En un accidente entran en juego tres factores determinantes: la vía o el entorno en el que se da el hecho, el vehículo y el componente humano, y este último es decisivo. “Las cifras del Observatorio Nacional de Seguridad Vial indican que cerca del 90 por ciento de los accidentes están relacionados con el factor humano y su conducta”, sostiene Giovanni González, director de Seguridad Vial de Cesvi Colombia.
Por eso, tener vehículos con sistemas de retención como cinturones, bolsas de aire y mecanismos de anclaje infantil es clave. Pero la seguridad debe ir más allá. En la actualidad, los usuarios necesitan además vehículos que contribuyan a reducir las fatalidades, que tengan la capacidad de perdonar el error humano y controlar algunos aspectos de la dinámica e, incluso, evitar o mitigar el impacto.
“La mitigación del impacto está condicionada por la estabilidad estructural del automóvil y su capacidad de absorber la energía de la colisión, transformándola en energía de deformación sin afectar el habitáculo”, agrega González.
Cumplir las normas
Aunque la seguridad del vehículo es vital para mitigar la siniestralidad, el objetivo es crear un sistema seguro compuesto por caminos y carros hechos a prueba de conductores distraídos, y eso es, justamente, lo que busca Colombia. “Lo cierto es que implementar una normativa y esperar que en algún momento dé resultados no es la forma de evaluar las situaciones. Hay que entender que la seguridad de los vehículos es solo uno de los pilares de la Década de Acción por la Seguridad Vial de la ONU”, dice Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP.
Esos pilares sobre los que se debe trabajar son: una adecuada gestión de la seguridad vial; garantizar vehículos, infraestructura y usuarios más seguros; sistemas efectivos de respuesta ante la emergencia, y enfocarse en la adopción de las normas técnicas y protocolos para lograr la homologación de los vehículos y componentes que dicta el Acuerdo 1958 de la ONU, un compromiso que fija, entre otros, los estándares mínimos para garantizar la seguridad de los ocupantes de vehículos.
Hoy, este es un asunto del que ya se habla en el país. Se presentó un proyecto de ley al Congreso con el que Colombia espera adherirse. “Lo importante aquí es que se adopten y obliguen los requerimientos técnicos normativos que están dentro del acuerdo”, agrega Furas.
Así, los compradores podrán adquirir modelos mejor equipados en seguridad activa y pasiva, un factor clave según Latin NCAP, pues muchos de los carros que se comercializan en el país son insuficientes frente a lo que pide la ONU.
“A Colombia se le recomienda el uso de las 5 estrellas de seguridad para que el comprador sepa el nivel en el que está el vehículo que va a pagar, además de exigir que las marcas muestren las estrellas de cada modelo; eso ayudará a garantizar un mejor producto”, finaliza Furas.
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