Leticia, en el departamento de Amazonas; Roldanillo, en el Valle del Cauca, y Salento, en Quindío, son los tres destinos colombianos con mayor crecimiento de turistas extranjeros en lo corrido de 2024. Su popularidad se debe a varios factores, como, por ejemplo, mejoras en la conectividad aérea, inversiones en infraestructura y una importante labor de promoción turística.
Según Paula Cortés, presidenta ejecutiva de Anato, “todas las regiones de Colombia cuentan con exuberantes paisajes. Es precisamente esa riqueza natural, además de sus festividades tradicionales y diversidad cultural, lo que atrae la mirada de los extranjeros, inclinando su interés hacia nuestros destinos”.
De acuerdo con el informe publicado por Anato, entre enero y abril de este año, Leticia reportó un aumento del 26 % en la llegada de turistas extranjeros, seguido de Roldanillo, con un 14%, y Salento, con un 12%. La mayoría de estos visitantes venían de Estados Unidos, España, Perú, Francia, México y Alemania.
Leticia
Leticia, capital del Amazonas, es un destino fascinante para el turismo de naturaleza. Su principal atractivo es el imponente río Amazonas, desde donde los turistas pueden observar una amplia variedad de especies animales y vegetales únicas. Además, Leticia es famosa por sus artesanías, elaboradas con materiales naturales como semillas, cortezas de árboles y plumas recolectadas de la selva.
“El Amazonas es una de las riquezas turísticas que nos posicionan ante el mundo como el país de la belleza. Por ello, desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, adelantaremos acciones para promover el mejoramiento de la conectividad aérea, terrestre y fluvial, y un ejercicio consciente del turismo en el territorio con vocación natural de Colombia”, señaló el viceministro de Turismo, Arturo Bravo.
Roldanillo
El primer pueblo mágico del Valle del Cauca se caracteriza por sus fachadas coloridas y poemas tatuados en las paredes. Además, es un destino ideal para el parapente, especialmente desde el Cerro Tusa, gracias a sus favorables condiciones climáticas.
Julián Franco Restrepo, secretario de Turismo del Valle, lo define como “un museo a cielo abierto, en el que la gente puede ir apreciando el arte cuando camina por sus calles”.
“En Roldanillo, las personas suelen visitar el museo Rayo (en honor al artista Omar Rayo) y también les gusta mucho ver las fachadas de sus calles por esa particularidad de colores: rosado, amarillo, azul, entre otros. El parapente es otro de sus atractivos. Incluso tiene un campeonato internacional al que llegan muchos aficionados de diferentes países”, contó Verónica Tamayo, gerente de la agencia turística Valle Travel.
Salento
Esta joya del Eje Cafetero es famosa por su arquitectura colonial, que se puede apreciar incluso desde las alturas, en el mirador Alto de la Cruz. El Valle de Cocora, con sus impresionantes palmas de cera y verdes paisajes, es otro de sus atractivos. Este municipio también es conocido por sus tradicionales fondas y populares recorridos cafeteros, ofreciendo a los turistas una inmersión completa en la cultura cafetera colombiana.
“Salento es un pueblo tranquilo, con una arquitectura muy típica de la colonización antioqueña, en donde se mezclan muchos elementos que hacen parte esencial del paisaje cultural cafetero, como la gastronomía, la gente, la música, la arquitectura y el café. La gente es muy amable y aprecia y valora mucho que la visiten. De hecho, es un pueblo que acoge muy bien a los visitantes internacionales y al turista en general”, aseguró Jesús Armando Bedoya, fundador del café Jesús Martín.
Desafíos y oportunidades
Cortés subrayó la importancia de continuar mejorando las vías de acceso a estos destinos y diseñar estrategias que promuevan el turismo internacional y nacional. “Colombia tiene destinos con un gran potencial turístico que merecen ser explorados y disfrutados por todos”.
Adicionalmente, señaló que las Agencias de Viajes deben continuar diseñando paquetes que no solo promuevan destinos tradicionales, sino que inviten a los colombianos a explorar nuevas regiones.
“El turismo se ha convertido en una fuerza significativa que impulsa el crecimiento económico, el intercambio cultural y la creación de experiencias”, concluyó.