Con 17 años, María José Vargas se convirtió en la mejor joven del sur del continente americano y en la sexta mejor deportista del mundo en los CrossFit Games, una de las competencias más importantes de esta disciplina que se lleva a cabo anualmente en Wisconsin, Estados Unidos.

Vargas viajó desde Palmira, Valle del Cauca, como única representante de Colombia en estas justas internacionales. Ya había intentado llegar a la competencia en cuatro oportunidades, pero en todas algún obstáculo impidió que cumpliera ese propósito. La primera vez no siguió correctamente los requisitos para clasificar, al año siguiente sufrió una lesión de glúteo que la dejó ocho meses sin entrenar. En 2020 se contagió de dengue y no pudo completar los retos previos al evento; pero esta vez, asegura, “los planetas se alinearon” y con su primera presentación en los Crossfit Games ocupó el lugar número seis en el mundo y se ubicó como “The Fittest”, es decir, la mejor del sur del continente. “Es un sueño cumplido, muy pocas personas ven todo lo que hay detrás, como los sacrificios que hay que hacer para comer bien, entrenarse o recuperarse, pero hoy sé que todo valió la pena”, expresa María José.

Alejandro Praga, licenciado en educación física y entrenador de crossfit certificado, afirma que este evento se ha convertido en una gran motivación para los deportistas. “Los Crossfit Games son la competencia soñada, son como los Olímpicos de crossfit”.

En Colombia este método de entrenamiento, que consiste en realizar ejercicios funcionales variados a una alta intensidad, se popularizó en el año 2008. Sin embargo, tuvo que pasar algún tiempo para que el crossfit se replicara en varias ciudades del país. “En la actualidad hay mayores facilidades para iniciar en Palmira, Montería o Yopal, que son ciudades intermedias. Esta práctica se difundió y ahora también hay lugares para entrenar en los municipios más pequeños”, explica Praga.

Desde Palmira, Francisco Gutiérrez, entrenador personal de María José Vargas desde hace cuatro años, cuenta que esta atleta ha logrado lo que ningún otro deportista de su país había hecho antes. “He trabajado con cientos de deportistas, pero he visto pocos diamantes en bruto como ella. Tiene todo lo que les falta a la mayoría de las personas: pasión, inspiración y disciplina”.

La vallecaucana quiere volver el próximo año a competir en los Crossfit Games y aunque reconoce que en la categoría de 18 a 35 años tendrá otras rivales con más experiencia, Paula Hurtado, deportista aficionada a este deporte y amiga de María José, destaca: “tiene muchísimo potencial. Desde que la conocí le dije que estaba para grandes cosas y lo demostró este año con su participación en una de las competencias más importantes de esta disciplina”.

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