Desde hace 10 años, cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha designada por Naciones Unidas con el objetivo de reconocer sus derechos y visibilizar las problemáticas a las que se enfrentan. En Colombia, la Fundación PLAN, una entidad que trabaja por la protección de sus derechos, realizó este año un acto simbólico al que asistieron los presidentes de las altas cortes, a través del cual se buscó generar conciencia sobre las dificultades que deben sortear las niñas en el territorio nacional.

“Hicimos una ceremonia en el Palacio de Justicia que llamamos ‘Toma de poder’, durante la cual cinco niñas, provenientes del Chocó, Cauca y Bogotá, hicieron las veces de presidente de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado y del Consejo Superior de la Judicatura. Cada niña, en su discurso, tuvo la oportunidad de comunicar su situación, sus preocupaciones y al mismo tiempo darse cuenta de que si se empoderan es posible lograr trabajar en espacios como el Palacio de Justicia”, precisa Ángela Anzola, directora de la Fundación PLAN.

El evento hace parte de la campaña `Que una letra no haga la diferencia´, con la cual se quiere hacer un llamado a la sociedad para que mire a las niñas en la verdadera dimensión de su realidad, pues según cifras de la Fundación PLAN, entre 2015 y 2021 han sido asesinadas 244 niñas solo por el hecho de ser mujeres; por cada 10 niñas y niños víctimas de violencia sexual en el país 8 son niñas; cada hora en Colombia dos niñas son violadas, el 96 por ciento de los agresores son hombres y 67 por ciento de esos episodios ocurren en los hogares; y el 67 por ciento de las niñas y mujeres jóvenes han experimentado alguna forma de acoso en línea en redes sociales.

Así que ante esta realidad, cada acto para visibilizar los riesgos a los que están expuestas es un avance. “La gente no es consciente de que las niñas son particularmente vulnerables. Si eres niña en este país tienes mucho más chance de que te violen y te abusen. La gente se pone brava y nos pregunta ¡Y los niños! Desde PLAN también trabajamos por ellos, pero es un desafío el tema de las niñas en un país donde ellas realizan 11 horas más de trabajo doméstico, tiempo que podrían invertir en estudiar o jugar”.

Desde que llegó a Colombia en 1959, la Fundación PLAN no solo se ha dedicado a la protección de los derechos de la niñez. Hace un año, por ejemplo, lidera un proyecto para llevar agua potable a zonas veredales en Tumaco. “Fuimos, les pusimos acueducto y adaptamos lavamanos e inodoros a personas que nunca habían tenido agua potable, que no sabían lo que era abrir una llave”, cuenta Anzola.

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