En la isla de San Andrés todos saben quién es Nicolás Gallardo, y no solamente por haber sido electo gobernador, sino por su trayectoria como empresario del sector hotelero de la isla. Por eso, los representantes de los gremios ven en él una gran esperanza para la recuperación del turismo, notablemente afectado en los últimos años por la pandemia, el huracán Iota, el cobro desde 2023 del 19 % de IVA a los tiquetes aéreos y la salida del mercado de las aerolíneas de bajo costo.
Gallardo planea darle un giro radical a la isla y desarrollar otros nichos turísticos, más allá de la vocación que tiene el departamento como destino de sol y playa. Entre sus apuestas están la cultura y el deporte. “Queremos ser sede de un Ironman el próximo año”, aseguró.
SEMANA: ¿Cómo recibió San Andrés?
NICOLÁS GALLARDO VÁSQUEZ (N. G. V.): Encontré la Gobernación de San Andrés en desorden total, en lo administrativo y en lo físico. No existía ni siquiera el despacho. Me tocó irme a trabajar a la Secretaría de Hacienda en un espacio que me prestaron. Por otra parte, está el tema de los contenedores en mal estado. Mucho sucio por todos lados, con la [vía] circunvalar llena de residuos. Los desafíos son importantes frente al tema de la basura, desde cómo se está recibiendo, recolectando y su disposición final. Hoy tenemos un relleno sanitario que necesita intervenciones y acciones inmediatas, porque ya no puede seguir creciendo.
SEMANA: ¿Qué acciones puntuales lidera para embellecer la isla?
N. G. V.: Lanzamos una campaña que se llama San Andrés Bella y Limpia, en un esfuerzo con la Armada y los servicios públicos. Hay un personal destinado exclusivamente a limpiar los contenedores, mantenerlos limpios, en buenas condiciones y también las calles y las vías; además de establecer una serie de medidas, comparendos ambientales o imposiciones tributarias para quienes dejan la basura donde no se debe.
Adicionalmente, hablamos con Latam y Avianca para que difundan frases cortas concientizadoras en los vuelos, con el fin que los visitantes lleguen a cuidar, como ocurre cuando van a Estados Unidos. Si el que llega se encuentra con una isla organizada y limpia, difícilmente le va a dar ganas de botar la basura donde no debe. Y también hay unas penalidades por eso. La meta es que cuando el visitante llegue, se encuentre con un espacio limpio, sano y, muy importante, que quiera volver.
SEMANA: ¿Es seguro hacer turismo en la isla?
N. G. V.: En San Andrés es seguro salir a caminar por las calles sin sentir zozobra. No se puede desconocer que hay vendettas entre grupos sectoriales, que vale la pena aclarar que no son bandas organizadas, cuyas diferencias responden en su mayoría a temas de intolerancia. Por eso, parte de la gestión busca generar oportunidades para los jóvenes en el sector productivo, las artes o el deporte, como canalizadores de esa energía.
SEMANA: San Andrés es un destino privilegiado, ¿qué recomienda hacer más allá de pasar el día en la playa?
N. G. V.: San Andrés tiene una particularidad y es que sus amaneceres y atardeceres son espectaculares desde diferentes zonas de la isla. A mí me encanta la natación y la he practicado en muchos lugares. La gente habla de Bali, Maldivas o Bora Bora, y sí, son increíbles, pero San Andrés no tiene nada que envidiarle a su riqueza hídrica. Me refiero a poder ir nadando hacia Johnny Cay o el Acuario y tener la posibilidad de ir viendo el fondo del mar, los colores del azul, cómo pasan las mantarrayas.
Aparte de eso, está la buena temperatura de las aguas que no la tienen todos los lugares. Hawái es bonito, pero uno mete la cara y no ve nada porque es muy turbulento. Adicionalmente, uno puede tener la tranquilidad de ir nadando, sabiendo que la barrera coralina hace una contención natural para que no entren especies mayores. Acá, desde donde uno se pare, se puede ver un pedazo de paraíso, uno que a veces no apreciamos. Acá siempre hay algo bonito o positivo que ver; la inmensidad del mar, sus tonalidades, es algo que no tiene precio. Creo que por eso vivo tan feliz en este lugar. Cuando me voy, generalmente, quiero volver al día siguiente.
SEMANA: Usted viene del sector privado, ¿de qué manera se viene articulando con los gremios?
N. G. V.: Queremos que la empresa privada se involucre en los temas públicos; estimular la construcción colectiva. La estrategia es invitar al privado, no para que dé recursos, sino para que ejecute, adopte, sea doliente de proyectos de infraestructura, y también de programas recreativos, deportivos y culturales. En eso vamos avanzando. Ya una empresa manifestó interés en apadrinar el parque La Barracuda y otra el parque Cariño al Niño.
En Anato siempre estaba por un lado el stand de la isla y por otro los gremios. Este año nos integramos y fue exitoso, porque hablamos el mismo idioma, desde la comercialización del destino hasta la oferta del producto; inclusive participamos en una agenda conjunta con Avianca y Latam, a la que invitamos a Jetsmart, que estuvo recientemente en la isla.
SEMANA: Hay un tema fundamental y es el relacionado con el servicio al cliente, ¿cuál es el plan en este sentido?
N. G. V.: Sabemos el gran desafío que supone mejorar el servicio al cliente en la isla y que debemos hacer una campaña fuerte para estimular el sentido de pertenencia. Lograr cambiar la mentalidad es algo no se hace ni en uno ni en dos años, pero hay que comenzar. Cuando establecemos una universidad en el territorio, fortalecemos las instituciones existentes, entre ellas el Sena, se debe en gran parte para que irradien de forma positiva la cultura ciudadana en la isla. Cuando una persona respeta desde las normas de tránsito hasta su comunidad, presta un servicio con base en su entorno; lo mismo ocurre si se viene de un contexto violento.
SEMANA: ¿Tendrán por fin un nuevo aeropuerto?
N. G. V.: Sí, recientemente el ministro de Transporte anunció la apertura de la Iniciativa Privada (IP). En los próximos meses se deberían presentar los terceros interesados. De hecho, el proyecto de infraestructura debería quedar adjudicado entre los meses de octubre y noviembre, para dar inicio a la fase de obras. Este es un proyecto que lleva estancado desde unos ocho o diez años, en el que se había avanzado en unos diseños espectaculares. En un tiempo récord, el ministerio logró destrabar las partes técnicas. Tendremos un aeropuerto a la altura de los visitantes y residentes de San Andrés.
SEMANA: ¿Cómo se encuentran en términos de conectividad aérea?
N. G. V.: En este momento nos están llegando de 20 a 22 frecuencias de forma diaria. Desafortunadamente se van a retirar ocho semanales: perdimos diez desde Bogotá, por una situación de slots en su aeropuerto, pero se incorporaron dos de Medellín. El Dorado es neurálgico para nosotros porque no solamente recoge el turismo de Cundinamarca o Boyacá, sino que todo el Eje Cafetero generalmente transita por Bogotá para poder llegar a San Andrés. Actualmente, estamos en pruebas con Jetsmart para equiparar esa pérdida; vamos a trabajar para sumar frecuencias adicionales desde destinos nacionales e internacionales.
SEMANA: ¿Cuál es el plan con la conectividad aérea internacional?
N. G. V.: Estamos buscando que la ruta de Panamá sea diaria. En algún momento fue dos veces por día. Esta ruta es importante porque nos conecta con todo el Cono Sur, Argentina, Chile y también Brasil, que es muy fuerte el primer semestre del año, cuando en el país es temporada baja la mayor parte del tiempo. El turismo nacional se reactiva, principalmente, durante el segundo semestre. A través del deporte y la cultura, y las apuestas de sostenibilidad y experienciales, queremos abrir nuevos mercados, como lo está haciendo Costa Rica, con una estrategia de City Marketing.
SEMANA: En 2023, la Contraloría General advirtió sobre la existencia de 20 ‘elefantes blancos’ y proyectos críticos por más de 220.879 millones de pesos en el departamento, ¿cuál es el plan para construir sobre lo no construido?
N. G. V.: Estamos comprometidos con la recuperación de muchos de los ‘elefantes blancos’ o edificios que están en malas condiciones, como el Sunrise Park, que lo tenemos en el corazón del centro del departamento. Por eso el plan no es llegar a hacer solo proyectos nuevos, también construir sobre lo que se ha construido, y no solamente en los últimos cuatro años sino hasta 30 años atrás, cuando se hicieron o se iniciaron obras de canchas, parques o colegios que están abandonados o nunca se terminaron.
SEMANA: ¿Qué proyecta ejecutar en este cuatrienio?
N. G. V.: Inicialmente, vamos a mejorar lo existente. Por eso decidimos hacer un nuevo centro de bienestar animal, cuya construcción debe arrancar este año y finalizar a más tardar en julio de 2024, en vista de que el coso municipal, que hoy alberga animales, no está en las mejores condiciones. También es importante mejorar el sistema hospitalario y la situación actual de los niños en condición de discapacidad; asimismo, invertir en la cultura y el deporte, no solo en infraestructura, sino en programas gratuitos. Estamos comprando predios que vamos a destinar a espacios deportivos y estimamos recurrir a un préstamo para financiar macroproyectos como la recuperación de playas, vías, la Villa Olímpica, la Universidad del Gran Caribe y el colegio San Antonio.
SEMANA: San Andrés será la sede del Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe CILAC 2024…
N. G. V.: A finales de octubre estarán los ministros de Ciencia y Tecnología de Latinoamérica en el departamento, en este espacio concertado para debatir, planificar y monitorear políticas eficaces con la meta de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. A propósito de esto, priorizamos la construcción de la primera de dos plantas que conformarán el centro de pensamiento o hub de innovación de la isla, desde donde, entre otras actividades, se proyectará el territorio a 50 y hasta 100 años.
SEMANA: ¿Cuál es la situación actual del servicio de energía eléctrica en la isla?
N. G. V.: Hoy estamos pagando el kilovatio más caro del país: 1.175 pesos, superior a otras regiones de Colombia. El combustible diésel que usamos es altamente contaminante, que en una reserva de biósfera no debería existir. Por eso la insistencia nuestra en trabajar en energías alternativas, lograr tener energía solar, mirar las posibilidades de energía eólica, que nos permita bajar los costos de la energía y ayudar a que la reserva de biósfera no siga siendo maltratada. En términos de movilidad, tenemos como propósito renovar la flota de taxis y buses para que sean ciento por ciento eléctricos al final del período y ofrecer beneficios tributarios a quienes adquieran algún tipo de vehículo o moto eléctrico en el departamento.
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