Comprar un boleto de avión responde, básicamente, a la necesidad de un traslado. Sin embargo, hay vuelos que además ofrecen una experiencia memorable desde las alturas. Al sobrevolar Bahía Solano, Nuquí o Capurganá, en el Chocó, un despliegue de verdes y azules reciben al visitante, quien no se cree tal espectáculo desde la ventanilla de la aeronave.
En Colombia, el modelo de operación de Pacífica de Aviación está enfocado, precisamente, en facilitar la conectividad aérea con destinos como estos, “en regiones remotas, emergentes, a través de la creación de rutas sociales que no cubren las grandes aerolíneas, y que además cuentan con lugares paradisíacos”, asegura Andrés Pérez, presidente de la línea aérea. De esta forma, la compañía busca contribuir a su desarrollo económico, que depende, en buena medida, de la actividad turística.
En estos territorios, incluidos Caucasia, en Antioquia, y Cartago, en el Valle del Cauca, la dinámica de la aviación no cumple exclusivamente la función de movilizar pasajeros. “Tenemos la oportunidad de hacer un aporte social a las regiones. Llevamos alimentos que no podrían llegar en buenas condiciones a través de otros medios de transporte, y los medicamentos que distribuyen las farmacias”, explica Pérez.
Adicionalmente, desde las regiones transportan hacia las ciudades mercancía que producen las comunidades. El resultado de la pesca de Nuquí y Bahía Solano sale del mar directo a los aviones, y de allí hasta las capitales. En otro escenario, les tocaría enviarlo vía marítima y no llegaría tan fresco, porque habría que destinar entre 14 y 16 horas para completar un mismo trayecto. De acuerdo con Pérez, “esto se debe a que son regiones remotas, sin conectividad terrestre y esto afecta la competitividad de sus productos”.
A Capurganá vuelan actualmente desde Medellín, pero el próximo 2 de julio iniciarán la operación desde Montería, lo que facilitará la conectividad aérea desde Bogotá y Cali hacia este corregimiento a través de la capital de Córdoba. También tienen proyectado operar la ruta Bahía Solano-Cali, en el segundo semestre del año.
Sin embargo, este modelo comercial y social representa un verdadero desafío para cualquier línea aérea. En comparación con otros destinos, los costos de los tiquetes son elevados, en vista de que, dadas las condiciones de infraestructura en estos territorios, los vuelos se deben realizar en aeronaves de hasta 19 pasajeros, y el impacto del incremento de precios del combustible es mayor. Los subsidios que recibe un segmento del transporte marítimo y del terrestre aún no alcanzan a la aviación. “Es contradictorio que los tiquetes sean más costosos en las regiones que reportan más necesidades. Esto debe cambiar”, concluye Pérez.
*Contenido elaborado con apoyo de Pacífica de Aviación.
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