Jennifer Castellanos Navarrete y Julia Lasso Guerrero decidieron buscar soluciones al problema de estigmatización que sufrían las madres adolescentes en Pasto y Obonuco, Nariño, en donde nacieron. Su iniciativa fue nominada al Premio Nacional de Diseño para la Transformación Social, Fray Angélico, un reconocimiento que otorga la Universidad Santo Tomás a las ideas más creativas de diseño gráfico, textil o industrial, pensadas para solucionar problemáticas sociales o fomentar el trabajo en comunidad.
Castellanos y Guerrero crearon un grupo de mujeres que se convirtió rápidamente en una red de apoyo para incentivar a las participantes y a la comunidad de Obonuco a formarse y emprender a partir de un enfoque de género. Siempre Guerreras es el nombre de la página web que diseñaron y de la cual se desprenden, desde 2019, cuatro actividades para incentivar el crecimiento personal y profesional de las mujeres jóvenes en el corregimiento.
“Buscamos pensar entre todas cómo puede contribuir la comunidad a que las mujeres cambien su concepto sobre la maternidad, y al mismo tiempo, cómo brindarles alternativas a las chicas para que se sientan a gusto y útiles para ellas mismas”, detalla Castellanos.
La estrategia nació en el marco de un proyecto de investigación para la maestría en Innovación Social que ambas cursaban en 2019 en la Universidad de Nariño. Siempre Guerreras ahora busca facilitar procesos y conversaciones alrededor del género, conectar ideas y propuestas que surgen en las conversaciones con la comunidad y darle un enfoque académico.
Otra motivación para iniciar con el proyecto fue la preocupación por la discriminación hacia las madres jóvenes en el corregimiento de Obonuco. Esto las impulsó a buscar soluciones estratégicas que se convirtieran en una forma de apoyo para las adolescentes. En Nariño, 17 por ciento de las mujeres jóvenes entre 15 y 19 años son madres o están embarazadas, según un informe del 2015 realizado por la Fundación Plan y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Liseth Vanessa Pelagán es una de estas jóvenes madres. Cuando quedó embarazada antes de cumplir los 20 años, recuerda, le decían que había cortado sus sueños y quedado relegada al cuidado del hogar. Aunque por un tiempo fue así, desde que conoció Siempre Guerreras manifiesta que volvió a tener metas, ahora es emprendedora de un negocio de chocolates y trabaja para poder abrir pronto su propio local.
“Al inicio me llamó la atención el aprendizaje sobre los talleres de manualidades, la posibilidad de fijarnos metas a corto, mediano y largo plazo. Ahora, la diversidad de temas para poner en práctica me permite socializar y llevar mis metas a otro lugar. Aprendí a soltarme más, a hablar y a no esconder mis sentimientos”.
Como ella, más de 50 mujeres participan en talleres de género, autoestima y empoderamiento femenino mientras aprenden sobre bisutería, costura, diseño y creación de empresas. La institución educativa de Obonuco se unió a la iniciativa y ahora dictan estos talleres a los niños, niñas y jóvenes que pertenecen al colegio. El propósito es que los estudiantes reflexionen sobre los roles de género, las costumbres con las que los han educado y se genere empatía hacia las dificultades que viven quienes son madres a edades tempranas.
Yeisi Dayana Hernández, docente investigadora y coordinadora del Premio Fray Angélico de la Universidad Santo Tomás, explica que el reconocimiento hace parte de una iniciativa del programa de Diseño Gráfico que busca impulsar el diseño para la transformación social. “Se premia la creatividad para solucionar problemas sociales. La selección no se limita solo a diseñadores, está abierta a quienes trabajan por la comunidad y han resuelto alguna problemática o contribuyen a resolvera”.
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