Por primera vez el Icontec entregó el certificado de carbono neutralidad a una Corporación Autónoma Regional (CAR). El reconocimiento fue para la CAR de Cundinamarca, debido a su política para gestionar los Gases de Efecto Invernadero (GEI), la cual permite cuantificar las emisiones para su posterior compensación por medio de bonos de CO2. También se tuvieron en cuenta las medidas internas adoptadas para cumplir con principios de transparencia, pertinencia y confiabilidad.
Roberto Enrique Montoya, director ejecutivo del Icontec, explicó que las CAR son un pilar fundamental para la defensa y coordinación de los recursos naturales en Colombia. “El hecho de que la CAR de Cundinamarca haya dado el primer paso para garantizar su carbono neutralidad habla de la visión medioambiental y sostenible que se persigue en estas entidades”.
Por su parte, el director de la CAR de Cundinamarca, Luis Fernando Sanabria, afirmó que esta certificación refleja el trabajo interno que ha venido adelantando la corporación. Algunas de las estrategias implementadas hasta ahora son la política de cero papel, el manejo adecuado de residuos, el ahorro de energía y el uso de un parque automotor compuesto por vehículos eléctricos e híbridos.
La entidad también ha liderado iniciativas que le apuestan a la protección del territorio, como el préstamo de maquinaria a más de 40 mil campesinos de 104 municipios de Cundinamarca y Boyacá para la siembra de cultivos a través de técnicas que evitan procesos erosivos: siembra directa, labranza mínima, abonos verdes y renovación de praderas para fomentar una agricultura de conservación y una ganadería regenerativa.
La CAR identificó en su jurisdicción más de 1.100.000 hectáreas afectadas por algún tipo de erosión, es decir, el 63 por ciento del territorio que tiene a su cargo. Por eso es tan importante, según la entidad, implementar proyectos de este tipo que permitan reducir el volumen de sedimentos que llegan a las fuentes hídricas, aumentar la infiltración en los predios y disminuir las aguas de escorrentía, además de reducir la producción de GEI, capturar carbono y frenar la contaminación del suelo y los cuerpos de agua.
A través de su programa de Voluntariado Ambiental, Cundinamarca se ha convertido en un referente a nivel nacional. Durante 2022, la entidad contó con más de tres mil voluntarios que participaron en iniciativas asociadas al cuidado y protección de los recursos naturales.
Gestión energética
Uno de los principales proyectos para este 2023 es la entrega de 750 estufas ecoeficientes, que incluyen un dispositivo que transforma el calor en energía eléctrica, a familias rurales de 98 municipios. El objetivo es promover la gestión energética y la eco sostenibilidad ambiental como estrategia de adaptación al cambio climático.
Según Paola Pérez, ingeniera ambiental de la CAR, esta alternativa sostenible se desarrolló con el fin de atender la problemática de emisiones de CO2 y GEI, así como la deforestación de bosques nativos por el uso de árboles como combustible para la cocción de alimentos.