humanos”, puntualiza Rodríguez.

Por su parte, Juan Sebastián Bautista enfatiza en que esta primera edición es un impulso para seguir fomentando la cultura cinematográfica en Tunja, Boyacá y las regiones de Colombia.