SEMANA: ¿Cómo está la ciudad?
JAIME PADILLA GARCÍA: En los últimos 20 años, Armenia había tenido muchos problemas administrativos y de orden judicial con los últimos alcaldes. Sin embargo, en la última alcaldía, a cargo de José Manuel Ríos, se hicieron cosas importantes. Una de ellas fue poner en orden las cuentas, porque la ciudad era un desastre y no se sabía qué había, qué se tenía y qué no. Ese trabajo fue absolutamente importante para lo que yo encuentro en materia financiera, donde hay un presupuesto que pasó de más de 400 mil millones de pesos a más o menos 836 mil millones de pesos. Y aunque quedaron muchas obras, planes y proyectos por concluir, estoy convencido de que se dieron pasos importantes en lo que tiene que ver con la recuperación administrativa y financiera de Armenia.
SEMANA: ¿Qué frentes priorizará durante su administración?
J.P.G.: Lo primero es devolverle la percepción de seguridad a la gente. Si bien Armenia es una de las ciudades más seguras del país según las estadísticas, se viven situaciones cotidianas producto del tráfico y consumo de drogas en diferentes sectores. Ese es un verdadero dolor de cabeza. Para superar esa problemática, en enero se hizo efectivo el decreto de no consumo de sustancias en espacios públicos como parques, polideportivos e instituciones educativas, esto con el acompañamiento de la Policía, el Ejército, la Fiscalía y en general las entidades de seguridad.
SEMANA: Otro reto es el vial…
J.P.G.: Sí. En la ciudad no se ha construido un kilómetro de vías nuevas en 20 años y eso ha llevado a que a pesar de que solo tenemos alrededor de 340 mil habitantes, la congestión vehicular sea total. Entonces, además de normas que van a beneficiar la movilidad, hay dos obras clave que debemos planear y que requieren inversiones de 100 mil millones de pesos. Por eso, para este primer año es fundamental hacer todas las gestiones para dejarlas al menos en términos de pliegos. Haremos la solicitud al Gobierno para conseguir los recursos, y si por ese camino no se logra, Armenia tiene la capacidad de hacer un empréstito. Esas obras son, primero, el anillo vial de la calle segunda, donde se genera el mayor embudo vial en la ciudad. La segunda obra es la conexión en el sector de Puerto Espejo, que va en la vía Armenia - Pueblo Tapao.
SEMANA: Ya que menciona el tema de la seguridad, y debido a que la ciudad tiene una vocación turística, ¿es seguro hacer turismo hoy en Armenia?
J.P.G.: Si bien Armenia, el departamento del Quindío y esta zona del Eje Cafetero goza de una relativa tranquilidad con respecto a otros sitios de Colombia, y nosotros no tenemos presencia de grupos armados, no sufrimos de extorsiones, secuestros, atentados terroristas y otro tipo de conductas que sí se presentan en otras regiones del país, queremos perfeccionar esa vocación turística y no perder el estatus de lugar tranquilo. Buscamos que la gente tenga la posibilidad de venir a descansar, a pasar las vacaciones y a disfrutar del clima, la gastronomía y las facilidades que existen para conectarse con otras ciudades. Para lograr eso tenemos que fortalecer la seguridad y cuidar lo que tenemos.
SEMANA: Otro de los grandes objetivos es incentivar la inversión extranjera…
J.P.G.: Efectivamente, nuestro objetivo es atraer marcas internacionales, que diferentes franquicias lleguen a la ciudad. Nosotros tenemos una ubicación estratégica: estamos en medio del Túnel de la Línea y del puerto de Buenaventura, que es la salida al mundo por el Pacífico. Y esa es una ventaja que tenemos que aprovechar con obras como, por ejemplo, la ampliación del aeropuerto internacional El Edén, volviéndolo bimodal con pasajeros y carga. Con todo eso, queremos que los inversionistas traigan empresas, generen empleo y que nuestros jóvenes no se tengan que ir de la ciudad a buscar oportunidades en otro lado.
SEMANA: ¿Cómo está la calidad de la educación en la ciudad?
J.P.G.: Ese es un tema clave, porque estamos promoviendo el acceso a la educación superior de nuestros jóvenes a través de iniciativas como Matrícula Cero, brindando becas y otorgando recursos para que los mejores bachilleres tengan ese acceso.
SEMANA: Otro tema importante es el del empleo. ¿Qué está pasando en estos momentos en la ciudad?
J.P.G.: Armenia ha tenido un bache en los últimos años por la falta de empleo. La realidad es que no había muchas oportunidades, no había emprendimiento. Ahora, una de las metas que fijamos para superar este problema es patrocinar y brindar estímulos a los emprendedores a través de unos recursos importantes de parte del gobierno local. La meta es que los emprendedores, desde el más humilde en adelante, tengan la posibilidad de acceder a créditos con bancos de segundo nivel. En los últimos años, esa labor se ha hecho a través de Actual Famiempresas, un banco de segundo nivel donde el municipio desembolsa unos recursos importantes para que la gente no tenga que recurrir a prestamistas o gota a gota. Esa iniciativa ha permitido reducir los indicadores de empleo al tiempo que les abre las puertas a esos emprendimientos al mundo financiero, con préstamos de entre 500 mil pesos hasta 22 millones de pesos.
SEMANA: ¿Armenia sigue siendo un buen vividero?
J.P.G.: Armenia es un buen vividero. Sin embargo, yo quiero cambiar ese estatus para volverla una ciudad importante, inteligente, atractiva, moderna y, por supuesto, bonita y educada. ¿Cómo lo estamos tratando de hacer? De la mano de empresas tan importantes como la Empresa de Energía Eléctrica del Quindío, que es una de las dos o tres mejores en Colombia. Hoy Armenia no tiene problemas de energía, acueducto ni alcantarillado. Además, la ciudad tiene unas construcciones modernas de último nivel, autosostenibles; contamos con un buen sistema de transporte; es una ciudad equidistante con Pereira, Manizales, Cali, Ibagué, Bogotá y Medellín; un clima ideal, una gastronomía de alto nivel; destinos turísticos importantes, entre muchas otras cualidades. Todo eso nos hace un sitio atractivo no solamente para vivir, sino también para invertir y crecer financieramente.