“Santa Marta, Barranquilla y Cartagena son tres perlas que brotaron en la arena, tres estrellas del mar, del Mar Caribe que descansan en la orilla de la playa”, cantó hace muchos años el grupo Billos Caraca´s Boys; tres ciudades en las que, por lo general, Colombia piensa cuando se habla de la costa Caribe. Curiosamente, una de ellas, destacada por sus avances y desarrollos, parecía estar debiendo algo en su oferta turística, en comparación a las otras: playas. Sin embargo, la ciudad tiene un tesoro escondido que pronto se convertirá en un gran atractivo turístico: Puerto Mocho.

Las playas que suelen visitar los turistas e incluso los mismos barranquilleros pertenecen a municipios aledaños como Puerto Colombia, Salgar, Santa Verónica y Caño Dulce, entre otras. Sin embargo, Puerto Mocho es desconocido hasta entre quienes aseguran que la ciudad sí tiene playa. De hecho, se dice en chiste que allí van los candidatos políticos que consiguen pocos votos y “se ahogan”.

Se encuentra a la izquierda la ciénaga de Mallorquín, en el costado derecho del río Magdalena. Actualmente, quien quiera llegar hasta ella debe hacer un trayecto en carro de 2.3 kilómetros que tarda alrededor de 15 minutos por carretera destapada, junto al carril de un tren artesanal que transporta visitantes a la zona.

Hoy en día Puerto Mocho tiene entre 20 y 25 kioscos que se diferencian de los de las playas vecinas por ser coloridos, algunos, incluso forman la bandera de Colombia. Estos kioscos son el escenario en que bañistas y turistas pueden refugiarse del sol y consumir el típico bocachico con patacones que se suele conseguir en el lugar. A unos pocos pasos se encuentra el mar, quieto, sin olas. Al fondo, es posible vislumbrar aves que se acercan para llevarse entre sus picos uno que otro pez.

Aunque de por sí ya es el sitio idóneo para quienes habitan Puerto Mocho y las poblaciones cercanas durante los domingos y festivos, con los planes que tiene la Administración Distrital pronto se llenará de viajeros de todas partes. Pescadores, dueños de kioscos y comerciantes sueñan con que esta sea una promesa cumplida; tienen la certeza de que la llegada de turistas mejorará sus ingresos y abrirá posibilidades de vivir y trabajar en condiciones más dignas.

Luz Mendoza cumplió 35 años de trabajo frente al mar. Inició en la pesca, pero con el tiempo instaló ‘La Tricolor’, una caseta desde donde ofrece kioscos a los visitantes, además de bandejas de pescados y bebidas. Ese recinto armado con tablas es su hogar; unas cuantas mesas completan el mobiliario, y la brisa y la arena han sido testigos de cómo ha crecido su emprendimiento.

“Los proyectos inician en la Ciénaga de Mallorquín. Nos han explicado que desde allá vendrá la vía y que desde ese punto mina todo”, explica Luz en la tarde de un soleado lunes festivo, cuando tradicionalmente más clientes recibe.

Barranquilla planea entregar en 2022 este atractivo turístico. | Foto: Cortesía Alcaldía de Barranquilla.

Luz está bien enterada de que el proyecto está enmarcado en la recuperación de la ciénaga de Mallorquín, un ecoparque que además de Puerto Mocho también incluirá la renovación urbana del barrio Las Flores y el mejoramiento de la conectividad entre estos dos con el Tren-Tajamar.

El propósito de la administración del alcalde Jaime Pumarejo Heins es que tal como se logró con el Malecón del Río, la mirada de la ciudad y del país se enfoque en este espacio de la ciudad, que se propone no solo ser la ciudad río de Colombia, sino también la ciudad mar.

“La recuperación de Puerto Mocho significará un paso adelante en la construcción de una Barranquilla biodiversa. Soñamos y trabajamos porque pronto este proyecto cambie la cara de esta zona de la ciudad”, aseguró Pumarejo Heins.

Barranquilla planea entregar en 2022 este atractivo turístico. Hasta entonces, trabajará en la construcción de una vía que facilite la llegada de visitantes; nuevos y más cómodos espacios en donde comer, así como un entorno limpio y cuidado en el que la naturaleza será protagonista.

De esta manera, Puerto Mocho se integra a las iniciativas que adelanta la Administración Distrital para alcanzar su propósito de convertirse en una biodiverciudad. En la lista también se encuentran los árboles sembrados hasta ahora, los parques restaurados, el Gran Malecón del Río y los futuros bosques urbanos.

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