“La contaminación del plástico se ha convertido en una epidemia”, aseguró el presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEA, por sus siglas en inglés), Espen Barth Eide, en el reciente encuentro que reunió en Nairobi a 175 países dispuestos a tomar acciones contundentes contra dicha problemática. En esta instancia se adoptó una resolución que, de acuerdo con el máximo representante, los conduce “a una cura”. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que este pacto ambiental es el más importante desde la firma del Acuerdo de París.

El Tratado Global de Plásticos, que busca forjar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para finales de 2024, se propone actuar frente a las proyecciones más apocalípticas sobre su uso. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en 2021 su producción mundial llegó a 461 millones de toneladas, y se prevé que, si no se toman acciones, esta cifra se duplique para 2040.

Se estima que la contaminación por plásticos en el océano se cuadruplicará a 2050, según el informe ‘Impactos de la contaminación por plásticos en los océanos sobre las especies marinas, la biodiversidad y los ecosistemas’, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés),”llevando a más áreas a superar el umbral ecológicamente peligroso de concentración de microplásticos”.

Especial cambio climático Guerra Plastico | Foto: Guillermo Torres Reina

Solo en Colombia, de acuerdo con el Dane, se producen 1.250.000 toneladas de residuos plásticos al año, de los cuales el 56 por ciento corresponden a empaques y plásticos de un solo uso. De este porcentaje solo se recicla el 17 por ciento, es decir que el 83 por ciento de residuos van a parar a los ríos, mares y diferentes ecosistemas.

Según explica Tatiana Céspedes, vocera de campañas de Greenpeace Colombia, “como sociedad, nuestro camino debe ser alejarnos de la cultura consumista y asumirnos como consumidores informados y conscientes. Se debe reducir el consumo de plástico de un solo uso, presionar para que se regule la industria y disminuya la circulación de plásticos innecesarios. Los envases plásticos van en contra de los objetivos de la economía circular”.

La apuesta desde el Ministerio de Ambiente es que para 2030 el ciento por ciento de los plásticos de un solo uso puestos en el mercado sean reutilizables, reciclables o compostables. Céspedes agrega que para lograr esto se requerirán cambios en los patrones de producción, por lo que la mentalidad y el estilo de vida de los ciudadanos también debe avanzar y alinearse con esta meta. “En primera instancia, la mejor manera de gestionar los residuos es no generarlos”, agrega.

Combatir la dispersión de los microplásticos es otro de los grandes desafíos en esta cruzada medioambiental. Beatriz Ortiz, directora del Observatorio de Economía Circular, de la Universidad de La Salle, explica que estos causan preocupación porque su tamaño es inferior a los 5 milímetros. “Los efectos siguen en estudio, por lo que se espera contar con suficiente evidencia científica para definir de forma más exacta de qué manera sus compuestos pueden generar enfermedades a mediano o largo plazo. Por esto es tan importante reiterar la importancia de la adecuada disposición de todos sus insumos plásticos”, finaliza.

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