Proyectar el departamento a 2050 orientó la mayoría de sus acciones como gobernador de Norte de Santander en este cuatrienio. ¿Cuáles fueron las más relevantes?

SILVANO SERRANO GUERRERO: La región tiene cada vez más claridad de dónde debería estar en 30 años, y eso le marca una importante hoja de ruta a los siguientes gobernantes. En nuestro caso, trabajamos por dejar cimentadas unas bases, de la que hacen parte logros importantes como el Pacto por la Educación. Si bien, en cuatro años es difícil impulsar grandes transformaciones con visión de futuro, hay programas que para nosotros son muy representativos y que consideramos requieren de continuidad, como el Programa de Alimentación (Pae), porque en Norte de Santander, y especialmente en la ruralidad, hay muchos niños que la única comida del día que consumen es la del colegio.

¿Qué proyectos deja en marcha?

S.S.G.: El Centro de Eventos, Ferias y Exposiciones; el Centro de Convenciones; y los corredores viales que identificamos como estratégicos en nuestro Plan de Desarrollo: Chinácota - Toledo; Astilleros - Tibú y Cornejo – Puente Gómez - Salazar de las Palmas. El éxito de que su ejecución avance sin contratiempos será un buen empalme.

¿En qué debe concentrar esfuerzos Norte de Santander para crecer en los próximos años?

S.S.G.: Debe concentrar sus esfuerzos en continuar las obras y proyectos con visión a largo plazo que se trazaron con participación ciudadana, para que en la región se pueda promover la competitividad, el emprendimiento y el desarrollo. La Troncal y Transversal del Catatumbo, sin duda, marcan un derrotero en materia de conectividad, generación de empleo y paz en esta zona que ha sido tan golpeada por la violencia. La conectividad de los pueblos de occidente a la que le hemos apostado para mejorar la conectividad entre Cornejo – Puente Gómez – Salazar y Arboledas, estimula el turismo en los llamados pueblos de occidente que gozan del páramo de Santurbán, avistamiento de aves y la producción agrícola. Así mismo, el de Chinácota – Mejué – Toledo, que se ha convertido en un polo de desarrollo turístico y gastronómico, al que le hemos apostado con la recuperación de su vía, lo que ha permitido generar empleo y bienestar para su población.

Hoy la administración pública y la defensa, además del comercio, son los sectores que más aportan al PIB departamental. ¿Qué se necesita para impulsar el crecimiento de otros sectores?

S.S.G.: Lo primero que hay que decir es que, por su histórico vínculo con Venezuela, la actividad comercial de Norte de Santander, y particularmente su Área Metropolitana, componen una buena parte del PIB. Sin embargo, creo que es necesario hacer énfasis en nuevas apuestas, como la agroindustria, que tiene futuro en Norte de Santander, a través del cacao, el café, los cafés especiales, la palma, el arroz y la caña, por ejemplo, y no solo para la producción, también para la transformación. Igualmente creo que debemos atrevernos a trabajar más las tecnologías de la información y las comunicaciones. De hecho, hoy, desde Norte de Santander, se exporta tecnología (software y hardware).

Para que este sector pueda avanzar como menciona, es fundamental el mejoramiento de vías, en especial de las terciarias ¿qué tanto se pudo avanzar en estos cuatro años?

S.S.G.: En este cuatrienio han sido más de 100.000 millones de pesos invertidos en vías terciarias, que son las arterias de los municipios que permiten la transitabilidad de todos los municipios de Norte de Santander. Los más de 39 corredores intervenidos permiten que nuestros campesinos puedan sacar más fácil sus productos de la zona y así comercializarlos en Cúcuta o hacia el interior del país, lo cual mejora las condiciones de vida de quienes cultivan la tierra. Estas inversiones en las vías terciarias permiten reducir tiempos de desplazamientos y reflejarlos en los costos de transporte de los productos.

¿Cuál es su balance del restablecimiento de las relaciones con Venezuela y la reapertura de la frontera?

S.S.G.: Hay varias situaciones que vale la pena analizar. Por un lado, rehacer las relaciones diplomáticas tiene un impacto muy positivo en la condición de las personas de frontera, como la que tenemos nosotros los nortesantandereanos. Si bien ha sido un proceso lento, es muy significativa la reactivación de esa relación lógica y natural que deben tener dos países que comparten una frontera viva. Y se va a tomar un tiempo, de forma razonable, porque fue una ruptura de más de siete años. Por otra parte, están los temas comerciales o de seguridad, y muy especialmente los educativos y de salud.

Específicamente en el área comercial, ¿qué tanto costará recuperar a Venezuela como la economía más importante para Norte de Santander?

S.S.G.: El mayor desafío está en recuperar la confianza, que se perdió al momento de la ruptura cuando no se efectuaron desde Venezuela los pagos pendientes a los empresarios colombianos. Hoy hay una disposición a exportar, pero aún persiste la duda de si se cuenta con las garantías. Por eso, hay que comenzar a generar las condiciones comerciales y eso va a llevar un tiempo.

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*Contenido elaborado con apoyo de la Gobernación de Norte de Santander.