Para celebrar el aniversario número 40 del Grupo Niche, la familia Varela decidió rendirle un homenaje a su fundador, Jairo Varela, con un nuevo álbum: `40´, que el pasado fin de semana hizo historia al ganar el Grammy Anglo a Mejor Álbum Tropical Latino. José Aguirre, director musical de la agrupación para este proyecto, recuerda que cuando nació la idea varias personas les dijeron: “no necesitan grabar más, Niche ya está consolidado y tiene muchos éxitos”. Pero la opinión de quienes advirtieron que ese era el mejor homenaje que se le podía hacer a la salsa, como Varela lo hacía, fueron más fuertes.

Esta agrupación hace parte del olimpo musical de la salsa y no solo en Colombia. Sus éxitos le permitieron traspasar fronteras hasta los Estados Unidos, México, Perú, Ecuador, Venezuela e incluso Europa. Aguirre explica que el sonido del Grupo Niche es una creación inigualable de Varela. “Él dejó un sonido establecido y es único, identificable muy fácilmente en el mundo de la salsa”, comenta.

La característica de ese sonido está en absolutamente todo lo que suena en la orquesta, porque cada instrumento y voz tiene una forma. “Desde las maracas, el güiro, la percusión y el brillo de las trompetas. La voz también tiene que ser identificable, al igual que los coros. En fin, suspira Aguirre, son muchas cosas”.

‘40’ es el álbum número 30 de esta agrupación fundada en Bogotá en 1979 y, curiosamente, es el primero sin composiciones de Jairo Varela. Esto representó un reto aún más grande, teniendo en cuenta la exigencia que ponía Varela a sus canciones. “Era un hombre perfeccionista e inseguro al mismo tiempo, les daba muchas vueltas hasta que se sentía satisfecho con ellas”, asegura Aguirre.

Durante la grabación del disco se incluyeron detalles que quizás resulten imperceptibles para los oídos de la mayoría de personas, pero que marcan una calidad sonora orgánica en medio de los ritmos electrónicos y urbanos. Aguirre lo define como un disco exótico, hilado con el sonido del grupo que se ve representado en un ritmo étnico afrodescendiente y de todas las raíces del maestro Varela.

“Buscamos el formato de grabación que usábamos en los 90 con Jairo. No quise grabar el piano con uno electrónico, sino con uno de cola porque esos son factores determinantes para el sonido de la salsa. Eso hizo que fuera un disco culto en el sonido”, señala este director musical que aún no cree lo que sucedió el domingo pasado. “El primer Grammy en noviembre nos puso a volar y delirar de la felicidad porque era el primero para un salsero de Colombia, pero recibir el anglo... No termino de creérmelo”, dice entusiasmado.

Una historia que empezó hace 60 años

“Cali es el epicentro de la salsa en Colombia y en los últimos dos años del mundo. Artista de salsa que no se presente en la ciudad, es como si no tuviera su aval”. La sentencia la profiere Robert Téllez, periodista e investigador de música afroantillana, quien destaca que el fenómeno salsero lleva más de 50 años en el país.

“Se dice que la salsa llegó a nuestro territorio a través de los puertos de Buenaventura y Barranquilla. En los barcos llegaba mucha mercancía y los marines dominicanos traían discos de lo que sonaba en Nueva York”. Cada región del país desarrolló un sonido propio, pero en el caso de Cali, cuenta Téllez, se adoptaron sonidos foráneos y esto coincidió con que lo que estaba sonando para la época era la salsa.

Pedro Salsa, periodista y locutor de La UD 90.4, destaca los conciertos de Richie Ray y Bobby Cruz en la Feria de Cali y en el Carnaval de Barranquilla de 1968. Fueron los primeros eventos masivos en el país protagonizados por una orquesta salsera.

Yuri Buenaventura, reconocido cantante y compositor colombiano radicado en París. | Foto: León Darío Pelaez/ SEMANA

En 1970 salió al mercado el primer disco de salsa: ‘Tesura’ de ‘Fruko’, un trabajo no muy conocido pero de una excelente calidad musical, como lo recalca Pedro Salsa. “Fue un trabajo experimental muy bueno y poco radial, el primer álbum netamente salsero en Colombia”.

Aunque ‘Fruko’ fue el primero que se atrevió a hacer solo salsa, algunos artistas ya habían hecho un par de canciones como Crescencio Camacho, Alfredo Gutiérrez, Peregoyo y su Combo Vacaná de Buenaventura, Roberto de la Barrera, Michi Sarmiento y Arista, quien llegó a Bogotá y se convirtió en el guía de muchos músicos que llegaron desde el Pacífico como Jairo Varela (Grupo Niche), Alexis Lozano (Guayacán), Saulo Sánchez y Harry Garcés.

“Él fundó en el barrio Santa Fe la Casa Folclórica del Chocó y fue uno de los primeros que trajo el chontaduro a la capital”, recuerda Pedro Salsa y afirma que ‘Arista’ fue un cantante de boleros al que en el exterior nunca le creyeron que era colombiano, todos pensaban que había nacido en Cuba. Sin embargo, nunca pudo conocer la isla. Murió unos días antes del viaje que había planeado.

Orquestas como The Latín Brothers, la Sonora Dinamita, Afrosound, Wganda Kenya, Grupo Galé, Niche, Guayacán, al igual que muchas otras menos conocidas como La Protesta o Julián y su Combo, hacen parte de una memoria musical que preservan los melómanos y la fonoteca de Señal Memoria, pero que también se sigue construyendo todos los días.

La orquesta colombiana de salsa La 33 se fundó en Bogotá en 2001. | Foto: Diego Cadavid / SEMANA

“Este país es el que más consume salsa porque el fenómeno de lo que pasa aquí no es comparable con ningún otro”, afirma Téllez. “Diego Gale, Charlie Cardona, Yuri Buenaventura, Willy García, la lista de buenos artistas es bastante larga, pero ellos no tienen la visibilidad y eso ha generado que otros géneros se lleven la atención”, señala.

Pedro Salsa, por su parte, destaca que la escena salsera se sigue moviendo. “Por ejemplo, la 33, Radio Bembe Orquesta, La Conmoción,Tres palos pa’ siete, La Charanga New York, han realizado grabaciones”. Y recuerda que en 2020 se realizaron cerca de 150 producciones musicales en el mundo. “A diario se escucha que se hace salsa en Croacia, Rusia, Alemania, Barcelona, Japón”. Este género, concluye, seguirá bailándose en todas partes.

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