Hasta hace 25 años el cultivo de palma de aceite era impulsado en Colombia por un grupo de 800 productores y empresarios. En ese momento había sembradas 200.000 hectáreas y los pequeños agricultores, que durante años afrontaron varias crisis, no contaban con alternativas para vincularse se esta actividad y mejorar sus condiciones de vida.

Los líderes del sector entendieron que para aportar a la erradicación de la pobreza y fortalecer el cultivo de palma debían construir alianzas estratégicas y duraderas con pequeños y medianos agricultores, además de las comunidades vecinas a los proyectos. Y así lo han hecho organizaciones como el Grupo Empresarial Oleoflores, uno de los actores más relevantes de la palmicultura nacional, que no solo ha orientado sus esfuerzos al cultivo y la cosecha, sino a la extracción y refinación de productos derivados de la palma de aceite con alto valor agregado que además de abastecer la creciente demanda interna, llegan a mercados estratégicos de Suramérica y Europa.

José Pardo, director de Alianzas Estratégicas de Oleoflores, explicó que se han dedicado a brindarle asistencia técnica a los agricultores para el cultivo de la palma de aceite, ofrecerles alternativas de financiación, además de comprar la totalidad de la producción a precios justos. Según datos de Fedepalma, al cierre de 2022 en el país se registraban 580.000 hectáreas de cultivos de palma de aceite. “El principal motor de crecimiento ha sido a través de esquemas asociativos y de la vinculación de pequeños productores. Pasamos de tener 800 productores a más de 7.000″, detalló Pardo.

Oleflores constru alianzas estratégicas y duraderas con pequeños y medianos agricultores, | Foto: Cortesía Oleoflores

Actualmente la compañía tiene relaciones con 3.000 productores (cerca del 40 por ciento del total nacional), y gestiona 44.000 hectáreas de palma de 3.000 pequeños y medianos productores. “Esto genera una producción cercana a las 650.000 toneladas de fruto de palma al año, de la que se derivan 170.000 toneladas de aceite de palma crudo (un 10 por ciento de la producción nacional)”, precisó el representante del Grupo Oleoflores.

La organización tiene distribuida su operación en cinco grandes núcleos que cubren la costa Caribe, Santander y Norte de Santander. Uno de los principales beneficios de este cultivo, resaltó Pardo, ha sido vincular a pequeños agricultores de zonas afectadas por el conflicto armado, como los que se encuentran en el Catatumbo, a actividades lícitas y rentables para dejar atrás la producción de cultivos ilegales y mejorar sus condiciones de vida.

Oleoflores está generando una dinámica de 1.500 a 2.000 hectáreas nuevas con más aliados | Foto: Andres Camilo Gómez

La meta de Oleoflores es pasar de producir 650.000 toneladas de fruto de palma aceitera a un millón de toneladas. “Tenemos un plan de crecimiento en siembras y en alianzas. Estamos generando una dinámica de 1.500 a 2.000 hectáreas nuevas con más aliados. Esas siembras permitirán llegar a esa meta de producción”, aseguró Pardo.

*Contenido elaborado con apoyo de Oleoflores.

Lea también: Aventura inolvidable: viaje a los destinos poco explorados del Caribe colombiano

Contenido relacionado: De guarda de seguridad a futbolista estrella de Millonarios. La historia de Kena Romero