De acuerdo con el más reciente Informe de Desarrollo de Sostenibilidad de las Naciones Unidas, las iniciativas empresariales que abordan problemáticas sociales en favor de la educación, el medioambiente y la equidad generan un impacto directo en las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables. El sector farmacéutico no es ajeno a esta dinámica. De hecho, sus acciones son fundamentales porque tienen una relación directa con la cobertura médica.
“Más allá del desarrollo de soluciones en el campo de la salud y la innovación médica, desde esta industria tenemos que promover el compromiso por generar acciones sostenibles que impacten de forma positiva a las comunidades donde operamos”, precisó Sandra Aramburo, gerente general de Sanofi Vacunas Copac y líder de Responsabilidad Social Corporativa.
Con iniciativas como ‘Sanofi Global Health’, esta compañía ha aumentado el acceso a medicamentos considerados esenciales por la OMS en 40 de los países más desiguales y pobres del mundo. También desarrolló la estrategia global de ‘Supply Chain’, orientada a lograr que el 80 por ciento de las entregas internacionales se realicen vía marítima y el 20 por ciento vía aérea para contribuir a la reducción de la huella de carbono.
El compromiso de la industria también se mide en su capacidad de generar puestos de trabajo. Según Colombia Productiva, el país no solo es el tercer mercado más grande de América Latina, después de Brasil y México, sino también un gran empleador. En 2022 contaba con más de 40.000 trabajadores, de los cuales el 90 por ciento son formales.
Educar a las comunidades
Para Allan Aldana, jefe de Asuntos Gubernamentales y Comunicaciones de AstraZeneca, una de las principales responsabilidades de las farmacéuticas es educar a las personas para que desarrollen la capacidad de identificar síntomas o anomalías de algunas enfermedades y así lograr diagnósticos tempranos.
“Desde enero de 2021 venimos trabajando en el programa Salud Joven, una iniciativa en la que 31.000 jóvenes entre los 10 y 24 años logran informarse, detectar y prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, respiratorias y mentales”, afirmó Aldana.
Los expertos coinciden en que el mayor desafío para las farmacéuticas es fortalecer la cultura ambiental sostenible en todos los eslabones de la cadena, garantizando un correcto suministro de medicamentos y cobertura de atención médica que asegure la buena salud y la calidad de vida en todos los territorios.
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