El municipio de Jericó es conocido por ser tierra de poetas, escritores, actores, cuenteros y bailarines; también por sus tradiciones, entre ellas la fabricación del típico carriel antioqueño, el emblemático bolso de cuero que identifica a los paisas desde los tiempos de la Colonia. Sin embargo, la administración municipal viene trabajando en dar a conocer sus maravillas arquitectónicas e impulsar la reactivación económica a través de los valores naturales y culturales del territorio, aunque la atención de los visitantes se inclina a su historia religiosa. Aquí nació la Madre Laura Montoya Upegui, la primera y única santa colombiana, quien dedicó su vida a trabajar por comunidades indígenas en la selva de Urabá.
Este hecho ha convertido al turismo religioso en el sector más importante entre los locales. La Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, iglesia principal del municipio, cuenta con un museo en sus instalaciones, muy llamativo para los foráneos. Adicionalmente se pueden visitar tres iglesias, 11 capillas, tres oratorios y un templete. Entre las paradas que recomiendan está la casa natal de la Madre Laura. Durante el trayecto se disfruta de la arquitectura colonial, que cuenta la historia del país entre sus calles y hogares.
Las autoridades locales trabajan porque Jericó siga siendo un referente cultural-religioso, “asociado a la calidad humana de nuestra gente”, señaló el alcalde, David Toro Cadavid. En este último semestre del año concentran esfuerzos por la recuperación del turismo, porque durante la pandemia el comercio vinculado (hoteles, restaurantes y discotecas) resultó muy afectado.
Por eso además del turismo religioso se está impulsando el turismo cultural y natural. En Jericó, por ejemplo, se encuentra el Museo MAJA, que cuenta con una amplia colección de arqueología e historia. En sus salas se han expuesto obras de artistas como Luis Caballero, Beatriz González, Débora Arango y Andy Warhol. También sobresale el Teatro Santamaría, otra joya cultural construida hace más de 100 años, con capacidad para 700 personas y hoy paso obligado de todos los visitantes.
“Jericó es conocido como la ‘Atenas del suroeste de Colombia’”, precisa Diego Molina, coordinador de Turismo del municipio, y detalla cómo han estado trabajando para lograr posicionarlo como un destino turístico cultural.
El municipio, ubicado al suroeste del departamento de Antioquia, a 2 horas y 45 minutos de Medellín, forma parte de la red de pueblos patrimonio de Colombia por su belleza arquitectónica, es un lugar de interés investigativo para distintas universidades y escenario de tres festivales nacionales.
En el territorio se producen más de 50 marcas de café y se preserva la cultura antioqueña. “Eso también nos ha convertido en un destino sostenible y nos compromete a trabajar por el reino del carriel; cuna de gente pujante, amable y comprometida donde se vive en armonía y en paz, pueblo que abre sus puertas al mundo, acoge a los visitantes como si fuesen oriundos, porque el que visita a Jericó se quiere quedar en esta, la tierra prometida”, comenta Molina.
Un destino sostenible
En el año 2016, el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec) le otorgó la certificación como destino turístico sostenible, lo cual le permitió contar con una política de sostenibilidad para implementar estrategias de protección de los recursos naturales.
Daniel Loaiza, coordinador de Cultura del municipio, destaca atractivos de naturaleza como el Parque de Nieblas y el Morro del Salvador, una colina muy importante en la cultura indígena, en donde ahora se celebran eventos locales como el Festival de Cometas o de Fotografía. También resulta llamativo visitar el río Piedras, que nace en la parte alta del municipio y es el segundo más caudaloso después del Cauca.
“Turísticamente Jericó es muy apetecido porque tiene una magia que no tienen otros pueblos, se encuentran muchos planes para hacer. Si no le interesa la arquitectura, puede visitar los sitios religiosos o disfrutar de la naturaleza que ofrece este lugar”, advierte Loaiza.
Entre las tradiciones culturales más destacadas sobresalen platos típicos como el postre jericoano, ganador en las distintas ediciones del Antójate de Antioquia, un evento departamental que promueve el fortalecimiento empresarial. En las rutas sugeridas a los visitantes es usual encontrar recorridos que incluyen conocer los procesos artesanales de la región, como el de las luisas jericoanas, que se preparan en una panadería que aún cuenta con hornos de carbón y es un postre particular por el sabor especial que le otorgan las cuatro capas de dulce que tiene en su interior.
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