En 1599, Benkos Biohó —un esclavo africano de origen guineano— llegó hasta Cartagena de Indias para consumar una hazaña: fundar San Basilio de Palenque, el primer pueblo negro libre de América. La historia cuenta que Biohó se fugó del puerto de Cartagena acompañado de 13 esclavos más. Atravesaron arroyos, selva, y entonces pisaron La Matuna, al sur del territorio. Ese fue, sin saberlo, el primer paso hacia la libertad.
En 2005 San Basilio de Palenque fue proclamado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Los complejos rituales fúnebres, las prácticas médicas ancestrales, la organización social de redes familiares y las expresiones musicales como el ‘bullerengue sentado’ o el ‘son palenquero’ le otorgaron la condecoración. Hubo, claro, un rasgo mayor: la lengua palenquera. Un indiscutible símbolo de unión.
Kombilesa Mi, una agrupación musical de San Basilio de Palenque, lo sabe a la perfección. Abanderados del rap folclórico palenquero, su música fusiona los diferentes sones tradicionales del territorio con ritmos como el rap, el trap o el afrobeat. Géneros musicales masivos que les han permitido contar su propia historia y mantenerla viva. La magia de sus composiciones: cantar en lengua palenquera.
“Nos apasiona la fusión que hay dentro del género. Nuestro mensaje con la música es mostrar lo tradicional y lo contemporáneo en un mismo espacio. Unificar los instrumentos que nunca se habían conectado en la música palenquera. Eso nos apasiona. El hecho de rapear y cantar en lengua tradicional palenquera nuestra propia historia y cosmovisión”, comentó Andris Padilla, mejor conocido como Afroneto, voz principal de la agrupación.
En Arriba ma prieto, un sencillo lanzado en agosto de 2024, Kombilesa Mí le canta a sus ancestros mezclando la tradición y los ritmos contemporáneos. La voz de Afroneto canta “Eee tiembo a kabá nú Ku lo ke suto prieto ten, Apesa ri chochá luchá suto ta siguí ri pie”.
Dos versos que en español se traducirían así: “El tiempo no ha acabado con lo que tenemos los negros, a pesar de una gran lucha seguimos de pie”.
Esta y otras composiciones palenqueras harán vibrar a Bogotá el próximo 20 de octubre en el cierre del Festival África en Bogotá, un evento que busca afianzar y celebrar la diversidad cultural entre Colombia y la cuenca del Congo, una parte de África central que se extiende a lo largo de Camerún, la República Democrática del Congo y Guinea Ecuatorial.
Del 17 al 20 de octubre el Planetario de Bogotá, el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y La Media Torta serán los escenarios para rendirle homenaje a la cultura y la herencia africana. En su primera edición, el festival se centrará en el Congo, un territorio colmado de expresiones culturales y artísticas como la rumba congoleña, el zairoí o el kwassa-kwassa, y ofrecerá conciertos, conversatorios y muestras documentales.
“El festival tiene como propósito destacar la música y la cultura africana contemporánea, permitiendo en cada edición una curaduría especializada y un enfoque temático que profundizará en las conexiones culturales y artísticas entre los dos continentes”, explicaron desde el Instituto Distrital de las Artes (Idartes).
Entre los artistas internacionales se destacan Jupiter & Okwess y Kin Gongolo Kiniata, quienes cruzan el Atlántico para presentarse en Bogotá junto con representantes de los ritmos africanos en Colombia como Cerrero y La Marea y Kombilesa Mi.
“Al participar, se fortalece la unión entre África, Colombia y Palenque. Estos espacios afianzan esa historia. Nacen canciones, amistades y trabajos, además de que fortalecemos la red artística entre continentes. Nosotros nos sentimos orgullosos: estamos representando un pueblo con toda esta historia africana. Es un privilegio”, agregó Afroneto.
El festival también será una oportunidad para conectar con el cine congoleño. Se proyectarán películas como ‘Sur les chemins de la rumba’, ‘Système K’, y ‘El Sapeur’.
“Estas obras visuales son una ventana a la vida cotidiana, las luchas y las celebraciones de la gente en estos dos países africanos y permiten a los espectadores de Bogotá conectar con esas historias desde una perspectiva global”, advirtieron desde Idartes.
Kombilesa Mí ha tenido una gran evolución a nivel de sonido y canto. La promesa original, sin embargo, siempre ha sido la misma: ser una gran banda que hable de Palenque a viva voz.
“Nosotros nos sentimos como ese gran proyecto musical que pone a Palenque en el mapa. Esto permite que los niños sigan ese camino. También, tratamos de honrar la memoria de los juglares musicales que permitieron que Palenque fuera un epicentro musical. Somos los portadores de la memoria musical”, apuntó Afroneto.
Normalmente, el quehacer palenquero es el tema que más aborda las composiciones de la agrupación. Les interesa, entre otras cosas, retratar la verdadera esencia de San Basilio de Palenque: esa magia que le ha permitido ser el único palenque vivo hoy.
En Los Peinados, uno de sus primeros sencillos lanzado en 2020, cantan “Los peinados, son una forma de expresión (...). Dibujaron, el camino perfecto, que ha llevado a los negros a la liberación”. Y con esa simplicidad y refinamiento, San Basilio de Palenque ha sobrevivido.