A la escritora colombiana Margarita Cuéllar le interesa hacerse preguntas sobre la intimidad. En su última novela, De viento y de sal (Tusquets, 2024) —la historia de diez mujeres que tejen el rumbo de una familia—, ocurre precisamente eso: un despliegue por las zonas más reservadas del ser humano. En esos lugares es donde sucede la verdadera magia, dijo la escritora. Eso que nadie ve, eso que nadie grita, es la descripción exacta para su literatura.
“Este ensayo recoge el trabajo de pensar las relaciones humanas atravesadas por las emociones en un círculo de intimidad. Algo hermoso que pasaba en El Costurero era que se creaba intimidad. Lo mismo que sucede en una casa, que es un lugar lleno de particularidades. Me interesaba trabajar eso que se genera cuando hay intimidad”, afirmó la escritora.
El Costurero fue un proyecto de creación que lideró durante muchos años en Cali (Valle del Cauca). Un espacio abierto para que las mujeres se reunieran a tejer. Cuéllar lo frecuentaba con una mirada meticulosa. Fue la primera puntada que materializó De viento y de sal, el libro que presentará en esta edición del festival Oiga, mire, lea.
Del 3 al 8 de septiembre se llevará a cabo el Festival Internacional de Literatura Oiga, mire, lea, una iniciativa de la Gobernación del Valle del Cauca para visibilizar a los mejores talentos literarios del departamento y de Colombia. En su décima edición, este evento convocará a más de 150 invitados (entre escritores, editores y aficionados de la escritura) y ofrecerá más de 100 actividades gratuitas.
“Es el festival público literario más importante del departamento. En el Valle del Cauca hay 2.500 escritores, que con esfuerzo publican sin ningún tipo de reconocimiento. Pretendemos abrir este espacio como vitrina para que ellos se visibilicen. Además, traeremos escritores internacionales que posibilitarán un gran intercambio de saberes. Una estrategia para promover procesos de lectura y escritura”, explicó Fernando Tamayo, director de BiblioValle, organizadora del evento.
La programación del festival ofrecerá presentaciones de libros, eventos culturales, conversatorios, charlas magistrales, talleres con expertos y conciertos literarios. Entre las grandes plumas que participarán sobresalen el periodista chileno Juan Villoro, la colombiana Gloria Susana Esquivel y la peruana Micaela Chirif.
Además, el Oiga, mire, lea descentralizará su programación y llevará lo mejor del festival hasta ocho municipios del Valle del Cauca: Obando, Andalucía, Sevilla, Buga, Tuluá, Guacarí, Palmira y Jamundí.
“Es la primera vez que salimos a ocho municipios y les llevamos escritores internacionales. Queremos dignificar a los escritores vallecaucanos, para que compartan y deliberen, pero también para que se promuevan en los municipios los procesos que se gestan desde Cali”, añadió Tamayo.
“En Obando, por ejemplo, estará el escritor peruano Gustavo Rodríguez presentando su novela Cien cuyes, que fue Premio Alfaguara en 2023. En Tuluá habrá un taller sobre salud mental para niños y adolescentes. En Jamundí tendremos un show para jóvenes y así sucesivamente en cada municipio”, mencionó Catalina Villa, coordinadora literaria del festival.
Oferta para los niños
Este festival internacional presentará por primera vez una programación exclusiva para el público infantil y juvenil. Se espera que los niños del departamento puedan enamorarse de los variopintos mundos que crea la literatura.
“En Colombia no hay otro festival así, siempre son apéndices de los festivales de adultos. Nosotros tendremos una agenda paralela. El Valle del Cauca tiene profundos problemas para la promoción de la lectura y lo que queremos es contrarrestarlos. Inducirlos a que se vinculen a estos procesos de lectura”, comentó el director de BiblioValle.
Entre las iniciativas culturales para los niños están los talleres, las lecturas en voz alta y los conciertos literarios. Por su parte, la premiada escritora de literatura infantil Micaela Chirif dará un taller a los bibliotecarios sobre cómo seducir a los niños a través de la lectura en voz alta.
“También tendremos a Triunfo Arciniegas, un reconocido escritor colombiano de literatura infantil; un concierto de Silvia Valencia, una escritora vallecaucana; otro concierto de Tu Rocksito, enfocado en las diversidades y la eliminación de los prejuicios, y mucho más”, agregó Villa.
De viento y de sal
De viento y de sal es una novela que narra la historia de varias mujeres cuyas vidas se cruzan repentinamente. En un intento por indagar en los pequeños gestos que transforman la vida humana, Cuéllar escribió esta novela estilo ensayo que recoge una marea de información sobre las afectaciones de la vida en familia.
“Cuando digo afectaciones no quiero decir solamente el efecto negativo. Para mí, el afecto tiene una carga neutra. Todo es una causa y un efecto, y a mí me interesaba explorar esas relaciones familiares, amorosas y de amistad”, explicó la escritora.
“Yo siempre he tenido problemas con los límites. Lo mío es cruzar el límite, no dejarme encerrar por las formas ni las restricciones estéticas. En De mar y de sal me interesaba explorar otras voces más allá de la mía. Fue difícil, pero también liberador. Escribir desde un sujeto inventado y no desde la corroboración científica”, añadió.
En medio de la escritura de esta novela, Cuéllar hizo una cartografía con las voces de otras mujeres, sobre todo estadounidenses, que fueron referencia para la creación del argumento de su novela. Algunos nombres son Jennifer Egan, Lydia Millet, Elizabeth Strout, Alice Monroe, María José Navia. Todas, grandes exponentes de la escritura íntima.
“Al escribir, me conecto con todos los personajes. Desde el cariño y desde la antipatía. Para poder generar un personaje, hay que habitarlo. Al habitarlo, uno reconoce aspectos que le resultan conmovedores o que pueden dar hasta lástima”, expresó la escritora.
Son muchos los personajes femeninos que habitan en el mundo de De viento y de sal, pero fue Chela la última que llegó. Por una sugerencia de su editora, Cuéllar creó el personaje por el que ahora siente más simpatía: una empleada doméstica que se encariña por la niña que intenta criar.
Cuéllar no sabe qué más vendrá ahora que terminó su novela. Lo último que faltaba era presentarla al mundo. La única certeza que tiene es “seguir caminando y tejiendo”.