¿Los espacios que habitamos pueden ayudar a reducir el estrés? Para expertos en el sector inmobiliario la respuesta es sí. La construcción y la decoración tienen esa capacidad, y más si se adoptan tendencias vanguardistas como la biofilia, que integra elementos naturales que permiten conectar a las personas con la tierra, el cuerpo y el espíritu.

Madera, plantas, piedra, guadua, tapia pisada, arcilla cocida y bahareque son algunos de los materiales y técnicas que se imponen cuando se habla de construir bajo esta filosofía. Según Julián Gutiérrez, arquitecto dedicado a este tipo de proyectos en el Valle del Cauca, y miembro del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, la biofilia tiene la capacidad de sanar a las personas. “Quienes habitan los espacios diseñados bajo esa filosofía tienen una conexión directa con la naturaleza, el bosque, la madera… y esa relación produce un estado de tranquilidad, ayuda a disipar las emociones y se convierte en un refugio cálido”, señala.

Casa de Adoración Bahá'í de Colombia, en el Valle del Cauca. | Foto: Julián Gutiérrez Arquitectos

En su experiencia, ese beneficio es imposible de conseguir en lugares donde predomina el acero, el mármol y el concreto, por ejemplo. En Colombia, la biofilia es una tendencia que ha cobrado fuerza, y aunque su nombre no resulta muy familiar para la mayoría, la necesidad de aplicarla en espacios residenciales es clara para clientes, arquitectos y constructores desde hace un tiempo. “Hay muchas formas de experimentar la biofilia, pero no hay duda de que la naturaleza tiene un efecto calmante sobre la psique, y la gente tiene mucho deseo de eso”, señala Rodrigo Puente, promotor de los proyectos morros en Cartagena, quien actualmente lidera morros park, un proyecto de apartamentos donde la construcción exalta los atributos de la naturaleza.

“¿Alguna vez se ha sentido estresado mientras está sentado en la terraza junto a una piscina, bajo la sombra de unos cocoteros?”. Con esta pregunta Puente busca ilustrar mejor el efecto de esta filosofía. Con 38 años de trayectoria en el mercado inmobiliario, es consciente de que hoy la gente quiere elevar su nivel de vida con elementos que van más allá del espacio donde habitan. Y la conexión con la naturaleza es determinante en ese objetivo.

Otro proyecto que se apropió de la biofilia es la Casa de Adoración Bahá'í de Colombia, en el Valle del Cauca. La edificación, que funciona como un templo religioso, es también el centro de operaciones de un ambicioso programa con el que se busca recuperar el bosque nativo que amenazó la producción de caña. “Con esta iniciativa, la biofilia trasciende y genera beneficios a la comunidad, a la fauna y flora de la región”, concluye Gutiérrez.