Con una población que supera las 15 mil personas, el pueblo indígena inga es heredero de una tradición gastronómica ejemplar. Preparaciones como el ají negro, la torta de bore con coco o la mermelada de zuzuca rescatan los sabores más inexplorados de la biodiversidad colombiana y los transforman en platos singulares. Los inga cocinan estos platos en el Valle de Sibundoy, Alto Putumayo, el lugar donde viven. Un sitio por el que pocos preguntan.
Aura Tisoy Tandioy, indígena inga, lidera un proyecto de divulgación gastronómica denominado Mikui Ingama Warmi (La alimentación de la mujer inga). Esta iniciativa, que busca visibilizar la gastronomía inga, rescata las prácticas ancestrales del cuidado del cuerpo y la alimentación, explora la relación del hombre con la siembra e impulsa el cuidado de las chagras (cultivos temporales indígenas).
En el marco del II Encuentro de Cocinas Iberoamericanas, Tisoy participará en el conversatorio Patrimonio, Seguridad y Soberanía Alimentaria, un espacio para dialogar sobre la importancia de reconocer las cocinas indígenas, populares y afrodescendientes como patrimonios culturales que responden a largos procesos históricos y sostenibles.
“Parte del patrimonio vivo de los pueblos está en su alimentación propia, en sus conocimientos y prácticas culinarias, y desde IberCocinas, junto con los países que conforman el programa, buscamos poner en evidencia la importancia de salvaguardar los ecosistemas alimentarios y culinarios tradicionales”, aseguró Mónica Pulido, presidenta de IberCocinas.
Del 18 al 20 de septiembre se llevará a cabo el II Encuentro de Cocinas Iberoamericanas en Pasto (Nariño), un evento que contará con la participación de productores, cocineros y artesanos de Iberoamérica para generar redes colaborativas que aporten a la visibilización, transmisión y recuperación de los productos y las técnicas alimentarias ancestrales.
Este encuentro, impulsado por Ibercocinas y el Fondo Iberoamericano de Cocinas para el Desarrollo Sostenible, ofrecerá conversatorios, mesas de trabajos, muestras de cocina en vivo, talleres, sesiones de consolidación y plenarias sobre los retos y las oportunidades de las cocinas tradicionales de la región.
Entre los países y ciudades participantes se destacan Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, entre muchos otros.
Este escenario también servirá para reconocer las cocinas indígenas, populares y afrodescendientes como patrimonio biocultural, así como consolidar una red de gestores y sabedores del ecosistema de la alimentación y las cocinas tradicionales.
“Encontrarnos alrededor de las chagras, el fogón, el alimento y la mesa permitirá estrechar lazos entre los países de Iberoamérica y exaltar nuestras cocinas tradicionales como ejes del desarrollo sostenible”, añadió Pulido.
“A través de una gestión con el Ministerio de Cultura logramos que Pasto sea sede del II Encuentro de Ibercocinas, en donde se visibilizarán la soberanía alimentaria y los procesos culinarios que hay en Pasto. Habrá espacios importantes para el público, pues la programación será gratuita en la Casona de Taminango. Vamos a posicionar Pasto alrededor de su identidad cultural”, afirmó María Mercedes Figueroa, secretaria de Cultura de Pasto.
Asimismo, Figueroa indicó que este evento posibilita compartir todos los saberes y conocimientos culinarios pastusos, exponer las recetas y las formas de preparación propias de su identidad cultural, y, finalmente, promover los sabores de las cocinas indígenas y afrocolombianas.