El Cauca es un paraíso para el avistamiento de aves. El 71,1 % de las especies del país se encuentra en el departamento. Se calcula que en total hay unas 1.412 especies, de las 1.969 identificadas en todo el territorio nacional por el Comité Colombiano de Registros Ornitológicos.
Son varios los lugares del Cauca y su capital, Popayán, perfectos para el aviturismo. Adriana Collazos Porras, presidenta de la Asociación Caucana de Observadores de Aves (Acoaves), compartió algunos de sus favoritos.
“En Popayán están las reservas de la sociedad civil de Acaragro, como Belén, Betania y Arrayanales, en donde es relativamente fácil ver el tucán de alta montaña, colibríes y cuervos tropicales como la Cyanolyca armillata y la Cyanocorax yncas. En la vereda Las Guacas está el Parque Temático de los Siete Pétalos o Partesip, que es un lugar muy especial porque los guías son nuestros asociados más jóvenes: Miguel Ángel Gómez Meza, de 15 años, y Dulce Celeste, de 10 años”, aseguró.
En la zona rural de Popayán también hay varios sitios ideales para el avistamiento de aves. Por ejemplo, el Sendero Mágico, la vereda Santa Bárbara y la hacienda Pisojé, un sitio histórico que cuenta con una casona construida a inicios del siglo XVIII. “Es un lugar muy agradable, fácil de recorrer y con muchas aves, algunas muy especiales para los avituristas, como la tangará cabeza celeste, la verdeazul y la tangara de antifaz”.
Collazos Porras también recomendó el corregimiento de Cajete, especialmente Green Hostal, La Selva y La Virginia, que “son muy bonitos y resaltan también por la parte gastronómica y cultural”.
En otros municipios
En Cajibío están el Hotel Kuácara y la reserva de Las Asomas; en Totoró, la reserva de la sociedad civil Amalaka, que además es una escuela única en Colombia: tiene torres de observación de aves.
Puracé es otro municipio imperdible para los avituristas. A través de operadores como Micho Turismo, se pueden realizar recorridos por uno de los ecosistemas andinos mejor conservados: el Parque Nacional Natural Puracé, donde se puede observar al cóndor de los Andes y, con suerte, la danta de montaña, precisó Collazos Porras.
En el municipio de Puracé, también está Coconuco, donde se encuentra Leguaro, un importante refugio para colibríes, y Chiliglo, donde además de ver aves se puede visitar unos paradisíacos termales. Más hacia el sur del departamento, está el municipio de La Sierra, donde se puede avistar al Habia cristata y varias aves rapaces. A casi dos horas de allí, se encuentra el municipio de Patía, en donde crece un bosque seco tropical (que aún se puede observar a pesar de ser un ecosistema en riesgo), dentro de la hacienda Versalles, hogar del pájaro carpintero escarlata.
Pero, definitivamente, el destino imperdible es Santa Rosa, el municipio con la mayor cantidad de especies del departamento (más de 1.033). Aquí, la sugerencia es visitar Paraíso Bombonas, Río Grande Birding, la finca Discosura o la Casita Azul, en los que es posible apreciar especies como la Scaled Antpitta y la Tangara parzudakii.
De acuerdo con Acoaves, otras zonas destacadas son Guapi, Timbiquí y San Juan de Villalobos (Santa Rosa), donde está la finca agroecológica Sulkowskyi, en honor a la mariposa Morpho, o Piamonte, con las reservas Kataleya, La Imperial y las fincas Mirasol, La Cristalina y Brisas de Pamplonita, en las que se puede avistar a la cotinga roja.
Hacia el oriente del departamento, la experiencia incluye recorrer cafetales, conocer el proceso del cultivo del cacao y participar en recorridos arqueológicos. El municipio de Inzá es una de las sorpresas de la región.
También está El Tambo, que cuenta con varios humedales muy bien conservados como el que hace parte de la finca Celia Birding, donde es posible avistar una especie de carpinterito endémico y uno de los más pequeños: Picumnus granadensis.
Avistamiento seguro
De acuerdo con la presidenta de Acoaves, el departamento del Cauca ha sido estigmatizado por los medios de comunicación en temas de seguridad. Aunque reconoce que hay unos territorios más seguros que otros, destacó que son muchos los lugares que se pueden recorrer con seguridad, como Popayán, Santander de Quilichao, Inzá, Patía, Santa Rosa, Piamonte y El Tambo. “En estas zonas rurales del Cauca el secuestro de la guerrilla casi desapareció conforme esta se desintegró”.
Además, sostuvo que el apoyo de grupos que conozcan el departamento es clave. “Si uno llega solo a andar por su cuenta con cámara, binoculares, en un territorio en donde nadie lo conoce, es probable que algo suceda, pero si uno va con guías o acompañado de la comunidad, los lugares que ofrecen aviturismo en el Cauca son seguros, comparativamente con otros lugares del país”, enfatizó.
Acoaves ha liderado en el Cauca actividades de pedagogía en el ámbito de la observación y la identificación de aves, y ha adelantado labores de capacitación en conservación y asesorías en aviturismo. También ha publicado material bibliográfico como la Guía ilustrada de las aves de Popayán, en cooperación con la alcaldía municipal, y la cartilla de aves para colorear.
Finalmente, organiza y apoya festivales, congresos, talleres, charlas y capacitaciones para quienes quieren impulsar al Cauca como destino para el aviturismo en Colombia. Municipios como Corinto y Argelia, también han hecho parte de este proceso.