Con la exitosa subasta del espectro, necesario para que Colombia cuente rápidamente con redes comerciales 5G, el inicio del 2024 trae una oportunidad de oro para elaborar un plan de renovación sectorial. Es difícil dimensionar el impacto que tendrá la llegada de esta tecnología desde el punto de vista de las nuevas alternativas que pronto empezarán a existir en el mercado para apoyar la transformación inteligente de empresas de todos los sectores de la economía. Pero sí se tiene la certeza de que las redes 5G no solo servirán para hacer lo mismo de una manera mucho más eficiente gracias a la velocidad de los datos móviles, sino que abrirán un nuevo mundo de posibilidades para reinventar sus operaciones y negocios gracias a la baja latencia (alta confiabilidad) del nivel de servicio. Esto ampliará los horizontes para determinar cómo renovar y reinventar los negocios.
Tenemos mucha suerte, pues la llegada de las redes 5G coincide con la madurez de diversas alternativas de inteligencia artificial (IA), que sin duda generarán un ambiente óptimo para crear soluciones que permitan aprovechar la data de una manera más productiva. No es una exageración pensar que estamos en un punto de inflexión como pocas veces se ha visto en la historia económica del país y del mundo.
En poco tiempo, ojalá antes de finalizar el año, el sector empresarial colombiano empezará a entender que está ante una nueva realidad: renovar o morir. Debemos enfrentar la necesidad inminente de modernizar y repensar cómo operamos y qué ofrecemos para poder competir; de lo contrario fracasaremos ante competidores que hayan entendido y apropiado la fuerza de estas nuevas tecnologías.
Por fortuna, podemos simplificar lo que se viene de una manera muy práctica y sencilla. Las oportunidades generadas por el uso de soluciones de IA y nuevas redes de 5G se traducen en la eficiente consecución, la real protección y el buen uso de los datos que tenemos a nuestra disposición. De tal manera que podremos tomar mejores decisiones de negocio que van desde cómo operar de una manera más eficiente, hasta qué y cómo ofrecer productos y servicios.
Sin duda, cuando el tejido empresarial colombiano entienda el momento histórico que estamos viviendo hará las inversiones necesarias para sacar a relucir las grandes capacidades que tiene el país. La posibilidad de generar nuevos empleos alrededor de la tecnología es real, así como aprovechar el impresionante talento colombiano para llegar a exportar nuevos servicios tecnológicos en un corto plazo. Y ni hablar de las posibilidades para los emprendedores que logren encontrar nuevos nichos de mercado. Solo hace falta asegurar unas reglas claras y una muy buena seguridad jurídica para que a Colombia lleguen las inversiones multimillonarias necesarias que permitan aprovechar el momento histórico que vivimos, y sean las TIC el real motor transversal del plan de renovación para el nuevo año.
*Presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones - CCIT