La intoxicación producida por escarabajos puede generar serios problemas en los perros. La mejor decisión que se puede tomar es evitar que el perro juegue o consuma estos insectos. Los escarabajos o cucarrones son insectos que suelen ser comunes al inicio de la época de lluvias en los parques y áreas abiertas de ciudades como Bogotá. Como la mayoría de los insectos, los escarabajos tienen un mecanismo defensivo que consiste en la producción de un fluido corporal, llamado cantaridina, que puede generar intoxicación en personas y animales. Cuando hay “época de cucarrones” los perros se divierten tratando de cazarlos durante su vuelo o tomándolos directamente del pasto. El problema surge cuando son ingeridos o lamidos por los perros. Al comerse uno de estos, se libera la sustancia tóxica que afecta especialmente el tracto gastrointestinal y los riñones del animal. Adicional a esto, se produce una lesión en el esófago causada por las patas y la cutícula del escarabajo. Los síntomas más comunes asociados a la intoxicación por escarabajos son pérdida de peso, falta de apetito, mal estado del pelaje, vómito, diarrea y producción frecuente de orina. Ante la presentación de este tipo de síntomas se recomienda acudir inmediatamente al veterinario ya que esta intoxicación puede producir la muerte del perro. Texto: Guillermo Rico, médico veterinario.