Santander es uno de los departamentos con mayor potencial hídrico del país. Su riqueza proviene de cuencas, humedales y páramos como Santurbán y Almorzadero. De acuerdo con la Corporación Autónoma de Santander (CAS), estas fuentes de abastecimiento garantizan el agua potable para las casi 2 millones de personas que habitan en Bucaramanga y su Área Metropolitana, las cuales consumen en promedio entre 100 y 120 litros al día.
Aparentemente el departamento cuenta con las reservas suficientes para garantizar el abastecimiento de agua. Sin embargo, cada vez que se presenta un fenómeno climático, de los 87 municipios que tiene Santander, 25 quedan desabastecidos.
Alexcevith Acosta, director de la CAS, explicó que “los fenómenos de variabilidad climática afectan la disponibilidad hídrica porque intervienen en la retención y regulación de las corrientes, causando la disminución de caudales disponibles en épocas de sequía y provocando inundaciones en épocas de lluvias”.
Esta realidad ha llevado a que autoridades y líderes ambientales multipliquen esfuerzos para proteger el recurso hídrico. “Es necesario que las políticas de ordenamiento del territorio, planes de desarrollo e instrumentos de planeación de los gobiernos locales estén alineados con el Plan de Gestión Ambiental Regional que promueven las autoridades ambientales para la optimización del agua”, precisó Acosta.
Estos planes de gestión ambiental consisten en “una regulación para el aprovechamiento de las fuentes hídricas que, según la ley, en primera instancia, deben utilizarse para el consumo humano”, señaló el periodista ambiental Lorenzo Lizarazo. Para el director de la CAS, el gran reto del departamento es mantener la gobernanza del agua incorporando las lecciones aprendidas y vinculando en ese proceso a los acueductos. “Lo importante es la buena administración del recurso a cargo de las empresas prestadoras del servicio público de acueducto, alcantarillado y aseo”, aseguró.
De hecho, ya se están ejecutando acciones para concientizar a todos los actores sobre la importancia de proteger el recurso hídrico. Una de ellas es el convenio de cooperación internacional que suscribió la Gobernación de Santander en 2022 con los Países Bajos. De ahí nació el programa InspirAgua, con el que se busca adoptar mejores prácticas para el aprovechamiento eficiente del agua.
Otra tarea clave es acatar las recomendaciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) para evitar el desabastecimiento. Erwing Rodríguez-Salah, reconocido líder ambiental de Santander, advirtió que “en su Estudio Nacional del Agua el Ideam aconseja, entre otras cosas, la implementación de una red de monitoreo hidrológico, meteorológico y ambiental lo suficientemente representativa”.
Y, efectivamente, el departamento ha dado pasos firmes en este aspecto. Actualmente cuenta con cinco plantas hidrológicas localizadas en las cuencas de los ríos Oro, Suratá y Frío, en los municipios de Bucaramanga, Piedecuesta, Floridablanca y Girón.