Incluidas en el grupo de las ciudades más inteligentes de América Latina y del mundo por índices como el Cities in Motion 2024, elaborado por IESE Business School de la Universidad de Navarra, en España, Bogotá (puesto 131 en el mundo) y Medellín (137) se han consolidado como las capitales referentes de la innovación y la sostenibilidad en el país.
Este índice mide la gobernanza, planificación urbana, tecnología, medioambiente, proyección internacional, cohesión social, movilidad y transporte, capital humano, y economía. ¿Qué están haciendo bien y en qué deben mejorar para consolidarse como verdaderas ciudades inteligentes?
Augusto Velásquez, director ejecutivo de la Fundación SmartCity Colombia, explicó que mientras Bogotá ha tomado un enfoque más institucional y regulatorio, Medellín lo ha hecho desde la innovación social y la transformación urbana.
Con respecto a la capital del país, Velásquez aseguró:
“La implementación de proyectos como el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4), y la Estrategia de Datos Abiertos buscan mejorar la seguridad, la eficiencia en la administración pública y la participación ciudadana. Desde la Alta Consejería TIC se ha adelantado la política pública para el desarrollo de una ciudad inteligente basada en la gestión de los datos, tecnología e innovación”, dijo.
Y destacó los esfuerzos en la expansión de su infraestructura digital y en mejorar el transporte público con tecnologías de movilidad inteligente.
Hoy, los retos están asociados a la modernización, integración e interoperabilidad de su infraestructura tecnológica, además de una mayor coordinación entre los distintos actores.
“Bogotá debe modernizar su infraestructura tecnológica para soportar una ciudad inteligente a gran escala. Esto incluye la implementación exitosa del metro, la expansión del TransMilenio y la integración de estas redes con plataformas digitales para mejorar la movilidad urbana”, aseguró.
¿Y Medellín?
En el caso de la capital antioqueña, Carolina Londoño, directora ejecutiva de Ruta N, la agencia de innovación de la Alcaldía, dijo que se han propuesto una serie de lineamientos.
“Buscamos soluciones para los grandes desafíos que tenemos en temas como educación, movilidad, seguridad y manejo de residuos. La idea es que esas soluciones se conecten con megatendencias y con otros actores globales del ecosistema para concretarlas y acelerar el desarrollo de negocios de alto impacto”, precisó.
Según Londoño, la idea es que Medellín sea un campo de experimentación del cual surjan productos mínimos viables y sandbox regulatorios donde haya incentivos para originar contenidos, reglamentaciones y políticas públicas. La meta es convertir la ciudad en la capital mundial de la inteligencia artificial con la reactivación del Centro para la Cuarta Revolución Industrial y el apoyo del Foro Económico Mundial.
Lo cierto es que, con sus logros y desafíos, Bogotá y Medellín siguen consolidándose como dos referentes nacionales del camino que se debe emprender para entrar en el selecto grupo de las ciudades más inteligentes del mundo.