En 2021 Cancún fue la segunda ciudad más visitada del mundo, después de Dubái, según la firma ForwardKeys, y lo sorprendente fue su ascenso con respecto a 2019. Antes de la crisis sanitaria, ni siquiera aparecía en los primeros 20 lugares del ranking de la consultora internacional, que, entre sus estudios, analiza los boletos aéreos vendidos durante períodos específicos.
ForwardKeys atribuyó este vertiginoso ascenso a la pandemia, que hizo que el placer y el ocio se convirtieran en el motor de los viajeros, en especial de los estadounidenses. Y en el caso específico de Cancún, el descanso y el disfrute de la naturaleza son dos de las grandes promesas de su oferta turística. Por eso los hoteles todo incluido son tan apetecidos. Poder planificar y viajar con los gastos de hospedaje y alimentación cubiertos es una garantía de la tranquilidad a la que aspiran muchos turistas. Además, es la opción más segura.
“El plan más popular de quienes nos visitan suele ser el de cuatro días y tres noches”, precisó Dai Jiménez, sales manager North America MX & DR del Catalonia Grand Costa Mujeres All Suites & Spa. Aquí, un todo incluido para una familia con un hijo puede costar entre 250 y 600 dólares la noche, dependiendo de la temporada, con una oferta de servicios que incluye más de una decena de restaurantes, piscinas, guarderías para niños, sala de juegos para adolescentes, acceso a la playa y facilidades para personas con alguna discapacidad, en todos sus espacios.
La oferta de la ciudad y sus alrededores también es amplia y variada, con opciones muy por debajo o muy por encima de esta cifra. Hay alojamientos que pueden llegar a costar más de 1.500 de dólares la noche.
Sin embargo, a través de la plataforma de alquiler Airbnb se consiguen alojamientos hasta por menos de 100 dólares el día. Estos son una buena alternativa y les permiten a sus huéspedes disfrutar de planes cercanos a sus alojamientos como playa Delfines, para tomarse la emblemática foto en el Cancún Spot, o el Coco Bongo, la discoteca más famosa de la ciudad.
Los costos del Airbnb, algunos con opciones inclusive para cocinar, en habitaciones compartidas, cápsulas o residencias, permiten destinar presupuesto para financiar un tour más ambicioso que pueda incluir, además de Cancún, conocer un cenote en Puerto Morelos o hacer snorkel en su Parque Nacional de Arrecifes —que forma parte de el Gran Cinturón de Arrecifes del Atlántico Occidental— y se considera la segunda barrera arrecifal más grande del mundo.
También se puede planear llegar hasta la reputada Playa del Carmen, en la Riviera Maya o visitar Tulum, sin recorrer más de 2 horas desde la Zona Hotelera de Cancún.
En Quintana Roo todas las playas son de libre acceso y tránsito, por eso además de las públicas, es posible disfrutar de cualquiera que esté ubicada frente a los hoteles. Una de las más publicitadas es Playa Norte, en Isla Mujeres, considerada una de las mejores del país. Se puede llegar en ferry público o en un tour privado en catamarán, con planes que incluyen snorkel, nado con delfines y un almuerzo en el Parque Dolphin Discovery.
“Lo que más suele sorprender a los visitantes cuando llegan a Cancún es el azul turquesa del agua, que distingue a este territorio de cualquier otro del Caribe. Cuando la gente ve fotos puede llegar a llegar a pensar que el color de este mar es producto de filtros o de edición”, dijo Kenia Aguilar, quien hace parte del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo.
Destino multicultural
Cancún es una fiel representación de las múltiples culturas que habitan en México. Al lugar llegaron hace más de cinco décadas personas de todo el país para levantar la ciudad que prometía progreso. En muchos casos les asignaron hectáreas de tierra que hoy se destinan a la actividad turística, sobre la cual se planeó la ciudad. Los auténticos cancunenses son un grupo de jóvenes que se estima no superan el 30 por ciento de la población.
Kenia, por ejemplo, tiene 26 años y pertenece a la tercera generación de esos cancunenses nacidos en la ciudad. “Mi papá es de Chiapas, aunque vive hace muchos años en Cancún, y mi mamá llegó hace unas décadas de Guatemala”, contó.
Pero el estado de Quintana Roo, en general, sigue recibiendo mexicanos y extranjeros con planes de asentarse, entre ellos argentinos y canadienses, atraídos por las oportunidades que ofrece el turismo. Fernando Valente llegó hace diez años a desde la Ciudad de México para trabajar en el Cenote Kin Ha, uno de los 17 estanques de agua dulce abiertos al público en Puerto Morelos. “Me vine del D.F. porque hablaba inglés y allá no tenía mucho por hacer. Este es un estado multicultural. Este cenote, por ejemplo, pertenece a un maya, uno de los ejidos a quienes les asignaron tierras hace décadas”.
En el pueblo de Puerto Morelos, ubicado a 20 minutos del aeropuerto de Cancún, es notable la presencia de extranjeros residenciados, bien sea como artesanos o como propietarios de algunos de los 70 restaurantes con los que cuenta. De acuerdo con Raúl Guadarrama, director de Promoción Turística de la ciudad, es cada vez más usual que los canadienses, luego de su retiro, adquieran allí propiedades para disfrutarlas durante la época de invierno en su país. “Son quienes hacen la mayor derrama económica en las temporadas bajas”, explicó.
Puerto Morelos, además de atraer turistas por el arrecife, es un destino idóneo para quienes buscan descanso y relajación, aventura y buena comida. La oferta gastronómica incluye tacos tradicionales con una auténtica cochinita pibil, seleccionada como la mejor comida del mundo en el ranking de comida de Taste Atlas 2021, la guía de viaje experiencial de gastronomía tradicional que sirve de referencia a turistas.
Es posible probarlos en un taquero del parque principal o en Mi Pueblo Casa Hokum, que ofrece una experiencia inmersiva de las tradicionales locales.
“Además, la ciudad ganó por cuarto año consecutivo el Mejor Destino de Aventura de México, por ser un lugar familiar que permite experiencias memorables a personas de cualquier edad”, indicó Miguel Cámara, director de Turismo de la ciudad.
El sector del turismo en Quintana Roo busca enseñarle a los visitantes cómo aprovechar mejor su estadía en el estado para conocer más destinos. Al respecto, Cámara señala que lo importante es entender que “si quieren sol y playa, el lugar es Cancún, la fiesta está en Tulum y el descanso y la aventura en Puerto Morelos, y que los destinos son complementarios y no compiten entre sí. En todos existe la posibilidad de hospedarse, así que vale la pena mirar la oferta que ofrece el estado, en general, como una oportunidad para conocer más lugares y sacarle el mayor provecho al viaje”, comentó.
De acuerdo con cifras del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo la capacidad hotelera supera las 123 mil habitaciones.
Viajar desde Colombia
Las cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Aeronáutica Civil mexicanos reportaron que para 2019 llegaron a Cancún provenientes del Aeropuerto Internacional de Bogotá al menos 201.892 pasajeros. Para 2021, como resultado de la reactivación de la operación aérea, recibieron a 123.487. En agosto de 2022 la cifra llegó a 199.939, es decir, que para el tercer trimestre del año ya habían superado el flujo de pasajeros de la prepandemia.
Los colombianos figuran entre las tres primeras nacionalidades, no mexicanas, que llegan diariamente a Cancún, junto a los estadounidenses, quienes lideran la lista, y los canadienses; el indicador es el mismo en los otros destinos de Quintana Roo. Jiménez, del Catalonia Grand Costa Mujeres All Suites & Spa, confirmó que, de hecho, los colombianos son los latinoamericanos que más se hospedan en el hotel.
También el Grupo Xcaret, con sede en Cancún, confirmó la afluencia de turistas colombianos en sus famosos parques. “Hasta hace un tiempo eran los terceros después de los canadienses. Hoy ocupan el segundo lugar”, dijo su jefe de Relaciones Públicas, Gabriel Fuentes.
Guadarrama, por su parte, aseguró que la afluencia de nacionales colombianos a Puerto Morelos ha sido recurrente desde hace muchos años, durante los periodos vacacionales del país. “Se ve que en Colombia hay mucho recurso económico. La mayoría de las personas que vienen ya visitaron dos veces Cancún, ya conocen Playa del Carmen, Tulum, Isla Mujeres o Cozumel, y buscan un destino nuevo”, señaló.
A bajo costo
Un factor determinante en el incremento de turistas colombianos a Cancún ha sido la llegada de líneas aéreas bajo el modelo low cost para cubrir esta ruta, que ya operaba Avianca y Copa Airlines. Las aerolíneas de bajo costo como VivaAerobus, Wingo y Volaris han ampliado esa posibilidad, aunque en Colombia los viajeros apenas están comenzando a entender cómo se pueden beneficiar del modelo.
Por ejemplo, es clave saber que para obtener una buena oferta en una aerolínea low cost hay que comprar los boletos con anticipación (porque las tarifas cambian de acuerdo con la demanda), que los vuelos suelen ser de madrugada, y que se debe viajar con un equipaje máximo de 55 x 40 x 25 cms (largo x ancho x largo). De esta forma es posible conseguir el buen precio que las compañías aéreas prometen.
“El objetivo es que la operación sea cada vez más inclusiva, que, por ejemplo, no sea un privilegio viajar desde Colombia a destinos internacionales atractivos como Cancún. De hecho, en 2021, el 9 por ciento de los clientes de Volaris viajaron por primera vez, y eso nos llena de satisfacción porque nuestro propósito es democratizar la aviación”, aseguró Ronny Rodríguez, director de Reputación y Relaciones corporativas de Volaris..
En el caso de Volaris, Bogotá es el primer destino en Sudamérica, y la ruta Cancún-Bogotá atiende principalmente el mercado de turismo recreativo. “Colombia representa un mercado importante para la industria aérea, pues cuenta con más de 50 millones de habitantes, con una importante vocación para realizar viajes internacionales. Solo entre enero y marzo de este año más de un millón de colombianos viajaron al extranjero, una cifra mayor que la reportada ese mismo trimestre del 2019″, puntualizó Rodríguez.
Además, agregó, México es uno de los cinco países del mundo que más turistas genera para Colombia; y Colombia es el segundo mercado más importante para el turismo internacional en México.
Con el incremento de visitantes colombianos a México, el país decidió reforzar los controles. Desde el pasado mes de marzo, se debe llenar un preregistro migratorio para poder viajar. En el caso de Cancún, al llegar, los agentes de migración exigen impreso el documento que se genera con un QR, además de constancias de pago de alojamiento, transporte y tours a realizar durante la estadía en el país. Adicionalmente, pueden solicitar una constancia laboral donde se evidencie el período vacacional a disfrutar.
De acuerdo con el director de Turismo de Puerto Morelos, se viene trabajando con el Secretario de Turismo del estado de Quintana Roo y el Consulado de Colombia en Cancún para buscar una solución a los episodios que se reportan en el aeropuerto. “No es un problema de este estado, sino Federal, que se está resolviendo”, concluyó Cámara.
*Reporte especial Cancún, México.
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