Las mujeres rurales representan una cuarta parte de la población mundial. La mayoría son agricultoras, emprendedoras o trabajan como asalariadas. Sin embargo, menos del 20 por ciento de los propietarios de tierras en el mundo son mujeres y se estima que en las zonas rurales la brecha salarial de género llega al 40 por ciento.
Esta problemática está latente en Colombia y se ha incrementado por la nueva realidad que generó la pandemia. Lo cierto es que en el país el rol de las mujeres en el campo es fundamental, pues son ellas las encargadas de muchas de las labores agrícolas y de tareas relacionadas con la supervisión de los cultivos y la seguridad alimentaria.
La Agencia Nacional de Tierras puso en marcha una serie de estrategias para rescatar y visibilizar en las ciudades el invaluable esfuerzo de estas mujeres en las regiones apartadas. Justamente esta semana se celebró la primera edición del Premio Mujeres Transformadoras de la Colombia Rural, un reconocimiento a quienes han contribuido al fortalecimiento económico y a la transformación del campo.
“A lo largo y ancho de este territorio hay una gran cantidad de mujeres emprendedoras, que son protectoras de nuestra tierra y conservan los saberes ancestrales. Este tipo de conocimientos son desconocidos en las ciudades, donde muy pocos saben cómo llegan a los supermercados las verduras y las frutas. Estas mujeres no solo se dedican a su labor, sino que transforman todo su entorno y movilizan a la sociedad”, aseguró Myriam Martínez, directora de la Agencia Nacional de Tierras.
La convocatoria para el premio contó con una nutrida participación de las regiones. Se postularon más de 80 mujeres, de las cuales fueron elegidas cuatro provenientes de los departamentos de Sucre, Huila, Nariño y Valle del Cauca. El comité encargado de la selección destacó su pujanza y liderazgo. De hecho, sus historias de vida ser documentadron en un libro sobre la defensa del territorio y las costumbres ancestrales relacionadas con prácticas agrícolas, tradiciones gastronómicas y culturales.
Rosa Amalia Villada y Alba Gladys Ossa ganaron en la categoría Mujeres que labran la tierra con legalidad. Villada lidera un grupo de cuatro mujeres en el municipio de Albán, Nariño, que cosechan diferentes tipos de alimentos. “Ser mujer rural significa mucho, nosotras trabajamos en la casa, pero también en el campo, en la siembra y somos echadas para adelante”.
Ossa, por su parte, se dedica a hacer crecer el emprendimiento Ambiente y Café, en el municipio de Isnos, Huila. Esta idea de negocio que consiste en ofrecer una experiencia cafetera a los turistas, ha tenido un impacto favorable en la economía familiar y la de su entorno.
En la categoría de Mujer Protectora del Territorio el reconocimiento fue para Celis María Reyes, de Sucre, y Olivia Balanta, del Valle del Cauca. En el caso de Reyes, la Agencia Nacional de Tierras premió su esfuerzo por garantizar la seguridad alimentaria de su comunidad. “Para mí ser mujer rural es ser una mujer transformadora, yo me levanto a las 4 de la mañana y luego atiendo mi casa y mi granja. A todas las mujeres rurales del país les digo que sí podemos aportar a una mejor Colombia”, enfatizó Reyes.
Balanta, galardonada por su trabajo como educadora y líder del municipio El Cerrito, advirtió que “ser mujer rural es seguir con las tradiciones ancestrales para que los niños continúen con nuestro legado”.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea, manifestó durante la ceremonia de premiación el compromiso del Gobierno de seguir trabajando por la equidad de género y anunció una nueva línea de crédito especial para mujeres y jóvenes rurales. “Son 200 mil millones de pesos con la tasa más barata del mercado. Estos créditos integrales buscan el desarrollo de cualquier proyecto productivo en el campo”.
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