Aldemar López Hernández, el creador del parque temático y hotel campestre Las Bailarinas, tiene diez hijos, el menor de 5 y el mayor de 38 años. Ellos son quienes lo han inspirado, pero sobre todo retado a crear un hotel que rompe todos los esquemas con maravillosas atracciones en medio de las tierras cafeteras y tres elementos clave para cualquier padre que quiere ver, gozar y reír a sus hijos: seguridad, experiencias mágicas y economía.
“Cuando venía con mis hijos a la finca en la que empezó el hotel, los llevaba a hacer una y otra actividad, y, sin embargo, seguían preguntando: ¿qué más hacemos? Eso me retumbó en los oídos. Un día compré un plástico gigante, lo tiré por un potrero, lo llené de jabón y agua, y de ahí inició la idea de fabricar los primeros toboganes que se volvieron el atractivo principal de una cabaña que comencé a rentar por días, y que por demanda de los usuarios creció en habitaciones y oferta turística hasta convertirse en un parque temático”, recordó Aldemar.
El 90 por ciento de los atractivos de Las Bailarinas son ideados y construidos por él, con expertos que garantizan la seguridad, como el Parque de lluvias, que nació de la necesidad de crear un espacio acuático divertido y seguro para su pequeña de 5 años; o los toboganes cabinados más rápidos y extremos de Colombia, que tienen una altura de nueve pisos y torbellinos, las canecas gigantes que se vierten en cascada sobre los turistas, el muro de escalar, y el laberinto subterráneo, entre otros.
“Los niños son muy especiales y me dan mucha alegría, cada hijo viene con nuevas ideas y energías, ser padre activa mi creatividad para solucionar la necesidad de diversión de los papás que vienen al Eje Cafetero”, señaló el creador del parque temático.
Las Bailarinas empezó con un hospedaje para 120 personas y pasadías para 30; ahora la capacidad es de 350 personas y atiende hasta 3.000 turistas en días de sol. Los adultos también tienen su espacio en este parque, donde el 30 por ciento de las actividades y atracciones son ecológicas. Hoy además se enfocan en el turismo de aventura.
“En pandemia tuvimos dificultades y salimos de ellas con una gran idea, gracias a Dios, nos inspiramos en que la gente comenzó a ser más religiosa, y construimos un sendero espiritual, la Cruz de Jesús, de 14 pisos, 144 escalones y 33 metros de altura; y la Mano de Jesús, también gigantesca con dedos de hasta 11 metros”, explicó. El recorrido está inspirado en los valores y antivalores humanos, y permite, además, vivir una experiencia de contemplación en medio del paisaje quindiano.
¿Dónde queda?
En el municipio de Montenegro, a solo diez minutos de Armenia, tres horas de Cali, una hora de Pereira, dos horas de Ibagué, dos horas de Manizales, 30 minutos de Cartago, 20 minutos de Alcalá y una hora y 30 minutos desde Tuluá.
Atracciones para grandes y pequeños
- Caminata por el sendero ecológico
- Deportes extremos: bungee jumping, péndulo, tirolina
- Muro de escalar
- Columpio extremo
- Piscinas y baldes de agua en cascada
- Seis toboganes para niños y tres para adultos
- Laberinto subterráneo
- Mirador la Mano de Jesús
- Mirador la Cruz de Jesús
- Parque de lluvias
- Toboganes cápsula y toboganes kamikaze
- Actividades en el lago: tirolina y trampolín.
*Contenido elaborado con apoyo del Hotel Las Bailarinas.