El mar Caribe, considerado el más salado del mundo, llega hasta Antioquia. Sin embargo, en esta tierra de montañas, sus aguas son dulces debido a la desembocadura de numerosos ríos, arroyos y corrientes, y a las abundantes lluvias en la zona.
De hecho, la costa antioqueña es la segunda más extensa de Colombia, rica en recursos naturales, manglares, ríos, cascadas, arrecifes de coral, bosques y diversidad de plantas y animales.
En estos municipios del golfo de Urabá (Arboletes, San Juan de Urabá, Necoclí y Turbo) se vive un turismo relajado. Las grandes cadenas hoteleras aún no han llegado, así que las experiencias son de conexión con la comunidad: aprender de los pescadores y las matronas de la cocina, bailar junto con los locales y probar delicias típicas hechas con plátano, coco, cangrejo, camarón, pescado y frutas tropicales.
Aquí encontrará una breve guía para disfrutar este paraíso que todavía muy pocos colombianos se han animado a explorar.
San Juan de Urabá
Tiene las segundas playas vírgenes más grandes de Colombia y las más lindas de Antioquia, en los corregimientos Uveros y Damaquiel; entre ellas, un tesoro escondido: el río de Uveros, que entre febrero y abril se viste de rosa al recibir la pigmentación de la microalga salina Dunaliella, que habita en los manglares.
Desde aquí también se puede divisar la Isla Misteriosa, un islote que desapareció hace 18 años y volvió a emerger hace dos años por el movimiento de un volcán submarino. Además, cuenta el ecosistema Manglares de Damaquiel, que se recorre por senderos de raíces en zonas húmedas, y con la Boca del río San Juan, que se navega en bote o kayak.
¿Qué no se puede perder en San Juan de Urabá?
- El cerro Zumba, un pico montañoso desde el cual se disfruta la vista del golfo de Urabá.
- El muelle turístico El Mirador, en Playa Centro.
- Las clases de baile con Emilsen Pacheco, considerado el mejor tamborero y bailador de bullerengue.
- La playa Mundito y sus mariscos cocoloco.
- El restaurante Donde Niva y su arroz de camarón.
Arboletes
Aunque su gran atractivo es el volcán de lodo, que en ocho meses estará convertido en ecoparque, este lugar es ideal para el turismo de inmersión a través de espacios como El Taller de Bullerengue en la Casa de la Cultura Jesús Márquez Viera; la clase de gastronomía con la matrona Marquesa, famosa por sus langostinos al ajillo y el postre de galletas de limón; los talleres de Selva Mar y Taller Prana, que, con madera salada de la playa, enseñan a hacer utensilios para el hogar. Aquí también se encuentra el Hotel Rivera del Sol, conocido como el Disney de Colombia, por su infraestructura de castillos medievales, ruinas griegas y figuras de sirenas y armaduras.
¿Qué no se puede perder en Arboletes?
- Las playas Principal y El Pescador.
- El muelle Flor del Paraíso, para disfrutar la brisa marina y la puesta de sol.
- El río Hobo, para conectarse con la naturaleza.
- Las Fiestas del Mar y del Volcán en junio.
- La cabeza de gato, un puré de plátano con guiso y suero costeño.
Necoclí
Sus ciénagas son la estación de los pájaros que llegan en septiembre y octubre desde Canadá y de cuatro de las siete tortugas marinas del mundo (verde, carey, caná y cabezona) que viajan desde Canadá, Trinidad y Tobago y Chocó para desovar en Playa Bobalito. También se pueden ver animales nativos en la ciénaga de manglares Marimonda y en la ensenada Rionegro; visitar a los indígenas tule kuna, que elaboran molas y collares en chaquiras en la vereda Caimán Nuevo; a la comunidad caribia que hace artesanías con caña flecha.
¿Qué no se puede perder en Necoclí?
- La historia de los españoles en América.
- Recorrer las calles y playas en bicicleta.
- Conocer y probar plantas aromáticas y frutos de la región con Lazaromátikas.
- Aprender a tejer molas con la comunidad tule.
Turbo
Recorrer en moto o en bicicleta el único puerto antioqueño, desde Punta Caimán hasta Bocatarena, es descubrir la verdadera esencia de la costa paisa. El llamado Rey del Golfo es jolgorio, comercio y tambores. Sus playas más populares son La Martina, Bahía Los Enamorados, El Muelle y Playa Dulce; además, tiene 17 bocas al río Atrato.
La Reserva Natural Zuriki es su destino más destacado, por sus bosques inundados, aves, monos, reptiles y felinos; un recorrido en lancha hasta la desembocadura del río, donde el agua dulce no se mezcla con la salada, y se observan líneas entrelazadas, azules y cafés, del río y el mar.
¿Qué no se puede perder en Turbo?
- El rey del mar, su plato emblemático: pescado apanado relleno de queso y mariscos.
- El Parque Nacional Natural Katíos, hogar del 30 % de las aves de Colombia.
- El restaurante Sinvergüenza, en Playa Dulce, y su plato de pescado fresco.
- El callejón gastronómico El Chori, de comida callejera y autóctona.
¿Cómo llegar a la costa antioqueña?
Desde el aeropuerto Los Garzones de Montería hay una hora hasta Arboletes; luego, 20 minutos a San Juan de Urabá; una hora adicional a Necoclí y de aquí solo media hora a Turbo. Desde Medellín, el recorrido es de 522 kilómetros, entre 9 y 11 horas en carro.